CABEZA QUITÓ ESCOLTAS Y AHORA LLORA PORQUE QUIEREN QUITARSELAS
CUADRANTE POLITICO
POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO
CABEZA QUITÓ ESCOLTAS Y AHORA LLORA PORQUE QUIEREN QUITARSELAS
El senador Ismael García CV, acaba de poner el grito señalando que, si le quitan las escoltas a su hermano el exgobernador, (que ellos mismos se auto asignaron vía Congreso en 2021), lo podrán en riesgo. Semejante séquito de arropamiento personal y familiar, según el actual Secretario de Seguridad estatal, le cuesta al pueblo tamaulipeco, dos millones de pesos mensuales.
Pero analicemos con acuciosidad el tema.
Veamos por principio de cuentas, lo que los panistas hicieron, cuando llegaron al palacio de gobierno de Tamaulipas.
El 18 de noviembre de 2016, a poco tiempo de haber arribado al poder de la gubernatura, un empoderado gobernador Cabeza de Vaca, ordenó de manera tajante retirarle los elementos de la policía estatal y ministerial que servían como escoltas a los exgobernadores Egidio Torre Cantú y Eugenio Hernández Flores.
Ya encarrerado en su protagonismo, ordenó también retirarle elementos de seguridad al entonces Secretario General de Gobierno Herminio Garza Palacios y al Procurador Ismael Quintanilla.
Los voceros del gobierno azul informarían que los 50 elementos rescatados del guaruriaje serían reintegrados a sus labores de vigilancia normal, con el fin de que cumpliesen con su real encomienda pública de proteger a los ciudadanos. Una enorme mentira que, con el andar del sexenio, quedaría expuesta a la falsedad, como muchos otros planteamientos.
Aún queda constancia escrita de aquellas declaraciones formuladas por el empresario texano-mexicano, titular del Ejecutivo estatal, cuyas resonancias en su momento fueron vistas como expresión de aquellos célebres vientos de cambio, tantas veces cacareados en la campaña.
CV argumentó que todos estos agentes asignados a los exgobernadores, estaban cumpliendo labores ajenas al gobierno, y hacían falta para cuidar a los ciudadanos.
Subrayó que la decisión que se había tomado, respondía a que esos elementos estuviesen al servicio de Tamaulipas y de sus habitantes, los tamaulipecos.
¿Qué fue lo que siguió después? ¿O cual fue el siguiente capítulo de esta historia que ahora se vuelve contra quienes la crearon? Bueno, aquí se lo diremos:
Antes de terminar el sexenio cabecista, el gobernador CV ordenó y dispuso a través del Congreso, que tanto él, algunos de sus colaboradores y sus parientes, tuviesen elementos de seguridad que los cuidasen, todo ello con cargo al erario.
¡Ahí está la falsedad!
O sea, ya no se acordó de que los policías eran para cuidar al pueblo, y decidió que eran para su servicio de protección de su primer círculo personal y familiar.
De acuerdo a los datos aportados por el Secretario de Seguridad estatal, el General Sergio Chávez García, otorgarle seguridad a Cabeza de Vaca y a su familia representa un gasto para el erario tamaulipeco de dos millones de pesos mensuales.
Y es que, si la suma total de los elementos que cuidaban a Geño y a Egidio, eran cincuenta, hoy solamente a Cabeza lo cuidan 56 guardias, que, según el General Secretario García Chávez, cobran puntualmente por llevar a cabo esta tarea, al servicio de la patria cabecista. O mejor dicho de su familia.
Este y no otro es el verdadero contexto en el cual se sitúan las recientes declaraciones y denuncias formuladas por el senador Ismael García Cabeza de Vaca en la CDMX, acusando a cuatro diputadas de la LXV legislatura y al gobernador Villarreal Anaya, de dejarlo desamparado, y a merced de la delincuencia.
Aunque, no es ocioso aclarar que el señor Cabeza se encuentra en Texas, y El caso es que, los azules se sintieron muy ofendidos, porque desde a máxima soberanía popular de Tamaulipas, cuatro legisladoras plantearon la necesidad de retirarle esas 56 escoltas, que ni siquiera empresarios como Carlos Slim tienen.
Hoy, a la luz de las declaraciones del brother Ismael, el pueblo de Tamaulipas se hace la siguiente pregunta:
(1). –¿Si Cabeza dice que su sexenio fue un dechado de virtudes y de aciertos, para que necesita tanto guardaespaldas…? ¿Quién le va a hacer daño, si su administración fue una ternurita con todo mundo? Obviamente, es todo lo contrario, de ahí la preocupación de CV.
(2). — ¿En qué cabeza cabe, una incongruencia del tamaño del mundo, al quitarle primero los escoltas a los exgobernadores, (cosa que en su momento CV capitalizó políticamente como el abanderado de los hoy fallidos vientos), y hoy reclamar para su seguridad personal, esos 56 escoltas que le causan una sensible sangría de dinero público, al pueblo de Tamaulipas?
Aquí cabe una segunda interrogante: ¿Con ese tipo de contradicciones y simulaciones piensa Cabeza ser el próximo candidato del PAN a la Presidencia?
(3). —¿Es que acaso, el lucidor mensaje de Cabeza, emitido en los tiempos en que era flamante Gobernador, no se le revierte hoy en su contra?
Recuerden que dijo que los guardias estatales y ministeriales, que él ordenó retirarles a los exgobernadores, tenían como función cuidar al pueblo. Y no podía distraerlos en otras actividades ajenas a esta loable tarea.
Hoy, haciendo uso de aquellas mismas palabras, formuladas por el gobernador azul en el 2016, nos preguntamos:
¿Acaso estos 56 elementos de seguridad, que CV se auto asignó vía Congreso, no están haciendo falta para cuidar a las y a los tamaulipecos…?