Manuel Muñoz Cano, puñalada trapera al PRI
* El ex operador político más influyente en el sexenio de Eugenio Hernández se baja del barco hundido, denunciado en el «nuevo PRI» de ahora- viejas prácticas y repartición de cargos públicos para grupos selectos.
Por: Juan Antonio Lerma
Ciudad Victoria, Tam.- Tal pareciera que por instinto de sobrevivencia, algunos políticos abandonan el barco que se va hundiendo hasta el fondo. Tal es el caso de Manuel Muñoz Cano, después de toda una vida en el PRI, ocupando importantes puestos y de haber conseguido dinero y poder en los mejores tiempos del ex gobernador tamaulipeco Eugenio Hernández Flores; hoy- en pleno aniversario número 91 del PRI clava el puñal en la espalda al partido político que lo vio nacer, pero cual, también otorgó importantes cargo dentro del servicio público a su desparecido padre desde el asesinato del ex candidato presidencial, Luis Donaldo Colosio Murrieta- Manuel Muñoz Rocha.
Manuel Muñoz Cano, quien también ha operado para otros ex gobernador hoy decidió abandonar al PRI, denunciando prácticas antidemocráticas desde el 2010, cuando precisamente asesinaron al ex candidato a la gubernatura, Dr. Rodolfo Torre Cantú, y cuya responsabilidad gubernamental le correspondió a Egidio Torre Cantú, quien por cierto nunca se llevó políticamente hablando ni con Eugenio Hernández, y ni, con su ahijado político- Manuel Muñoz Cano.
Señala también que el PRI de ahora que dirige el protegido de Egidio Torre Cantú, Edgardo Melhem Salinas- está cada vez más lejos de encontrarse con los fines ciudadanos y concentra únicamente en ocupar puestos públicos para grupos selectos, sin un debido escrutinio popular.
¿Qué acaso ya olvidó Muñoz Cano, cuando junto con Ricardo Gamundi- le hicieron tremendo daño al PRI?
El operador político más querido y consentido en el sexenio pasado Muñoz Cano, debe recordar el dicho que reza: «El zorro cambia de pelo, nunca de mañas». ¿En verdad piensa que se renuncia le hace daño al PRI más de lo que ya le hizo el ex poderoso grupo Victoria? Peor, no puede estar. Que le vaya bien. No será ni el primero ni el último que se va.