Columnas

Disidentes que rechaza MORENA

PRESENCIA                      

Ana Luisa García  

PRI a reciclarse camino al 2018

Disidentes que rechaza MORENA

La expulsión de los corruptos          

1.- El PRI tiene materia prima para reciclarse, reinventarse y resurgir de sus cenizas. De eso dejó testimonio en la asamblea estatal del sábado, cuando elementos que habían estado alejados del escenario político tamaulipeco hicieron acto de presencia por diferentes razones. La de Ernesto Guajardo Maldonado, ex dirigente estatal del PRI y del sector campesino, se entiende que vino en apoyo de su hermano Sergio quien busca la presidencia del CDE.

            El Gran Ausente en el sexenio “egidista”, Ricardo Gamundi Rosas ahora pasó lista de presente, famoso por los carros completos, se mantuvo a distancia por la barrera que le puso Torre Cantú, a él y a otros elementos del sexenio inmediato anterior a su régimen. Por cierto el reynosense llegó con sonrisa de oreja a oreja, muy saludador, bromeando y rememorando las faenas del pasado que le dieron gloria en la arena Tricolor.

            Y así podemos enumerar a cientos de priistas que en un ambiente festivo resellaron su naturaleza Tricolor. Las ausencias también dejaron su mensaje, es el caso de Baltazar Hinojosa Ochoa, cuya inasistencia indica que no está en sus planes competir por la principal manzana de la discordia, como es la candidatura a Senador.

            El aplauso que recibió el alcalde Oscar Almaraz Smer, también debe interpretarse como una aprobación al papel que viene realizando en Victoria y es que si todos los Ediles cumplieran ayudarían mucho a su partido.

            Por otra parte, en los sepelios y en cualquier desgracia se hacen a un lado los pleitos de familia, rivalidades o discrepancias. Por eso no nos debe sorprender el saludo cordial entre Enrique Cárdenas del Avellano y el senador Manuel Cavazos Lerma en un escenario donde a todos los une la derrota, los nuevos retos y un afanoso deseo de recuperar los espacios perdidos.

            Y ahora parece auténtica la unidad, esa que tanto se evoca en los discursos, la que se proponen en cada proceso electoral, pero se fragmenta a la hora de designar candidaturas. No es el caso de 2018, donde el dolor de lo perdido y el afán de levantarse de la lona los debe movilizar en un solo sentido.

            La Asamblea Estatal del Sábado concentró las propuestas de todo el estado, las que se llevarán a la XXII Asamblea Nacional, y en ese foro además de aprobarse la designación de 105 priistas que representarán a Tamaulipas en el evento del 12 de agosto. Todo tras una larga tarea en la que participaron más de 12 mil priistas en asambleas municipales, de sectores y organizaciones, mismas en las que se eligieron mil delegados a la estatal y de ahí se seleccionó a los 105 antes citados.

            El evento político del sábado logró una movilización incluso superior a la esperada, quedó conformada la capacidad de organización del partido, donde tuvieron que ver como cercanos colaboradores de la presidenta Aída Zulema Flores Peña, el Secretario General, José Hernández Cuesta y Lucino Cervantes. Entre los asistentes estuvieron los expresidentes estatales del PRI Oscar Luebbert, Homar Zamorano, Eliseo Castillo Tejeda, Antonio Martínez Torres, Enrique Cárdenas del Avellano, Ramiro Ramos Salinas, Rafael González Benavides entre otros.

            Desde luego hubo cientos de luminarias de este partido, que se dejaron ver, otros porque participaron en las mesas de trabajo. Una contribución importante en la reflexión sobre el camino a seguir, fue la del representante del Comité Ejecutivo Nacional, Carlos Iriarte, Secretario de Organización del CEN, que los instó a trabajar para responderles a quienes hace un año votaron por el PRI. “Son más de medio millón de ciudadanas (nos), que fueron convencidos por la voz de hombres y mujeres de nuestro partido que convocaron a muchos más, para decirles que la mejor oferta política y de gobierno es la nuestra. A ellos tenemos que responderles, y les estamos respondiendo con dedicación y actitud propositiva”.

            Asimismo Iriarte les dijo a quienes viajaron 8 o 9 horas para estar en la asamblea, que ese orgullo y sentido de pertenencia deben llevarlo para encontrarse con los suyos, en su lugar de origen. Les hizo ver que muchos de los que estaban ahí, no se veían a los ojos desde hace un año.

            Se despertaron emociones, sentido de pertenencia arraigado por el adoctrinamiento Tricolor. La realidad es que aunque el sentido de la asamblea fue para nombrar delegados y concentrar propuestas o para ser llevadas al foro nacional, la otra cara de la moneda es que sirvió para dar el banderazo de arranque del año político electoral que está a la vuelta de la esquina, y se inicia el 9 de septiembre próximo.

            2.- Con la libertad de que hoy pueden gozar los priistas tamaulipecos, manifestaron en Asamblea la necesidad de la transparencia financiera de los gobiernos; la expulsión de los corruptos y como medida de prevención, hacer obligatoria la declaración 3 de 3, para poder dar seguimiento en su ejercicio a los funcionarios.

            La inclusión de jóvenes fue reiterativa y es que representan una veta importante en votos potenciales, pero además es la previsión para que el partido sobreviva con elementos formados bajo su doctrina y no con improvisados.

            También se llevará al debate nacional, el tema de las expulsiones o sanciones a quienes abandonan al partido y luego regresan, porque ahí mismo se defendió (lo hizo el diputado federal Alejandro Guevara) el regreso de la disidencia, caso específico el de Javier Villarreal Terán, exalcalde de Mante, que intentó obtener una candidatura a diputado por MORENA y lo rechazaron, porque no pasó el filtro de honestidad (así lo declaró Enrique Torres Mendoza, dirigente estatal del partido de López Obrador).

            La cuestión es que no se ve fácil para priistas disidentes obtener una candidatura, sobre todo si ocuparon un puesto donde manejaron presupuesto y está en duda el ejercicio. Quizá Américo Villarreal Anaya si tenga cabida en el partido de López Obrador porque no manejó directamente recursos. En cambio es muy difícil para Fernando Azcárraga pasar el filtro porque fue dos veces alcalde, pero si pueden sumarse al proyecto, pero no con una candidatura, donde serían blanco perfecto del golpeteo.

            La circunstancia es que en estos tiempos los políticos entran y salen como juan por su casa, saltan de un partido a otro sin pudor alguno.