Tamaulipas, del Komander al himno a JGL
David Ed Castellanos Terán
@dect1608
Tamaulipas, del Komander al himno a JGL
La cifra de 87 muertos en tres días parece nada cuando en México hemos escuchado noticias de más de 100 homicidios en menos de 24 horas, pero en El Salvador, la vida de sus connacionales es respetada por sus gobernantes. Ayer cumplieron un año de Estado de Excepción y el presidente Nayib Bukele anunció el pasado 14 de febrero que cumplieron 300 días sin asesinatos.
En marzo de 2022 los 87 homicidios registrados a consecuencia de la violencia por las pandillas fue la jornada más sangrienta en la historia reciente de El Salvador, suficiente para que el joven de 41 años Nayib Armando Bukele Ortez, enviara a sus legisladores un proyecto de decreto que contenía el Régimen de Excepción.
La decisión en números casi 67 mil presos, y claro, la lluvia de denuncias a los supuestos abusos y violaciones de los derechos humanos se dispararon hasta 5 mil 800. Pero regresó la paz y el orden a El Salvador, el país vive distinto a hace un año, incluso, podemos ver a través de los informativos internacionales que las canchas de fútbol, han sido utilizadas nuevamente por los niños y jóvenes después de varias décadas de estar bajo el control y poder de los delincuentes.
Bukele reclama al pasado, pero se atiende del presente para dejar un mejor futuro a los cuscatlecos, y la decisión del régimen de excepción, claro que impacta favorablemente en México, es evidente la reducción del éxodo, aunque mantenerse en esa postura no ha sido fácil.
En el mes de abril, apenas unos días después de ejecutar lo que ahora llaman “el milagro Bukele”, los delincuentes lanzaron una serie de rumores, amenazaban al Gobierno con matar gente inocente al azar, la respuesta del presidente Nayib Bukele fue pararse firmes ante sus gobernantes y responder: “Hagan eso y no va haber un tiempo de comida en la cárcel, uno, a ver cuánto tiempo duran esos hombres allá adentro”.
Contundente, sin titubeos y decidido a hacer valer la libertad de sus paisanos. Se jura diciendo que ahora las prisiones no son los cuarteles generales de las pandillas, que El Salvador es un país, libre y soberano; que las fiestas en las cárceles y festines con prostitutas se acabaron ni salen desde adentro órdenes para matar o extorsionar. Bukele no tiene otros datos, a los organismos internacionales defensores de los Derechos Humanos les ofrece al 2×1 a los integrantes de los grupos delincuenciales, “si tanto los quieren vengan por ellos”, replicó en un mensaje a la nación.
No hace mucho circularon en todos los medios de comunicación las imágenes en fotos y videos de cómo fueron tratados los reos de sus cárceles, se trataba de un operativo de limpieza desde los cementerios; es decir, fueron trasladados a los panteones para que destruyeran todas las criptas o monumentos alusivas de los pandilleros, lo que Bukele no quiere es que las tumbas tengan los nombres de las pandillas como Mara Salvatrucha, Barrio 18, simple y sencillamente, porque allá está prohibida la apología del delito.
El control territorial de Bukele entierra 31 años de lo que él llamó “falsos acuerdos de paz”, y por fin El Salvador vive una verdadera paz… cualquier parecido con el gobernante mexicano es mera coincidencia.
En la intimidad… Cuando hace seis años en la Zona Metropolitana de Tampico se impidió el concierto del Komander, hoy en el Tamaulipas en transformación se cantan a los 4 vientos los himnos al Chapo y uno que otro capo.