EL ISSSTE, PIONERO EN TRATAMIENTO DE SECUELAS DE CÁNCER INFANTIL: RAMÍREZ PINEDA
El Instituto cuenta con la Clínica de Sobrevivientes a esta enfermedad, única en América Latina, dijo el Director General del ISSSTE.
Detectar rápidamente signos y síntomas de casos sospechosos, son acciones clave para tener un diagnóstico oportuno, afirmó Farina Arreguín, jefa de Oncología Pediátrica.
La dependencia ha logrado una sobrevida de 66 por ciento, superior a la media nacional de 57 por ciento.
Ciudad de México, a 23 de mayo de 2021. – El Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), a través de la Clínica de Sobrevivientes a Cáncer Infantil -única en América Latina-, es pionero en el tratamiento de secuelas y reinserción educativa y social de menores que vencen esta enfermedad, informó el Director General, Luis Antonio Ramírez Pineda.
Aseguró que aumentar las posibilidades de sanar y reducir el impacto de secuelas discapacitantes del cáncer en la edad pediátrica, es el objetivo del ISSSTE en el combate a esta enfermedad.
La Jefa del Servicio de Oncología Pediátrica del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre”, Farina Arreguín González, puntualizó que se aplican un conjunto de estrategias enfocadas a incrementar el diagnóstico oportuno, dar acceso rápido a servicios especializados y seguimiento a 220 pacientes en la Clínica de Sobrevivientes a Cáncer Infantil.
Refirió que el Servicio de Oncología Pediátrica del CMN recibe un promedio anual de 70 nuevos pacientes y ha logrado una tasa de sobrevida del 66 por ciento, más alta que la media nacional, del 57 por ciento. El reto, enfatizó, es incrementar la tasa de curación y un requisito indispensable es aumentar la detección temprana, ya que hasta en el 90 por ciento de los casos los síntomas son inespecíficos, de inicio disimulado y pueden imitar otras enfermedades comunes.
Entre las estrategias de detección oportuna de esta enfermedad, se encuentra la elaboración y difusión de la “Guía para padres y maestros de signos y síntomas asociados a cáncer infantil”, cuya segunda edición se distribuye actualmente en las 123 Estancias de Bienestar y Desarrollo Infantil (EBDI’s), que tiene el organismo a nivel nacional.
En materia de capacitación al personal, el CMN “20 de Noviembre” organiza cada año, durante el mes de febrero, las Jornadas de Actualización en Cáncer Infantil, a través del Sistema de Telemedicina, dirigidas a médicos generales y familiares de unidades de primer nivel de atención de diferentes regiones del país, con el propósito de habilitarlos en la detección de casos sospechosos.
Arreguín González aseguró que “en cáncer infantil, el tiempo es oro, por ello, cambiamos el sistema de referencia de pacientes en niveles de atención y creamos una estrategia de red en la que un médico de clínica familiar que sospeche que hay cáncer infantil pueda comunicarse al Servicio de Oncología Pediátrica y referir directamente a su paciente, de esta manera logramos reducir de 120 días a 17 días, el tiempo que tarda en llegar a servicios de alta especialidad para ser valorado, confirmar diagnósticos y dar acceso temprano a tratamientos específicos”, explicó.
El año pasado el CMN “20 de Noviembre” remodeló los espacios de hospitalización para pacientes con cáncer infantil; aumentó de 8 a 19 camas en Oncopediatría y de 16 a 24 en Hematopediatría, de manera que se independizaron las áreas para brindar una atención más específica y personalizada, acorde con los protocolos internacionales de tratamiento, por lo que el Instituto seguirá comprometido en mejorar la atención del cáncer infantil
Añadió que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera al cáncer, en población de 0 a 18 años, como una enfermedad rara, pues representa entre 0.5 y 4.6 por ciento de todos los casos oncológicos.
Indicó que en las últimas dos décadas México ha sufrido una transición epidemiológica y el cáncer se ha convertido en la principal causa de muerte por enfermedad en el grupo de 1 a 19 años; además, tres de cada cuatro casos se detectan en etapas avanzadas, lo que reduce posibilidades de curación, aumenta costo de tratamientos y afecta severamente la calidad de vida de los pacientes y sus familias.