Ayer domingo se realizó el tercer debate de candidatos presidenciales.
¿Debatir o batir?
Por: Javier Terrazas
Ayer domingo se realizó el tercer debate de candidatos presidenciales.
Jorge Álvarez Máynez del Movimiento Ciudadano.
Xóchitl Gálvez Ruiz de la coalición PAN-PRI-PRD.
Claudia Sheinbaum Pardo de la alianza Morena-PVEM-PT.
Los temas principales política social, seguridad y justicia, así como migración y política internacional.
En los diversos temas problemas reales, visiones diferentes, propuestas de solución contrastantes.
En los hechos, más allá del debate, de los candidatos, de las plataformas de los partidos que les postulan y de los proyectos conjuntos que presentan las coaliciones y el partido, ninguno ha podido brindar resultados positivos.
El PRI tuvo oportunidades históricas por décadas y no fue suficiente.
El PAN en dos sexenios seguidos tampoco aportó lo necesario.
El PRI regresó al gobierno seis años y fue un fiasco.
En tanto que Morena, que era una de las opciones diferentes de gobierno, ha intentado de todo y no ha podido con el paquete.
Movimiento Ciudadano es gobierno en los pujantes estados de Jalisco y Nuevo León, convertidos en grandes escenarios del crimen y del lavado de dinero de los cárteles de la droga, en incluso escondites de los principales capos.
La inseguridad, violencia y narcotráfico, son problemas mayúsculos de México en especial y de otras naciones del mundo.
Rebasan plataformas políticas, partidos, gobiernos municipales, estatales y al federal.
Se trata de enfermedades de la sociedad mexicana.
Muy difíciles de solucionar, porque se necesita sanear a la sociedad.
Las estructuras de la sociedad, esas que son la fuente de soporte, se encuentras debilitadas
La primera es la familia. Según los datos de INEGI, está quebrantada.
La segunda, las iglesias, dejaron de ser fuente de refuerzo de valores, principios, espiritualidad. están semivacías y con ministros devaluados.
La tercera, la escuela, planteles de medio tiempo, padres sin involucrarse y maestros sin vocación, impiden cumplir a cabalidad su misión de transmitir saberes e inculcar deberes y valores.
La cuarta, la comunidad. Hemos perdido el sentido de comunidad y predomina el individualismo e interés personal y de grupo por e del bien común.
El Gobierno Municipal, la primera instancia y más cercana a la población, que tiene funciones de prevención de los delitos a través de Policía Municipal que aplica Bandos de Policía y Buen Gobierno, están totalmente ausentes.
Debilitadas, fracturadas o ausentes esas cinco instituciones formadoras de mujeres y hombres de bien, como sociedad estamos convertidos en un caldo de cultivo propicio para la reproducción fácil y ágil de delincuentes.
Difícil, por tanto, que cualquier partido que llegue al gobierno pueda encontrar soluciones por decreto o el solo uso de las fuerzas públicas a incluso las fuerzas armadas.
Sin la participación comprometida de la sociedad y el fortalecimiento primero de las instituciones formadoras a que hic alusión, difícilmente podremos salir adelante.
Cierto que los gobiernos federales, principalmente y los estatales como rectores de la vida pública, pueden y deben orientar mejores políticas, sin una vinculación e interacción con una sociedad más activa y comprometida poco podrán hacer.
La mejor solución a los grandes problemas de México, tiene que surgir de la sociedad, de una participación intensa de la comunidad en cada barrio, colonia, fraccionamiento, sector, ciudad, municipio, estado y nación.
Donde familias fuertes, iglesias sanas y escuelas sólidas hagan bien su tarea de formación de mejores ciudadanos, de los que surjan a la vez mejores líderes, alcaldes, diputados, senadores y hasta presidentes.
Responsabilidad compartida y comprometida.
Más allá de colores, ideologías, partidos, coaliciones, grupos económicos o poderes fácticos.
Debatir los qué, sino abordar los cómo, parece estéril.
Se convierte en un “reality show” más de las televisoras.
Poco ayudan a orientar el voto.
Y profundizan los enconos y fricciones en la sociedad.
Acentúan la nociva polarización de una sociedad tan urgida de unidad, armonía y paz.
Lástima de hora estelar.
Para tan pobre debate.
Y malos participantes.
Nos quedaron a deber los tres.
Aunque se declaren ganadores.
Ninguno lo es.
Solo profundizan la incertidumbre.
Del rumbo para el país.