Columnas

CFE en crisis

 

FACTOR ENTRE DOS

Por: José Efraín Caballero Sevilla

CFE en crisis

Los cortes de energía eléctrica, se han venido dando de manera recurrente en la geografía nacional, ante la molestia de millones de usuarios de la Comisión Federal de electricidad (CFE). Estos acontecimientos no se han dado de manera fortuita, si no en consecuencia de diversas problemáticas que existen dentro de la industria.

La CFE dejó de ser paraestatal, para convertirse en reciente denominación como -empresa productiva del Estado- consecuencia de la famosa reforma energética, ante la apertura al capital privado.

La llegada de inversión privada se motivó por el abandono que sufrió la empresa durante las últimas décadas, el cual fue injustificable, siendo una compañía del Estado que coadyuvo en el desarrollo nacional desde agosto de 1937, año de su fundación.

Impulsó activamente periodos brillantes en nuestra historia económica, como el desarrollo estabilizador, en las décadas entre 1950 y 1960, que transcurrieron con altos niveles de crecimiento en la producción industrial y con baja inflación.

Distinguiéndose México entre las más importantes economías emergentes en el mundo, que no hubiera sido posible, sin la materia prima necesaria, que es la energía eléctrica.

Las demandas de empresas nacionales y extranjeras, que adolecen de suministro de electricidad en estos últimos días, dan fe del enorme daño en pérdidas económicas, donde la industria maquiladora del norte de México, reporta un déficit por 2,700 millones de dólares.

Los cortes eléctricos son consecuencia, según explica la autoridad, por la escasez del gas proveniente de Texas, debido al mal tiempo que azota a los Estados Unidos, que es el principal recurso con el que funcionan la mayoría de las plantas generadoras en nuestro país.

Los Estados Unidos, igualmente están padeciendo de apagones masivos en su territorio, ante la falta de operatividad de los parques de energía eólica, por el congelamiento que han sufrido la mitad de las turbinas existentes, en la región suroeste de E.U.

Como efecto secundario, la falta de oferta de gas y la alta demanda que prevalece, lo ha encarecido en un 5,000 % subiendo su precio, que era de 3 dólares el Millón de Unidades Térmicas Británica (MMBTU) que costaba hace un mes, a tener un sobreprecio de 200 dólares actualmente.

Este incremento en los últimos días, representa una contabilidad de perdidas, por 20 mil millones de pesos para la CFE, que adivine usted, lo va a absorber la empresa y no va a llegar a los bolsillos de los usuarios, ni usted ni yo saldremos afectados con incrementos en las tarifas de consumo de electricidad.

La situación caótica nos deja lecciones importantes, primero que nada, la necesidad de que México sea autosuficiente en la producción de gas, y no depender de proveedores, que como se está dando el caso, especulan con los precios, y esto en cualquier otra parte del mundo, se vería reflejado en los bolsillos de los consumidores, que para fortuna nuestra CFE absorberá los altos costos como empresa del Estado.

Otra lección, es la necesidad de seguir privilegiando la producción de electricidad. Los generadores eólicos, sin duda serán importantes en la creación de electricidad, y se les debe de seguir permitiendo trabajar a las compañías que ya están instaladas en México.

Tampoco se trata de la clásica “quítate tú, para que me ponga yo” y que se pondere en automático el interés de los privados, ya que, en las economías mixtas, como es nuestro modelo económico, debe de haber competitividad, con reglas claras; donde ganen los consumidores, las empresas particulares y el Estado.

Sería interesante, que en su momento usted eligiera que compañía desea contratar en este rubro, si a la CFE o al privado que ofrece su servicio, que compitan en calidad y precios. Es un retroceso cerrar la inversión a particulares, con reglas de juego que siempre y cuando garanticen precios y servicios, y asuman perdidas como cualquier ciudadano que invierte en un negocio.

Para darnos una idea, en España se ha venido dando hace años una lucha de la sociedad contra el gobierno, donde el Estado no permitía a particulares contar con paneles solares imponiéndoles multas estratosféricas, a lo que le llamaban –impuesto al sol-. Esta prohibición beneficiaba a las compañías eléctricas privadas.

Es la antítesis de lo que se pretende hacer en México, que es beneficiar a la empresa del Estado, esas medidas se han venido echando abajo en España y actualmente se les permite a los ciudadanos generar su propio consumo eléctrico.

La competitividad entre empresa – Estado siempre va a ser benéfica, cuando se compita con apego a la ley, en un marco de regulación que evite abusos tanto de particulares como del gobierno, ya que de lo que se trata, es de disponer de las herramientas necesarias para el desarrollo.

Querido lector, que tenga un excelente día, nos leemos la próxima.

Contacto: factorentredos@hotmail.com