Con 10,000 votos sobre el segundo lugar, la voluntad popular da triunfo a Blanca Anzaldúa, y es inapelable.
Terminaron las campañas, se llevó a cabo a la votación y, en el distrito 14, los resultados son inamovibles. Tenemos a una clara ganadora; en una contienda bastante limpia y respetuosa, entre las dos punteras. La joven del partido naranja no logró ubicarse cerca de ellas y el candidato independiente estuvo totalmente perdido; su paso por el proceso, porque ni campaña se le puede llamar a lo que hizo, fue un cúmulo de disparates a nivel de una plática de borrachos, en una cantina clandestina. En fin, después de 45 días de carrera y de un día de votaciones concurrido, el resultado nos reveló, de manera clara, qué piensan y qué sienten los habitantes del distrito 14, de Tamaulipas; solo queda escuchar y aceptar con dignidad.
Está claro que los esfuerzos, la simpatía y la buena campaña de Alejandra Cárdenas, excandidata a diputada local por el distrito 14, de la alianza PRI-PAN, no fueron suficiente para enfrentar a la maestra Blanca Anzaldúa, candidata de la coalición MORENA, PT, PVEM; quien pasó como aplanadora, sobre sus adversarias.
La muy carismática Ale Cárdenas, era una de las cartas fuertes de la oposición, para el congreso local; es decir, de los 22 candidatos, ella es uno de sus mejores perfiles o, quizá, el mejor. Sin embargo, no contaban con la astucia de la coalición SIGAMOS HACIENDO HISTORIA y del sindicato de maestros, quienes postularon a una maestra muy conocida, proactiva, propositiva, brillante y con una trayectoria inigualable: Blanca Anzaldúa.
Al arranque de las campañas locales, el panorama frente a una imponente Ale era complicado; el electorado se mostraba incrédulo, ante las posibilidades de la candidata magisterial, de obtener la victoria. Conforme fue avanzando la contienda, nos dimos cuenta que poner en acción a la maestra Blanca había sido un acierto; su experiencia como operadora política, su carisma, su fama y su don de gente, empezaron a hacerse notar. Para el final de la carrera por la diputación local, los papeles se habían invertido y Blanca Anzaldúa se veía imparable; lo que quedó demostrado en las urnas. Es que, hablar de más de 10,000 votos (13 puntos porcentuales) en un distrito cuya, participación no llegó a los 78,000 sufragios, es hablar de una diferencia bastante notable.
Se rumora que de parte de la alianza derrotada buscan impugnar; ¿por qué? ¿para lograr qué? Entre estas dos grandes mujeres, porque los otros ni pintaron, hubo una contienda de respeto, no hubo guerras sucias ni ataques de mal gusto; ambas mostraron un nivel impecable. ¿Para qué querer ensuciar un buen proceso, al final? No deberían de ponerse en ese tono, ya que 10,000 votos representan una victoria indiscutible.