Acusan a familia de Madero de presunto abuso sexual y laboral de una mujer originaria de Tantoyuca
Hace 28 años, una pequeña de 11 años de edad fue traída de una comunidad cercana a Tantoyuca, Veracruz. Una familia de Ciudad Madero, la trajo para los quehaceres de la casa, pero además le prometieron una vida mejor y la oportunidad de estudiar. Sin embargo, solo fueron engaños a decir de Martha De la Cruz, integrante del Colectivo Mujer Manglar quien está apoyando a la afectada.
Explicó que, tras la llegada a la vivienda, la pusieron a trabajar en las labores domésticas. Tiempo después, el padre de la familia comenzó abusar sexualmente de ella, años más tarde, sus dos hijos también abusaron de ella. Su estancia en esa casa, fue solo para trabajar, nunca recibió un pago por su esfuerzo. Además, del producto de las supuestas violaciones, tuvo dos hijos, un niño y una niña.
Al momento de parir, uno en el hospital civil de Madero y otro bebé en el Carlos Canseco, la señora de la casa le argumentó que ella le debía mucho dinero por haberla traído a la ciudad. Como historia de telenovela o de terror, la señora les quitó a los pequeños y los llevó a otro lugar que se desconoce hasta el momento.
“Es un terrible caso, en su momento era una niña, ella, fueron, por ella a una comunidad cercana a Tantoyuca, se la trajeron con engaños de que la iban a dar a trabajo, estudios, cuando en realidad lo que hicieron fue explotarla laboralmente y sexualmente lamentablemente, es un delito que constituye trata de personas y que además de todo lo que se vaya aumentando por abusos delitos sexuales, estuvo viviendo 28 años, primero fue explotación laboral no la metieron a estudiar, jamás recibió dinero de pago por servicios, tener a una mujer trabajando en casa, no hay descanso, no hay horario, ella tenía que estar disponible para la familia pero esta se agrava cuando ella va creciendo, el esposo de la mujer abuso de ella, después los hijos también abusan de ella, resultado de esto, ella dio a luz dos hijos, pero ella no sabe de su paradero, la mujer le dijo que del dinero que ella debía, los iba a dejar en otro hogar mejor donde les dieran a la mujer y nunca supo ni donde ni con quién
Agregó que en el 2016 ella puso su denuncia, pero fue ignorada, le dijeron en su momento que no había pruebas pues eso no podía proceder, afortunadamente acudió a la colectiva, donde está siendo apoyada de un muy buen abogado, para fortalecer el caso y darle seguimiento a esa denuncia, tiene derecho a la reparación del daño y que se le restituyan sus derechos.
EL abogado Eustacio Reyes, se entrevista constantemente con ella, porque pueden proceder los delitos de trata de personas, abusos sexuales a los que fue víctima, privación ilegal de la libertad, abusos físicos, el robo de infante, porque no sabe el paradero de sus hijos.
Martha de la Cruz señala que esto es una historia de terror, y lo que causa alarma en la zona que se defina como una “tradición” la búsqueda de personas para los quehaceres domésticos se vaya a las zonas marginadas o indígenas, es una mano de obra barata y que abusando de su ignorancia e inocencia violan sus derechos laborales, pero sobre todo humanos. Surge el cuestionamiento:
¿Cuántos más casos haya en la zona sur y en el estado? Es algo preocupante, para la Colectiva Mujer Manglar, importante atenderla, escucharla, pero visibilizar el tema. Por tal motivo alza la voz y que esta situación no se vuelva a repetir.