Columnas

Morena: Prueba de fuego

El éxito de MORENA en l elección presidencial de 2018 fue su candidato Andrés Manuel López Obrador con 18 años de lucha en las calles del país.

La fuerza de su trabajo tesonero en dos campañas presidenciales previas, le daban una buena ventaja sobre sus adversarios.

Su lucha social, popularidad y la narrativa del discurso contra un régimen corrupto y un pueblo cansado de ver los abusos y  la desigualdad social, allanaron su camino al triunfo.

Hoy, de cara a la elección presidencial del 2024, la situación es muy diferente.

Primero.- Andrés Manuel López Obrador ya no aparecerá en forma directa en la boleta electoral.

Segundo.- El ejercicio del poder tiene un desgaste natural, pues un gobierno no puede cumplir las expectativas de toda la población.

Tercero.- En un intento por probar democracia interna y cercanía con el pueblo para la definición del abanderado presidencial de Morena, se abrió el abanico a seis aspirantes:  Marcelo Ebrard, Ricardo Monreal, Adán López y Claudia Sheinbaum por Morena; Gerardo F. Noroña del PT y Manuel Velasco del PVEM.

Cuatro.- Aunque todos tienen una relación cercana con el líder real del Movimiento de Regeneración Nacional, (AMLO) al menos tres de ellos tienen nombre propio en la política, trayectoria sólida, narrativa propia, paso de urnas, sueños presidenciales y poderosa ambición.

Cinco.- La definición a través de encuestas, tiene antecedentes de manipulación para favorecer a los aspirantes favoritos de » ya saben quien», por lo que estará bajo la lupa ante la desconfianza de los aspirantes más sólidos.

Seis.-El riesgo de la ruptura en las filas de Morena es alto en espacial si la decisión de dirige hacia alguno o alguna de los aspirantes más débiles.

Siete.- Si la consulta va ser abierta a la sociedad, existe la posibilidad de que la oposición participe para orientar el fallo hacia algún prospecto más afín a sus intereses.

Ocho.- La contienda del 2024 será «la madre de todas alecciones» pues en especial en Tamaulipas se renovarán además de la Presidencia de la República,  el Senado, la Cámara Federal de Diputados, 43 alcaldías y el Congreso Local.

Nueve.-La ausencia de un grupo sólido morenista en Tamaulipas, aumenta las posibilidades de confrontaciones internas que generen división en los principales municipios.

Diez.- Los intentos por debilitar a los alcaldes morenistas de las principales ciudades,  podrían precipitar la pérdida de espacios, si no se rectifica.

Cierto que la oposición PAN, PRI y PRD esté muy devaluada y recibió un severo golpe con la reciente pérdida o entrega del Estado de México y las derrotas en más de 20 gubernaturas en los últimos seis años.

Y que también tienen problemas de falta de figuras de buena talla que puedan hacer frente a la contienda con entereza.

Pero se podría fortalecer con la fractura del morenismo si no responde a las expectativas de la sociedad mexicana en su proceso de selección.

No todo es mil sobre hojuelas para AMLO y su Movimiento de Regeneración Nacional.

Esa es la cruda realidad para ese instituto político, manejado por un solo hombre, como en la cuestionada hegemonía tricolor.

La sociedad está a la expectativa.

Y sabrá tomar decisiones inteligentes a la hora de la urna.

Ni las victoria ni las derrotas son para siempre.

Y los resultados buenos, regulares o malos de los gobiernos municipales, estatales y federal cuentan.

Por tanto, la definición de la candidatura presidencial en los primeros de septiembre y la contienda constitucional del 2024, serán pruebas de fuego para Morena y su artífice.

Pronto veremos el desenlace el primero de los actos.

Y sus consecuencias en el segundo.