López Obrador es Morena, Morena es AMLO y la 4T
LA HORA DE TODOS / Víctor Contreras
López Obrador es Morena, Morena es AMLO y la 4T, ¿Quién heredará la dirigencia del partido? ¿Claudia Sheinbaum, continuará el movimiento?
Morena, el viejo y absoluto PRI
México, ¿la dictadura perfecta o la restauración del autoritarismo?
Con López Obrador, volvió el autoritarismo: un poder total sin contrapesos. El triunfo de Claudia Sheinbaum en las elecciones pasadas confirmó la restauración del viejo PRI que no se veía desde Elías Calles y Lázaro Cárdenas.
México, ¿vuelve a ser la Dictadura perfecta como lo definió Mario Vargas Llosa? o ¿Nunca ha dejado de serlo?
Las Fuerzas Armadas con todo el poderío, con más presupuesto que las secretarias de Educación y Salud, convertidos en constructores, concesionarios de obras insignes de la 4T, “y la vigilancia de las aduanas y aeropuertos”, ¿huachicoleros?; un poder legislativo abyecto, sumiso, que “aprueba iniciativas sin cambiar una sola coma” y, una Suprema Corte de Justicia, a punto de ser sometida, avasallada y humillada, con ministros y jueces “votados por el pueblo”, evidenciando un retroceso, sino, un autoritarismo en su todo su esplendor.
Y al respecto, el jurista y Magistrado de la SCJN, Luis María Aguilar dice tajante “Si no hay Suprema Corte Independiente que haga respetar la constitución y los derechos humanos, esto está acabado; entraríamos en una etapa de autoritarismo irremediable”.
Una sola persona decidiría todo y eso es monarquía, dictadura, o autoritarismo.
Según el Politólogo italiano, Norberto Bobbio, la Dictadura es una forma temporal que suspende el orden constitucional, creando un sistema de gobierno donde todos los poderes del Estado se concentran ilimitadamente en un individuo, a diferencia del totalitarismo que el poder lo ejerce un partido o agrupación militar.
Y el autoritarismo, es un gobierno en el que una sola persona dicta las medidas a tomar y decide por la mayoría, conocidos también como “autocracias”. Unos de sus rasgos son prohibir el pluralismo de partidos y restringir la expresión de ideas políticas opuestas.
Y no le quites ni una coma…
Tras haber arrasado en las pasadas elecciones del 2 de junio con la mayoría calificada en el Congreso , el presidente AMLO y líder y creador del partido Morena, arreció con hacer realidad el Plan C y promover cuatro Iniciativas, como la Reforma Electoral, donde se plantea desparecer al INE y sustiturilo por organo N¿naacional electoral, el INEC, cuyos consejeros igual que los Magistrados del Tribunal electoal, serán electos popularmente.
Y esto es grave, porque cuando se elige a unfuncioanro público electoral, se convierte en representante de los intereses de quien lo eligio y no de todos.
Igual sucede con los Ministros y Magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, junto con los 1646 Jueces a nivel nacional, a quienes de prettende nombrar por medio del voto. Y para septiembre estará aprobada la Reforma judicial sin tocar baranda.
Es de imaginar que los Jueces hagan campaña. ¿Y si no tiene dinero de proselitismo? ¿El narco los financiará? Y si gana el juez apoyado por el crimen organizado, ¿Estos le pedirán favores ayudar a los narcos y sicarios presos?
También se pretende eliminar a las diputaciones y senadurías de representación proporcional y esto significaría un golpe mortal al sistema de partidos y al negocio familiar de los dirigentes de los partidos aferrados a la ubre presupuestal del INE.
Y finalmente la estrategia del desinstitucionalismo, es decr la desapareción de órganos autónomos como el IFT, Telecojunicaiones, la competencia económica y el INAI entre otros.
Y esto, es un grave retroceso.
El nerviosismo del Mercado de Valores
Con el poder legislartivo sometido, el Judicial en visperas de sucumbir, apoyado totalmente y servilemente por las fuerzas armadas, este país entrará a la etapa del autoritarismo irremediable.
Se acabó nuestro sistema político. Todo el poder y sin contrapesos.
Que antes ¿era asi? Tal vez, pero se difrazaba.
El periódico Universal del sábado 8 de junio publicó en su nota principal alarmante ¡Abróchense el cinturón!, con un sumario que mostró turbulencia en el mercado de valores: “De acuerdo con analistas, es la mayor depreciación de la moneda en un periodo similar tras una elección presidencial cuando menos desde 1994; Bolsa, con retroceso semanal de 3.99%”.
Al presidente AMLO le faltan cien días para entregar el poder. ¿López Obrador se irá a la “Chingada” (su rancho), o será exiliado como Elías Calles.
¿La Dictadura Perfecta o Autoritarismo?
Hace 12 años, en la edición de la Revista Letras Libres, del 12 de noviembre del 2012, el escritor Enrique Krauze hace referencia a la definición que hizo Mario Vargas Llosa sobre el sistema político mexicano.
El premio Nobel de Perú, en el “Encuentro Vuelta: La experiencia de la libertad” y ante la desorbitada mirada poeta Octavio Paz, y de más de 40 pensadores del mundo, acuñó la célebre frase «México es la dictadura perfecta»: que es, la radiografía precisa sobre el autoritarismo del partido tricolor que gobernó México durante 80 años.
El arribo del PRI y su octogenaria estancia en el poder de este país, no tuvo contrapeso alguno: el legislativo, acataba la orden de manera abyecta que se define en una frase: a las Iniciativas que te envió, “no le quites ni una coma…”.
“Que no me vengan con que la ley es la ley”, pero pareciera que la frase tiene mejor traducción de un: “¡Mi palabra es la ley!”.
Y la comparación del México de ayer con la realidad de hoy, es casi similar, solo que la actual, tiene más visos de autoritarismo que la anterior etapa.
Como lo decía Luis XIV: L’État, c’est moi. El Estado soy yo. Aseguran los exégetas que es una frase apócrifa que Luis XIV de Francia que pudo haber pronunciado el 13 de abril de 1655 ante el Parlamento de París a los 16 años, como una expresión que identifica a la monarquía absoluta.
¿Habrá alguna coincidencia con el México de hoy?
Y como respondió alguna vez Carlos Salinas ante la pregunta de ¿qué se siente ser presidente de México? Y su respuesta fue de una megalomanía excelsa, casi orgásmica:
–“¡Como si fuera Dios en la Tierra!”.
El presidente de México es un Dios sexenal.
Y los mexicanos agradecen a Francisco I. Madero haber promovido la NO Reelección establecida en el artículo 83 constitucional.
La alianza o complicidad con el Ejército, le otorga al titular del ejecutivo un poder autoritario o casi totalitario que lo convierte en el Primer comandante de las fuerzas armadas. Una autoridad sobre el ejército, la marina, la guarida nacional y la Inteligencia Militar ilimitada.
“Al presidente nunca se le dice que no”, reza la regla no escrita del sistema político.
Octavio Paz, intelectual, escritor y poeta, criticaba a los gobiernos priistas por haber «usurpado» lugares que no le correspondían en la economía y advertía algo más grave: «el partido hegemónico… está en crisis, en vías de desaparecer, si no se transforma. El dilema para el PRI es muy claro: o se transforma y se democratiza, o bien desaparece».
Nada ha cambiado, sigue igual o peor.
Los ortodoxos priistas, solo cambiaron de siglas.
Sin embargo, el PRI nunca desapareció, se transfiguró y. se convirtió en Morena.
Octavio Paz lo dijo contundente y su planteamiento sigue vigente:
«En México no hay más dictadura que la del PRI y no hay más peligro de anarquía que el que provoca la antinatural prolongación de su monopolio político» (Posdata, Siglo XXI, 1970, p. 57).
¿Existe una diferencia entre Morena y el PRI?
Y se refiere al autoritarismo de los años 70’s, y la matanza del 68, la falta de participación de la izquierda y la postración de la derecha desde la sacristía.
Aquella época, era una olla de presión a punto de explotar.
Sin embargo, aun así, el poder presidencial era tan poderoso como bien lo explica David Cossío Villegas en su artículo “Las Dos Piezas Centrales”, pág. 23, párrafo segundo: “la Constitución del 17 creo un ejecutivo extraordinariamente poderoso, y que de allí emanan muchas de las facultades amplias de que goza en México el presidente de la República”.
Y es aquí donde se encuentra el origen del autoritarismo que se transforma a una “dictadura sexenal perfecta” como la define Mario Vargas Llosa, que se quedó para la historia.
Pero lo más importante de las amplias e ilimitadas facultades metaconstitucionales del presidente, (más allá de la constitución), entre otras, están, el nombrar o imponer a su sucesor; ser el comandante de las fuerzas armas; “seleccionar”, imponer (y deponer) a gobernadores, diputados federales, Senadores, y a directivos de cuanta institución exista en este país, como es el caso del INE, el Tribunal Federal Electoral e intentar someter a los magistrados del Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Pero el caso por demás interesante es el control y sometimiento de la “Secretaría Legislativa”, es decir, Cámaras de Diputados y Senadores.
Como lo mencionaba líneas arriba, a las Iniciativas que envió AMLO al congreso, parecieran llevar una orden de: “no le quites ni una coma…”.
“Que no me vengan con que la ley es la ley”, una frase que se traduce en un: “¡Mi palabra es la ley!”.
Cito por segunda ocasión a Cossío Villegas al referirse a la subordinación del poder legislativo al presidente, porque es por demás interesante (pág. 29. 2º, párrafo):
“es explicable, pues la mayoría parlamentaria está compuesta. De miembros del partido oficial o en el gobierno, cuyo jefe supremo es el presidente de la. República, aún y cuando formalmente no aparezca como tal”.
Y es obvio, que, en nuestro México, el futuro político de diputados y senadores no depende de los electores, sino de la decisión del presidente en turno, del dios sexenal del autoritarismo.
Así que la abyección del poder legislativo es explicable, y por eso pasaron sin tocar baranda las iniciativas como la desaparición de la forma jurídica del Amparo, la nueva Ley de Amnistía, la prisión preventiva oficiosa, y los diputados no solo no las leyeron, no las analizaron, solo, las aprobaron.
En una demagogia a ultranza del doble discurso y narrativa priista, AMLO, buscó acallar a los disidentes, agarró enemigos favoritos, en especial líderes de opinión y periodistas, y los hizo pedazos. Los aniquiló.
Intolerante a la crítica como Benito Mussolini, Il Duce ha sempre ragione (El líder siempre tiene la razón), López Obrador, es un estratega eficiente para crear cortinas de humo y esconder la realidad de la problemática nacional. Aunque esté equivocado, “tiene sus otros datos”.
Antes buscaba a la prensa y a los periodistas “para usarlos”. Ahora los odia y los persigue como a Ciro Gómez Leyva y Carlos Loret de Mola.
Por eso, era necesario hacer la diferencia entre totalitarismo, autoritarismo y populismo. Se confunden. Coinciden en la actitud represiva y la concentración de poder en manos de o un líder. La diferencia son las formas de controlar las sociedades y ejercer el poder.
Alguna vez, en una de sus mañaneras, de manera cínica y burlona, dijo que los pobres, solo sirven para votar. Y eso es populismo, una campaña electoral permanente.
Salinas creo el programa Solidaridad y ahora se llama Bienestar. ¿Alguna diferencia?
Morena es el viejo PRI. Es el regreso del autoritarismo.
Fue escandalosa y polémica la propuesta de Paco Ignacio Taibo II, director de la Editorial Fonde Cultura Económica, al decir que se debería expropiar a los empresarios adversarios y fusilar a los opositores.
Claudia Sheinbaum, levantaba las clausuras a empresarios con la condición de que se afiliaran a Morena.
Y Rocío Nalhe y Delfina Gómez, presumían su recaudación proveniente del crimen organizado.
En su libro “Los Puntos sobre las íes”, –publicado en marzo de 2024–, María Amparo Casar, directora del Movimiento contra la Corrupción y la impunidad, hace unas, por demás interesantes y analíticas reflexiones sobre “El legado de un gobierno que mintió, robó y traicionó”, referentes al gobierno de AMLO.
Una auditoría analítica que lo destroza y no le deja un hueso sano.
De ahí vino el contra ataque para Amparo Casar: la acusan de corrupción por el “suicidio de su marido”.
Y menciona la equivocada estrategia del obradorismo de “abrazos no balazos” contra el crimen organizado que ensangrentó y violentó al país y un ejemplo de ello fue el “culiacanazo” donde primero atrapó al hijo del Chapo Guzmán, Ovidio “El Chapito”, luego lo soltó.
Y lo peor, se exhibió con la madre del líder el Cártel de Sinaloa, allá en el pueblo Badiraguato
Quizá no menciona que los dividendos del trasiego ilegal del combustible o huachicol y el cobro de piso a los cárteles del crimen organizado no solo es para el financiamiento de las campañas de su partido Morena, sino un negocio de los hijos del presidente.
La desmilitarización del país fue demagogia, pues los militares, son los que manejan aeropuertos y aduanas, son los dueños, los que gobiernan este país.
Morena es el viejo PRI: es el regreso del autoritarismo.
Y sigue la pregunta: ¿cómo es posible que haya arrasado Morena en las elecciones? ¿Fue un tributo y homenaje a la corrupción de la 4T?