Columnas

El “divorcio necesario” PAN-PRI-PRD

Opinión pública

El “divorcio necesario” PAN-PRI-PRD

Por Felipe Martínez Chávez

Cd. Victoria, Tamaulipas. – El divorcio nacional de la alianza Va por México (PAN-PRI-PRD) genera esperanzas entre los tricolores tamaulipecos, de liberarse de la opresión azul. Podrán deshacerse de quienes los llevaron al precipicio.

Ya lo dijo la jerarquía estatal que comanda Edgardo Melhem Salinas: Harán una evaluación de resultados y tomarán la mejor decisión rumbo al 2024, incluso la relación que mantienen en la 65 legislatura donde no han alcanzado mucho.

No les fue bien en la alianza con celestes y amarillos. Fueron obligados a arrastrar el pesado lastre del descrédito cabecista.

Para el todavía Gobernador la solución era fácil: Sumar los resultados que habían alcanzado en 2021, y “todavía algo más”, frente a los votos del enemigo acérrimo, Morena.

Los priístas locales no la pidieron, fue una imposición desde oficinas de Alejandro Moreno Cárdenas. Es más, no la querían, recibieron la instrucción y se disciplinaron. Sabían que la pésima imagen celeste los conduciría al despeñadero, como sucedió.

Cuando Moreno enfrenta problemas con la 4T, trata de salvar su pellejo. No se retiró de la alianza, pero provocó que lo hicieran sus socios. Irá de la mano con el pejismo para sacar proyectos torales en ambas cámaras.

Hoy, luego del inminente divorcio entre las cúpulas nacionales, se avizora que en los siguientes procesos del Nuevo Santander jugarán en solitario y, si se los permiten, podrían cobijarse bajo el manto morenista, hoy el partido mayoritario. De esa forma podrían recuperar lo perdido. Nunca han necesitado de guajes para nadar.

El comienzo puede ser un deslinde en la bancada del Congreso del Estado. Sumar los dos votos a la causa guinda, en tanto el advenedizo Ángel de Jesús Covarrubias Villaverde regresa al partido azul  donde milita.

De que el “divorcio necesario” es inminente, lo es. Para las elecciones del 2024 ya no habrá Va por Tamaulipas por senadurías, diputaciones federales, escaños locales y presidencias municipales. Más vale solos que mal acompañados, como se dice.

Para Edgardo, al tanto del palpitar del mundo político, unirse a Acción Nacional no era, no es la mejor opción. Sabía que los azules son un lastre que al final de cuentas los arrastró a perder más del 50 por ciento de su cosecha de votos, a pesar de que hicieron una buena campaña.

En el proceso eleccionario del 2021 el Revolucionario alcanzó 133 mil votos en promedio que significaron el 9.4 por ciento de la votación total.

Sin embargo al unirse al PAN-gobierno se quedaron con menos de 65 mil, el 4.5 por ciento. Perdieron el tostón. De haber ido solos habrían conservado por lo menos los mismos números.

Dentro de año y medio estarán en juego los registros partidistas, o subsidio estatal. Si no alcanzan el 3 por ciento estarán en problemas para conseguir escaños de representación proporcional, lo cual sería lamentable porque el PRI es el más antiguo y mejor organizado, el único que cubre los 43 municipios.

Al PRD le fue mejor. Ganó tanto como cinco mil votos. En 2021 –Congreso del Estado- cosechó 15 mil; en junio del 22´ se quedó con 20 mil, que de todas maneras no son suficientes para una plurinominal. Pronto estará en liquidación nacional.

Por su parte el PAN también ganó, tantos como 40 mil más, que tampoco suficientes para hacer ganar a su abanderado César Verástegui, a quien también arrastró a la derrota el descrédito cabecista.

Replantear estrategias debe ser prioridad para el Revolucionario. Tiene la gente más experimentada en batallas electorales y los más leales. Quedaron pocos pero con la camiseta bien puesta.

Ya veremos qué opinan los jerarcas. En 24 ya no estarán “Alito” Cárdenas ni Marco Cortés. En Tamaulipas el cabecismo quedará sepultado y Acción Nacional tardará por lo menos tres sexenios para recuperarse. El nuevo partido mayoritario es Morena y su duración va para rato.

Respecto a Movimiento Ciudadano y Gustavo Cárdenas Gutiérrez, de no aliarse con Morena estaría también perdiendo el escaño de partido con cero alcaldías y diputaciones de mayoría. En junio alcanzó el 3.2 por ciento.

Hoy Gustavo es víctima del gobierno del PAN. Sus negocios, cerrados arbitrariamente por venganza, siguen fuera de servicio. Tendrá que esperar a “brincar” de sexenio.

Por cierto, su candidato tracalero, Arturo Díez Gutiérrez, deberá meterse ls mano a la bolsa para pagar deudas que dejó de campaña. El partido no lo sacará del atolladero.

Presumió de ser el único que recorrió los 43 municipios en que dijo haber gastado 17 millones de pesillos en 1,400 eventos.

Según la fiscalización del INE, Don Arturo quedó a deber casi 600 mil pesillos, cuyo tema ya no le corresponde a lo electoral sino a las autoridades laborales, administrativas o judiciales. Veremos en qué queda.

Más le vale al propietario de las siglas, Dante Delgado Rannauro que pague los más de tres melones que proveedores reclaman al maderero, porque viene la presidencial de 2024 y Congreso de la Unión, y buscará ganar por lo menos el distrito de Madero con Adrián Oseguera como abanderado.

Por otra parte, empleados del ayuntamiento capitalino daban ese jueves los últimos toques al escenario en que el alcalde Eduardo Gattás, el viernes, rendirá su primer informe de administración. Será en los patios de presidencia. Se espera la asistencia del Gobernador Electo, Américo Villarreal Anaya.