Columnas

Sección 30 SNTE: Voto libre

Por: Javier Terrazas

Como hijo de maestro de pensamiento crítico, nunca acepté ni comprendí el sistema de elección de dirigentes sindicales a través de asamblea o convención de delegados, donde finalmente aceptaban la imposición (dedazo) de la dirigencia nacional.

No concebía que un profesionista calificado, con liderazgo en el aula, la escuela y la comunidad aceptara sin cuestionar el nombre del favorecido por el dirigente nacional en turno, fuese el cacique Carlos Jorgitud Barrios, su relevo Elba Esther Gordillo Morales, el emergente Juan Díaz de la Torre y el actual Alfonso Cepeda Salas.

Conformarse con el reparto de posiciones de una planilla en negociaciones que llevaban horas de encierros, estira y afloje, dimes y diretes e incluso jaloneos y hasta golpes, me pareció siempre denigrante para los maestros, a esos que se respeta en las aulas.

De esa manera llegaron entre otros Secretarios Generales de la Sección 30 del SNTE Ramón Bahena Rodríguez, Rubén Salas Mata, Jorge Guadalupe López Tijerina, Jaime Medellín Cepeda, Enrique Meléndez Pérez, Noé Rodríguez García, Arnulfo Rodríguez Treviño, Rafael Méndez Salas y el actual Rigoberto Guevara Vázquez.

Por ello me pareció muy relevante que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, que comprende a maestros y empleados administrativos, se abriera a la democracia, al voto universal, libre y secreto.

Como un gremio formado por profesionistas de la élite intelectual del país, considerado que el promedio del nivel educativo de nuestro pueblo es de tercero de secundaria y que son ellos los formadores de las nuevas generaciones, creo que en esta oportunidad deben darnos una clase de democracia.

Es el gran reto, que ese ejercicio de apertura democrática sea un ejemplo para el resto de los sindicatos y de la propia sociedad tamaulipeca y mexicana.

Sin embargo, en pleno proceso eleccionario del nuevo Comité Ejecutivo de la Sección 30 del SNTE en Tamaulipas, no se aprecia una gran vocación democrática de este gremio magisterial.

Y le planteo algunos de mis argumentos sobre esta apreciación.

Siendo un gremio formado por mayoría de mujeres, no hay ninguna planilla encabezada por una maestra.

No es suficiente ser maestro y tener aspiraciones a llegar a la dirigencia, pues entre los requisitos se incluye ser parte de la Sección 30 o haber tenido algún cargo seccional.

De las tres planillas registradas Naranja, Amarilla y Blanca, no se aprecia un liderazgo natural a la altura de las exigencias que impone ese gremio para enfrentar los retos internos y desafíos externos.

Los intereses de partidos políticos presentes en una etapa de transición por el cambio en el Poder Público en Tamaulipas, permearon al interior del SNTE y convirtieron el proceso de renovación en un «campo de batalla» para medir fuerzas azules y marrones, con lo que la autonomía sindical está en riesgo.

Abiertamente se han dado acusaciones de que detrás de la planilla blanca que encabeza el profesor de nombre complicado Naif Hamscho Ibarra está respaldada por el PAN a través del Senador de Primera Minoría Ismael García Cabeza de Vaca.

En tanto que al titular de la planilla Naranja Abelardo Ibarra Villanueva, se le respalda desde las esferas de poder morenista, situación que él mismo evidenció al publicar fotos del brazo de quien hoy gobierna Tamaulipas.

El menos contaminado de intereses partidistas y politico-gubernamentales , es el veterano profesor que encabeza la planilla amarilla, Arnulfo Rodríguez Treviño, quien tratando de rescatar juventud de su pasado, quiere probar que su liderazgo es real y no una concesión graciosa de Elba Esther Gordillo Morales, quien permitió su llegada una vez a la dirigencia.

Obvio que Arnulfo Rodríguez también tiene un pasado de relaciones con gobiernos priistas, panistas y hasta con los recientes morenistas. Pero en este proceso no se ve abiertamente ese respaldo.

Son las tres alternativas que tienen los más de 75 mil electores del sindicato magisterial de la entidad para elegir a su nuevo dirigente.

Como puede apreciarse, no están los mejores cuadros de las bases de profesores y profesoras que puedan representar de una mejor forma a este relevante gremio.

Pero son los que aparecerán en la boleta el próximo 9 de diciembre cuando deberán sufragar para definir quién los represente en esta nueva etapa sindicalista.

Si prevalecieran los padrinazgos externos, lo más probable es que sea ungido Abelardo Ibarra Villanueva.

Si los sindicalistas salen a votar en forma masiva y en libertad, podría resurgir el veterano profesor oriundo de Villagrán y avecinado en Nuevo Laredo, Arnulfo Rodríguez Treviño.

Y una verdadera sorpresa sería que resultada ganador el maestro del nombre complicado Naif Hamscho Ibarra. En el «pecado de los cuernos», parece llevar la penitencia.

Salvo su mejor opinión.

Y en especial la de los integrantes del gremio magisterial.

Pero insisto, no se ven los liderazgos naturales de ese basto e importante gremio de la sociedad tamaulipeca.