Columnas

Reeditar la esperanza

Reeditar la esperanza

Por María Jaramillo Alanís

Hace dos años, Tamaulipas inició un proceso de regeneración de la vida pública, enfrentando desafíos complejos para recuperar la esencia de nuestra tierra. Hoy, a la mitad de este recorrido, es necesario hacer una pausa para reflexionar sobre lo que se ha logrado, admitir que aún falta por hacer, sobre todo en pobreza extrema, reconocer el esfuerzo colectivo y renovar el compromiso de construir un mejor futuro.

Américo Villarreal Anaya, recordó enumerando lo logrado en dos años, y desde la Victoria, envío un agradecimiento al presidente Andrés Manuel López Obrador, cuyo legado de lucha social ha sido una inspiración para los tamaulipecos.

La elección gubernamental de 2022 marcó un punto de inflexión. Pues luego, tras años de autoritarismo y saqueo, la ciudadanía expresó su deseo de un nuevo comienzo.

La jornada electoral no solo trajo un cambio de administración, sino la oportunidad de construir un nuevo pacto social, basado en la transparencia y servicio a la comunidad.

Desde el primer día, se estableció como prioridad devolver al pueblo tamaulipeco su lugar como el verdadero protagonista de las decisiones de gobierno.  Esto ha implicado un cambio en la dinámica política y administrativa, donde la probidad y la eficiencia dejaron de ser solo palabras para convertirse en un compromiso diario.

Uno de los pilares de este verdadero cambio ha sido el trabajo del DIF Tamaulipas, liderado por la doctora María de Villarreal. Su equipo ha llegado a los rincones más necesitados, comunidades abandonadas y sumidas en la pobreza, ahí ofrecieron apoyo y cariño a quienes enfrentan situaciones de vulnerabilidad.

Con su labor, el DIF ha demostrado que la empatía y la cercanía pueden cambiar realidades, y ha sido un modelo a seguir para otras instituciones en el estado.

Y aunque el DIF y todas las y las trabajadoras de esa institución se partan el alma, no ha sido suficiente, tanto que Villarreal Anaya llamó a todos a colaborar para sacar de la pobreza extrema a 98 mil tamaulipecos.

El gobernador hizo un llamado a los alcaldes y a las alcaldesas recientemente electos, pues les corresponde asumir el compromiso de gobernar con honestidad, con la mirada puesta en el bienestar de quienes más lo necesitan.

Reeditar la esperanza no es una tarea sencilla, es un proceso constante, que requiere de la valentía de enfrentar las adversidades y de la voluntad de construir un presente mejor para los que vienen atrás de todos nosotros, los adultos.

Dos años desde que las y los tamaulipecos le dieron su voto a un proyecto distinto, humanista, que prometió no dejar a nadie atrás y sobre todo, que no eran iguales a los del PRIAN.

Y antes de pensar en un sucesor o sucesora, Tamaulipas ocupa no perder de vista que hay una jefa política, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, que en siete días ha demostrado tener mano firme y recio carácter. No perder de vista los cien compromisos a los que se tienen que ajustar las y los gobernadores.

Felicidades a todas y todos los que votamos hace dos años por el Dr. Américo Villarreal Anaya, y que logramos el triunfo frente a lo más retrógrada y sucio del panismo.

A dos años se requiere no solamente hacer un alto en el camino y reflexionar, sino que además se ocupa deshacerse de lo que no funciona, de lo que es un lastre en la administración pública.

Reediten la esperanza, es decir, que valga la pena seguir pensando que en Tamaulipas se puede vivir con dignidad y además los ciudadanos se conforman con muy poco; agua, calles pavimentadas, transporte de primera y no chatarra, atención médica cálida con medicinas, calles iluminadas y ordenamiento urbano.

Desde Mi Trinchera Vietnamita, más Janambre que nunca.