Poco a Poco Ejido La Isleta se Queda sin Pobladores; Falta de Electricidad su Principal Necesidad
*De tener poco más de 50 ejidatarios, hoy el sitio tiene no más de 35 familias habitando y viviendo de la pesca y agricultura
Francisco Herrera
De tener poco más de 50 familias habitando en el único ejido que tiene Tampico llamado «La Isleta», en los últimos años han decidido emigrar poco más de 15 familias a lugares cercanos como Tancol y otras colonias, ya que la falta de electrificación y apoyos del gobierno para solventar actividades como la pesca y agricultura, han sido los principales problemas que siguen enfrentando los lugareños.
Efraín Acosta Pérez, quien dijo ser pequeño propietario en el ejido, que se encuentra a escasos 20 minutos río arriba en el sistema lagunario viajando en lancha, explicó que las familias han logrado sobrevivir a inundaciones y fuertes avenidas de los ríos Guayalejo, Tamesí y Pánuco en temporada de lluvias.
Dijo, que, a pesar de ello y la falta de electricidad, otro de los problemas que han enfrentado por muchos años, el ejido ha salido adelante mediante el desarrollo de sus principales actividades como la pesca y agricultura.
Detalló que algunos dueños de esas tierras han decidido abandonar al ejido para irse a vivir a sectores aledaños, pues además los hijos de esas familias ya no ven el sitio como algo productivo y con desarrollo.
«Unas 15 familias han decidido salirse de ahí e irse a rentar o de plano vender su propiedad cansados de esperar la llegada de los servicios como la electricidad», expuso
Subrayó que en el ejido La Isleta ya quedan muy pocos fundadores, ya que sus dos principales actividades productivas y de sustento han ido a la baja de manera considerable.
«Ahí nos dedicamos a la pesca, además de la siembra de chile, tómate, cebolla, frijol y maíz. Hoy no hay ningún tipo de apoyos del gobierno y la energía eléctrica no llega».
Acosta, dijo que desde su infancia vive en dicho ejido y así como él hay varios dueños de predios que aun teniendo muchas cosas en contra, siguen esperando que la electrificación llegue y con ello se pueda iniciar con el despegue familiar y laboral del único ejido que tiene el Puerto de Tampico.