ANPF fijan postura por nombramiento de Mario Delgado como próximo Secretario de la SEP
Por Diana Alvarado
En la zona sur de Tamaulipas, la Asociación de Padres de Familia fija su postura al igual que a nivel nacional, sobre el nombramiento del nuevo titular de la Secretaría de Educación Pública, Mario Delgado Carrillo.
En voz de su coordinador en el sur de Tamaulipas, David Hernández Muñiz, exhorta y refuerza su llamado a impulsar una agenda en beneficio de la educación de nuestra niñez y juventud, libre de compromisos partidistas e ideológicos.
“Como hemos hecho mención pública, de manera institucional y en conjunto con otras organizaciones locales y de expertos en materia educativa, el perfil que debe tener un Secretario de Educación es estar acorde a las exigencias actuales de la emergencia educativa que vive nuestro país, tales como; más de 6 millones de niños en condición de abandono escolar, más del 50% de infraestructura deficiente, mala política educativa que derivó en la ilegalidad de los libros de texto y en la improvisación del ciclo escolar 2023- 2024, así como la falta de preparación de nuestros maestros de México en el sector público”.
Ante el recién nombramiento de quien será el próximo titular de la Secretaría de Educación Pública, quien tiene poca experiencia y resultados en este rubro, es preocupante y alarmante el rumbo que puede tomar la educación y políticas públicas si no se presentan los perfiles adecuados y con la experiencia requerida para enfrentar los retos y desafíos y apegados a los criterios de mejora continua, eficiencia y eficacia que requiere el sector, pero, sobre todo, apegado a los principios del Artículo 3º constitucional que establece una educación laica, es decir libre de ideología partidaria y evitar la parcialidad de las instituciones públicas que son responsabilidad de quienes colaboran en ella, y dar los resultados fruto de los recursos públicos asignados para el propósito específico.
Como UNPF, estaremos atentos a que existan condiciones para que las familias mexicanas puedan tener las condiciones de una política educativa integral, sin una visión parcial e ideológica y siempre pensando en el bien superior de nuestros hijos, de la niñez y juventud que hoy requiere de atención y cuidado de mejorar la educación, sentar la base de una mejor sociedad con principios y valores que deben enmarcar la dignidad y protección humana.