Descanse en paz, maestra Ifigenia, In memoriam.
Descanse en paz, maestra Ifigenia, In memoriam.
Merecido homenaje con emotivos conceptos sobre la vida y obra de la recién fallecida economista, maestra y política doña Ifigenia Martínez, es el que hace nuestro respetado amigo y apreciado colaborador de Candelero, Ricardo Monreal Ávila.
Agrego que nuestro apreciado amigo-hermano, Decano de los Periodistas de México, Jorge Herrera Valenzuela, en su más reciente colaboración publicada en Candelero, propone que para honrar por siempre a doña Ifigenia, sus restos deben ser sepultados en la Rotonda de las Personas Ilustres ubicada en el Panteón de Dolores CDMX.
(Director del Grupo Editorial Candelero).
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Por Ricardo Monreal Ávila
En este, el tiempo de las mujeres, es importante rendir un homenaje a la maestra Ifigenia Martínez, teniendo presentes los momentos más destacados de su trascendental vida pública.
Tuve la distinción de conocerla y tratarla en los orígenes de la corriente democrática del PRI y, de manera más estrecha, como fundadores y organizadores de MORENA, junto a Andrés Manuel López Obrador.
La maestra se graduó en 1950 como Licenciada en Economía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), siendo una de las primeras mujeres en obtener ese título en nuestro país, pero de hecho fue pionera en varios campos más; por ejemplo: primera mexicana en recibir una Maestría en Economía por la Universidad de Harvard; primera mujer en dirigir la Escuela de Economía de la UNAM; primera diputada en entregar la banda presidencial a la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.
Por su destacada labor como académica y docente, y su papel como pionera en el campo de la economía en México, especialmente en temas de desarrollo económico, distribución del ingreso y políticas públicas, la maestra Ifigenia recibió múltiples reconocimientos, como el título de Profesora Emérita de la Facultad de Economía de la UNAM, así como una serie de Doctorados Honoris Causa, de parte de muy variadas instituciones educativas, ya que fue considerada, en su momento, entre las 10 intelectuales más importantes de América Latina.
En 1960 recibió el Premio Nacional de Economía; en 1966, sería condecorada como “Mujer del Año”; en 2011, galardonada con el Premio Nacional de la Mujer, y más recientemente, en 2019, la LXIV Legislatura de la Cámara de Diputados resolvió otorgarle la Medalla al Mérito “Sor Juana Inés de la Cruz”, correspondiente al primer año de ejercicio, mientras que, en 2021, el Senado de la República le confirió su máxima presea, la Medalla de Honor Belisario Dómínguez.
Como parte de sus contribuciones intelectuales, debe mencionarse que fue autora de libros y numerosos artículos sobre economía, desarrollo y políticas públicas. Entre sus trabajos más reconocidos se encuentra, sin duda, “La distribución del ingreso en México”.
No sólo fue precursora en el ámbito académico, mediante sus estudios de economía política en la UNAM, y una gran catedrática, investigadora, diplomática y política de izquierda, sino también gran parlamentaria, que ya anteriormente se había desempeñado como presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, responsabilidad que repitió en este 2024 y desde la cual realizó la histórica transmisión del Poder Ejecutivo federal.
Recapitulando sus múltiples aportaciones, sobre todo como creadora de instituciones y extraordinaria académica, cabe señalar que en 1950 fundó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Se desempeñó como catedrática del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) y como profesora de Finanzas Públicas en la Escuela Nacional de Economía, en donde se le nombró directora e impulsó la División de Estudios Superiores, sentando las bases para su posterior conversión en Facultad de Economía.
En 1968, la maestra era ya una académica establecida en la UNAM, y no eran desconocidas sus simpatías por las causas progresistas y su defensa de causas sociales, por lo que resultaba dable su coincidencia con los objetivos del movimiento estudiantil, en el cual tuvo un papel importante, e incluso fue encarcelada tras la violenta represión del 2 de octubre, junto a otras y otros participantes notables, como Heberto Castillo y Silvestre Revueltas.
En el sector público, fue asesora de la Secretaría de Educación Pública a cargo de Jaime Torres Bodet, en donde participó en la comisión que elaboró el llamado Plan de 11 Años para la Extensión y Mejoramiento de la Educación Primaria en México. Más adelante se desempeñó como coordinadora de asesores del titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, dependencia en la que fungió también como subsecretaria de Descentralización Administrativa. Además, fue jefa de la asesoría económica de la Secretaría de Presidencia, de 1965 a 1970.
En 1980, el Ejecutivo federal la designó como representante permanente de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y en 1986 fundó la Corriente Democrática del PRI, junto con Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo. Subsecuentemente, en 1989, fue una de las fundadoras del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Para la LIV Legislatura, se convirtió en la primera senadora de la República electa por el entonces Distrito Federal, representando a un partido de oposición. Asimismo, en la LVI Legislatura fue diputada federal y en el año 2000 participó como coordinadora económica en la campaña presidencial del Lic. Andrés Manuel López Obrador.
En 2016 fue diputada en la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México, en el marco de la reforma política del Distrito Federal, y participó activamente en la elaboración de la primera Constitución para la capital del país.
Con la Cuarta Transformación, fue senadora en las legislaturas LXIV y LXV (2018-2024), por MORENA, y presidió la Mesa de Decanos. Desde septiembre del año actual, fungió como presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados por la LXVI Legislatura, y hace apenas una semana, el pasado 1 de octubre, fue responsable de entregar la banda presidencial a la Dra. Claudia Sheinbaum, de manos del presidente López Obrador.
Lo anterior no podía haber sido de otro modo, ya que la maestra Ifigenia no sólo fue una economista, académica y política mexicana reconocida por sus contribuciones al desarrollo económico de México y por su trayectoria en la vida pública del país, sino por sus aportaciones al desarrollo de la vida política de las mujeres.
Descanse en paz la maestra Ifigenia Martínez, un referente incuestionable y determinante de la lucha por la democratización del país y la justicia social, así como una mexicana excepcional, que contribuyó con su esfuerzo y dedicación a sentar las bases para un régimen más equitativo y con perspectiva de género.
X y Facebook: @RicardoMonrealA