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Gisela, la “espía” de los conservadores

Opinión pública

Gisela, la “espía” de los conservadores

Por Felipe Martínez Chávez

Cd. Victoria, Tamaulipas.- En el argot político puede decirse que es “suertuda”. Es panista y cobra en un puesto de alto rango en el Seguro Social, donde parece inamovible.

Gisela Juliana Lara Saldaña viaja en dos caballos: En el PAN donde es militante desde 1999, según el registro del propio partido, y en Morena donde es titular del IMSS-Bienestar y se supone que, en sus “ratos libres”, hace “talacha” en la integración de los Comités de Defensa de la 4T

Sirve a dos amos ¿con cuál se definirá? ¿quedará mal con los dos?. Lo último parece ser lo más acertado.

En las  huestes pejistas la consideran como “espía” al servicio de los conservadores, lo cual no es descabellado si se considera su militancia azul de mas de 20 años, donde incluso fue diputada federal plurinominal.

Como sabemos, Juliana es tamaulipeca de Tula. Junto a ella aparecen también como activas panistas sus hermanas Ma. del Carmen y Ginebra Isabel Ramona, la primera domiciliada en el altiplano y la segunda en Ciudad Madero, incorporadas al padrón entre el 2003 y 2005.

Hay otras hermanas que no están incorporadas a ningún partido.

A la jefatura llegó con el ex panista Germán Martínez Cázares, director general del Instituto, y Zoé Robledo la conserva en la nómina pese a los señalamientos.

Esto no  ha caído bien entre los militantes de Morena en Tamaulipas, que se aprestan a mandar al Presidente un expediente completo de la señora con el perfil azul ¿acaso en el guinda no hay gente capacitada?.

El expediente va completo. El marido de la doctora egresada de una universidad particular de Tampico, Eutimio Caballero Silva, cobra como jefe de la Oficina Fiscal de Tula en la administración de los vientos del cambio, y puja para candidato a la presidencia del pueblo mágico por el mismo partido, el PAN.

No sería congruente que la señora cobre y disfrute en el gobierno morenista los 149 mil varos que tiene asignados, y por redes y en sus “ratos libres” apoye a los conservadores enemigos de la Cuarta Transformación. Los morenos con la playera bien puesta piden que se le den “vacaciones” permanentes.

Si la corren no moriría de hambre porque tiene una plaza sindical que dice consiguió hace 40 años, luego de ser comisionada a Papantla, Veracruz, donde asegura –según sus cartas de presentación- aprendió totonaca  en menos de cuatro meses, con los indígenas de la zona.

Por las  mismas siglas azules, Caballero fue regidor en el ayuntamiento tulteco 2013-16. Con eso y su experiencia como gerente del casino tulteco y el restaurante Cerro Mocho, presenta su currículum para aspirar a primera autoridad del pueblo.

Es contador privado y taquimecanógrafo por la escuela comercial “John Gregg” de Poza Rica, Veracruz, de donde es originario, lo que tampoco le ayuda puesto que la ciudadanía no quiere forasteros en la presidencia. Si los que son de ahí no hacen nada por la comunidad, menos los de fuera, dicen.

A quien le quiera creer Eutimio se hace llamar “contador” (CP), lo cual representa una usurpación.

Claro que a la acusada de espía del PAN no le ha ido mal en su patrimonio.

De acuerdo con su declaración de bienes realizada en mayo del 2020 ante la Función Pública, entre el uno de enero y 31 de diciembre del año anterior –es decir 2019- compró en efectivo un terrenito de 30  mil metros cuadrados en la suma de 250 mil varos.

Otra propiedad que señala es una casa de 540 metros de construcción, erigida en un terreno de 225 metros, cuyo valor catastral anda en casi un millón de pesillos.

También al contado, en 2016 un terreno de mil 182 metros con una construcción de 600 metros, cuyo valor catastral asciende a 236 mil.

Los vehículos también le gustan. Maneja un Ibiza modelo 2020 que compró en efectivo por 270 mil devaluados, adquirido en Furia Motors, y ya tenía uno más Nissan de 240 mil.

Tiene otro más viejito que vale 240 mil, de la marca Dodge.

Las propiedades del conyugue no vienen en su declaración porque el Presidente López Obrador, consideró que los compañeros de vida no tienen por qué aparecer en las declaraciones públicas. Quedan en la oscuridad.

Como funcionaria de la 4T en el gabinete ampliado le gusta vestirse  bien.

Su declaración menciona que a mayo del presente debía a Palacio de Hierro 36  mil devaluados y 22  mil a Liberpool, o sea las respectivas tarjetas.

Los montos de cuentas bancarias y ahorros no los quiso  hacer públicos.

Entre 2003 y 2006 fue diputada federal por el  PAN gracias al apoyo de su amigo Gustavo Cárdenas Gutiérrez, entonces militante de ese partido.

Con suerte decíamos al principio, porque ella era funcionaria del IMSS relacionada con el ramo, cuando se dio el caso de los niños muertos en la guardería ABC de Sonora.

En fecha reciente alguien de la prensa nacional le recordó que sigue “pendiente”, y ella contestó en una carta de réplica diciendo que no colaboraba en el “régimen ordinario” del Instituto. Estaba en atención a no derechohabientes.

Hablando de mujeres empoderadas, la victorense Erika Crespo Castillo, ex diputada local, ya es la Coordinadora Nacional de Mujeres del partido de Elba Esther Gordillo, Redes Sociales Progresistas.

Tiene sesión este martes el IETAM. El tema principal es un  juicio sancionador en contra del diputado  moreno Roque Hernández Cardona, originario del mero cuarto distrito.