Columnas

“Ladrones” de banquetas.

Las banquetas son un espacio público.

Y por tanto, no son propiedad de quien tiene una vivienda o un predio contiguo.

Como espacio público, es regulado por las autoridades municipales en cada ciudad y municipio.

Deben tener, de acuerdo a la reglamentación algunas dimensiones y características.

La intención es que sean espacios para la circulación cómoda y sin riesgos para los peatones.

De las dimensiones, se establece que el ancho mínimo debe ser de 1.80 metros (2.25 metros para fraccionamientos) de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana. (NOM-004-SEDATU-2023, Estructura y diseño para vías urbanas) publicada en el Diario Oficial de la Federación el 12 de abril del 2024 y aplicable para el país, los estados y municipios.

Mientras que los materiales de concreto con algo de rugosidad, es decir no liso para evitar caídas.

Debe ser libre de obstáculos.

Esas son las características básicas.

Lo que todos los propietarios de viviendas o predios deben saber y conocer para el cumplimiento a las normas de construcción.

Sin embargo, la cruda realidad es muy distinta, en particular en Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas.

Pareciera que la reglamentación no existe.

No se difunde.

No se conoce.

No se respeta.

Y cada quien hace lo que le place.

Como si la banqueta fuera una extensión de la propiedad.

Las expresiones así lo revelan.

Casi todos hacen alusión a “mi banqueta”.

Y en ese contexto, pues lo que ocurre con las banquetas es una serie de violaciones a la norma, que se repite y replica en todos lados.  Sea el centro de la ciudad, las zonas comerciales, las colonias populares o hasta los fraccionamientos más “fifís”.

Abordo este tema con frecuencia, pero es como gritar en el desierto. Nadie escucha, nadie se da por aludido.

Lo retomo porque uno de mis tres lectores lo sugirió en días pasados.

Para constatarlo de nuevo, salí de casa y caminé cerca de tres kilómetros por la calle Fermín Legorreta, desde la Calle Democracia a Carrera Torres por ambas aceras.

Me desvié un poco para caminar en torno a la manzana del Hospital Civil.

Y también alrededor de la manzana donde operaba el Asilo de Ancianos, hoy habilitado como Centro de Atención a los Adultos Mayores en tareas de esparcimiento, deporte, talleres de capacitación y otras actividades.

Y estas son algunas de las irregularidades encontradas.

No son uniformes.

Tampoco se respetan las medidas oficiales sugeridas.

Hay propiedades que invadieron los espacios de las banquetas

Otros al hacer cocheras construyeron rampas sin respetar las normas.

Unos más hicieron añadidos a las cocheras con materiales tubulares de herrería.

Hay jardineras en medio de las banquetas.

Los árboles o plantas se plantan sin respetar las áreas de andadores.

Muchas banquetas fueron levantadas por raíces de árboles, siendo grandes obstáculos.

Banquetas en muy mal estado, es decir ya no son planas, están muy desgastadas y con “baches”.

Registros de COMAPA abiertos o semidestruidos.

Escalones de concreto para acceder a las casas.

Ramas de árboles o rosales y otras invadiendo por la parte superior.

Materiales de construcción obstruyendo el paso.

Mantones de basura o basura regada en los puntos de recolección porque no pasa el camión o porque los vecinos las dejan en bolsas inadecuadas y finalmente se quedan esos residuos.

Anuncios comerciales colocados muy abajo que pueden lastimar a los peatones.

Banquetas cubiertas son pisos muy lisos y por tanto resbaladizos.

Automóviles mal estacionados sobre las banquetas y los accesos a las cocheras.

Cables de algunos de los servicios de luz, teléfono, internet turados sobre las banquetas.

Postes de la CFE o TELMEX de madera ladeados que obstruyen el paso.

Cocheras habilitadas como negocios de comida o venta de ropa que invaden las zonas peatonales.

Basura que abandonan los peatones y que se concentra en frente a casas abandonadas o lotes baldíos.

Portones abiertos que bloquean las banquetas.

Carros de Tacos instalados en las banquetas alrededor del Hospital Civil.

Tramos de banqueta hasta de un ancho de solo 50 centímetros.

Entre otros.

Seguramente usted, querido lector aportará otros datos.

En lo personal en otros sectores  me he encontrado hasta escaleras construidas para acceder a un segundo piso.

O casas totalmente fuera del  alineamiento.

Un caso extraordinario es un gimnasio que se encuentra así al norte de la ciudad.

Casas que veden materiales de construcción que se “comieron las banquetas”.

Ingenieros Civiles  que en sus casas hicieron super-rampas para entrar con sus lujosos autos a residencias e impiden el paso de peatones.

Arquitectos que en el ánimo de dar toques distintivos a sus mansiones, se apropiaron de las banquetas.

Jardines exteriores de toque desértico cuyas platas espinosas invaden las áreas peatonales de las banquetas.

 

Y muchas, muchas más infracciones.

 

Que hacen de Cd Victoria una ciudad enemiga de los peatones en el 90 por ciento de sus calles.

Pues sus banquetas son casi intransitables, de acuerdo a las normas mínimas de seguridad estipulada en las reglamentos vigentes.

Mucho trabajo que hacer para el Ayuntamiento de Victoria.

En especial para las Secretarías de Desarrollo Urbano y de Obras Públicas.

Las Comisiones correspondientes del Cabildo.

Pero también para los Ingenieros Civiles.

Los Arquitectos.

Los Sindicatos de Albañiles.

Los “Maistros” Albañiles, o los “Medias Cucharas”.

Y los ciudadanos en general.

Si no tomamos las medidas correctivas, estaremos condenados a ser un pueblo de personas lisiadas, o enfermos de las rodillas, de ciática o de la cadera.

Hay un slogan muy rescatable que vi en una ciudad turística moderna en el sur del país.

“La Banqueta se Respeta”.

Valiosísimo para empezar a poner orden en nuestra capital tamaulipeca.

Hace como diez años, mi querida madre que en paz descanse, en una visita a Victoria, quiso salir a caminar, pero se percató que era imposible hacerlo como era su hábito en Chihuahua.

También hizo un comentario similar el extinto abogado Humberto de la Garza Kelly.

Y lo repiten con frecuencia algunos amigos que pintan canas y gustan de ejercitarse.

Cuestión de luchar juntos por rescatar esos espacios.

Para evitar tanto gasto médico en traumatólogos, ortopedistas, cirugías de cadera, horas cama hospital, etc.

Espacios dignos para los peatones equivale a mejor calidad de vida y salud de la población.

Pensemos en los demás.

Insisto en el slogan “La Banqueta se Respeta”.

Respetémoslas.