Le abollan la H. al Congreso
En la generalidad de los documentos del Poder Legislativo de Tamaulipas se refieren al Congreso del Estado como Honorable.
La referencia oficial es «El Honorable Congreso del Estado de Tamaulipas».
Se escucha rimbombante.
De hecho siempre me ha parecido una frase muy elocuente, pero que no corresponde a la realidad que se vive en el día a día en ese recinto.
Creo que esa H, es para recordarle a los integrantes de cada Legislatura que llega, deben ser dignos integrantes de la asamblea y abonar a esa «honorabilidad».
Y es que se trata de una institución importante y trascendente, es uno de los tres poderes del Estado.
Su función es la actualización permanente del marco jurídico que rige en la entidad, para que esté acorde con la nueva realidad e incluso abonar el desarrollo futuro.
Para ello requiere de la llegada de personas de gran calidad, que estén a la altura de las circunstancias y exigencias de cada momento, independientemente de las profesiones u orígenes.
Sin embargo, no siempre aparecen los más correctos.
Ha habido de todo, como «En la Viña del Señor».
Entre los diputados siempre ha habido muy buenos, buenos, regulares, malos y muy malos.
Y en la suma de lo que son cada uno de ellos y el comportamiento colectivo que incluye la productividad y eficiencia, se califica a cada Legislatura.
Sin temor a equivocarme, la 65 Legislatura, la actual, es una de las peores en la historia parlamentaria de Tamaulipas.
Hay relevantes avances en la democracia en el país, en la vida interna y transformación de los partidos políticos, en los sectores de la sociedad, en la ciencia, en la economía, en la educación y en la civilidad.
Y era de esperarse que esta evolución se reflejara en la calidad de las personas que llegan a los cargos de elección popular.
Lamentablemente no ha sido de esa forma.
Salvo algunas excepciones, una buena parte de los integrantes de la actual asamblea legislativa, aunque hayan reunido los requisitos legales para ser candidatos y ganar las contiendas, les ha quedado muy grande el cargo de Diputados o Diputadas.
Así, un Congreso de Mayoría Morenista, se vino abajo porque el PAN que llegó en desventaja, desde el Poder Ejecutivo «compró conciencias» y quebrantó la voluntad popular.
Algunos morenistas traicionaron a sus electores, a su partido a su promotor y se pusieron la casaca azul, a cambio de dinero. Perdieron la honorabilidad personal, si es que tenían algo de ella.
Luego vino la reacción de MORENA y con la misma acción, sumo algunos votos de legisladoras que se declararon independientes.
La ambición por el control del poder en el Poder Legislativo, valga la redundancia, se ha convertido en una lucha intestina entre las bancadas de Morena y del PAN.
Las caras visibles actuales son la tampiqueña Ursula Patricia Salazar Mojica, de Morena, sobrina retirada del Presidente López Obrador; así como Félix García Aguiar de Nuevo Laredo y Luis René Cantú Galván, del PAN, fieles servidores del Señor de Mission.
La lucha encarnizada por la Junta de Coordinación Política y del Poder Legislativo, se da en el día a día en el recinto, en las redes sociales, en las sesiones de las Comisiones, en las Sesiones del Pleno Legislativo, en los Tribunales Electorales, en la Corte, en la Fiscalía General de Justicia, en los Juzgados Locales y Federales.
Morena busca ese control para afianzar la gobernabilidad del Estado.
El PAN, para defender el blindaje amañado que dejó el prófugo ex gobernador, que tiene acérrimos defensores en el la Fiscalía Anticorrupción Raúl Ramírez Castañeda, el Fiscal General Irving Barrios Mojica, el Auditor Superior del Estado, Jorge Espino Ascanio y la mayoría de magistrados del Poder Judicial que comanda David Cerda Zúñiga.
Alfileres sobre los que descansa la libertad del ex gobernador, que busca desesperadamente el salvavidas de una candidatura a lo que sea en el 2024, para tener un nuevo fuero que le pueda salvar de la cárcel.
Ese es el fondo del problema de la mediocre 65 Legislatura de Tamaulipas, que sigue empantanada en la semiparálisis, en las reyertas, en los empujones, en las agresiones verbales y físicas, en las cachetadas.
El último «round» fue el pasado 10 de Julio cuando los panistas Félix García Aguiar, Luis René Cantú, Leticia Sánchez, acompañados por los Diputados Federales Gerardo Peña, Vicente Verástegui y Oscar Almaraz, entraron al recinto e intentaron tomar la Junta de Coordinación Política.
En su fallido intento causaron algunos daños en la secretaría General y otras áreas. Se posesionaron de la entrada e impidieron el acceso de personal y la prensa. En esa pugna por la puerta de dio un roce en el que el Jefe de Presa Inés Figueroa Vitela, se llevó la pero parte. Fue agredido físicamente por Vicente Verástegui, Leticia Sánchez y su esposo Julio Hernández y verbalmente por Félix García y René Cantú.
El espectáculo y el caos en que ha caído el parlamento tamaulipeco es una vergüenza para todos. Denigran la investidura de Diputados y abollan la H. de Honorable Congreso del Estado.
Estos los los integrantes de la actual legislatura de la entidad, que podría pasar a la historia como una de las peores, a pesar de la época postmoderna en que vivimos.
De Morena: José Braña Mojica, Casandra De los Santos Flores, Magaly Déndar Robinson, Marco Antonio Gallegos Galván, Juan Ovidio García García, Eliphaleth Gómez Lozano, José Alberto Granados Fávila, Consuelo Lara Monroy, Humberto Prieto Herrera, Gabriela Regalado Fuentes, Juan Vital Román Martínez, Ursula Salazar Mojica, Jesús Suárez Mata, Isidro Vargas Fernández, Javier Villarreal Terán, Armando Zertuche Zuani y Liliana Alvarez Lara.
Cabe señalar que Zertuche y Prieto ya fueron Diputados federales; en tanto que Suárez y Villarreal, Diputados Locales, por lo que se esperaba mucho más de ellos.
Mientras que por el PAN: Luis René Cantú Galván, Carlos Fernández Altamirano, Myrna Flores Cantú, Félix García Aguiar, Nora Gómez González, Edmundo Marón Manzur, Lidia Martínez López, Marina Ramírez Andrade, Nancy Ruiz Martínez, Leticia Sánchez Guillermo, Imelda Sanmiguel Sánchez, Leticia Vargas Alvarez y Angel Covarrubias Villaverde ( prestado al PRI).
En tanto que del PRI son Edgardo Melhem Salinas ( Ya fue Diputado Federal y Local) y Alejandra Cárdenas Castillejos.
Por parte de Movimiento Ciudadano: Gustavo Cárdenas Gutiérrez. ( Ex senador, ex diputado federal y ex diputado local, ex alcalde de Victoria).
Y finalmente independientes: Danya Aguilar Orozco (Reynosa), Sandra Luz García Guajardo ( Matamoros, ex senadora suplente de Francisco García) y Mireya González Zúñiga (Matamoros).
Como puede apreciarse, no todos son tan malos, más de la mitad son salvables, pero las cúpulas han antepuesto los intereses de grupos a los partidistas y sobre todo a los de sus electores, el pueblo.
Les quedan 14 meses de funciones.
Tiempo valioso para intentar reivindicarse para salvar su honra y de paso suavizar las abolladuras serias que le han dado a la H. de Honorable Congreso del Estado de Tamaulipas.
Misión difícil en la antesala de la mega elección del 2024 en que se renovará presidencia de la república, senadores, diputados federales, 43 alcaldías y el propio congreso local.
Pero no imposible.
Salvo que se quieran consolidar como la peor diputación en la historia de Tamaulipas.