Columnas

Tamaulipas y los paisanos.

Tamaulipas es un estado importante del norte del país, en particular por las corrientes migratorias de esta temporada navideña en que cruzan por sus carreteras miles de paisanos que regresan a sus sitios de origen, sean en regiones de la entidad o de otras zonas del país.

Tiene 371 kilómetros de frontera con Texas y a lo largo de sus diez municipios ribereños hay 18 puentes internacionales que son utilizados para el cruce de las caravanas vehiculares.

Los más socorridos por estar en las rutas carreteras de mejor conectividad son los de Nuevo Laredo, Reynosa, Matamoros, Valle Hermoso y Río Bravo.

Las mayores oleadas de paisanos van a los estados de Guerrero, Zacatecas, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Guanajuato, Hidalgo, Puebla, Veracruz, Sn Luis Potosí e hidalgo, por ser las entidades de mayor salida de mano de obra del lado oriente del país.

Pero también Tamaulipas aporta su cuota relevante, tanto de los municipios fronterizos, de los grandes y medianos municipios urbanos, así como de la zona rural.

De acuerdo a la Oficina de Censos de Estados Unidos y estimaciones del INEGI del 2018 había cerca de 38 millones de mexicanos en el vecino país del norte, de los cuales 12.3 millones son nacidos en México y 26 2 millones de segunda o tercera generación, de uno o dos padres mexicanos o ascendencia mexicana.

Esto representa más del 10 por ciento de la población estadounidense, la cual rebasa ya los 323 millones de habitantes.

Tan solo de Tamaulipas se estima que hay 500 mil personas radicadas en esa nación vecina, sea ilegal o ilegalmente, de los cuales unos 350 mil se encuentran en Texas por la gran vecindad e interacción de nuestras fronteras.

El resto, unos 150 mil más, se distribuyen en el resto de las entidades de los Estados Unidos de Norteamérica, entre los que figuran Florida, Georgia, Carolina del Norte e Illinois.

Si la población actual de Tamaulipas es de 3 millones 527 mil 735 habitantes, de acuerdo al Censo del INEGI del 2020, esos 500 mil tamaulipecos que emigraron representan un 14.7 por ciento, es decir, por cada siete tamaulipecos en la entidad hay otro más en Estados Unidos.

Un estudio sobre Migración y Remesas del Banco BBVA del 2023 en colaboración con el Consejo Nacional de Población con datos del 2021 revela que los mayores flujos de tamaulipecos al vecino país del norte son de Matamoros con 17.4%, seguido de Reynosa con 14.8%, después Nuevo Laredo con 11.5%; Tampico con 7.8 % y en quinto sitio El Mante, con 7.0%.

Aunque no aparecen con fuerza como municipios exportadores de mano de obra temporal para el mercado estadounidense, también son relevantes algunos de la zona del altiplano tamaulipeco como Tula, Miquihuana, Bustamante, Palmillas y en menor gado Jaumave.

Importantes desde el punto de vista dl número de habitantes que emigran en relación a la población de cada uno de los municipios y que, en esta temporada, muchos de ellos regresan a disfrutar unas semanas con sus familias, a quienes el resto del año envían remesas para su sostén.

Las últimas dos semanas de cada año, en esta región semiárida tamaulipeca, miles de paisanos vuelven a dar vida a sus comunidades, generando importante derrama económica, no solo por los consumos durante sus estancias, sino por las mejoras que realizan en viviendas o sus equipamientos.

Incluso hay un día, el 28 de diciembre, en que se festeja el “Día del Migrante” en varias comunidades de Tula y Miquihuana, con celebración de jaripeos, bailes populares y comidas tradicionales.

Tamaulipas, como puerta de entrada y salida de los paisanos, debe ser un celoso vigilante de sus carreteras federales, estatales y caminos municipales en esta temporada.

Los cuerpos de seguridad de los dos niveles de gobierno tienen que actuar como guardianes protectores de los paseantes, nacionales o extranjeros, pero espacialmente de los paisanos.

Dar un acompañamiento permanente que proteja, oriente, facilite y auxilie en casos de alguna contingencia, accidente o emergencia.

Es una oportunidad de oro para mostrar al propio estado, al país y al mundo, que las mejoras físicas en la infraestructura carretera y portuaria, pero sobre todo en materia de seguridad pública, están mejorando.

Cuidar, proteger, resguardar, consentir y apapachar a los paisanos en su entrada a México, tránsito, estancia y retorno a los Estados Unidos, debe estar en la misión de los cueros de seguridad, de los alcaldes, diputados, funcionarios estatales y federales asentados en Tamaulipas.

La derrama económica de los paisanos en esta temporada navideña, pero sobre todo las remesas que envían durante todo el año a sus familias radicadas en comunidades rurales o zonas urbanas son de suma importancia para la vida diaria de Tamaulipas.

De tal forma que su seguridad y atención de calidad y calidez, tienen que ser una norma con los paisanos tamaulipecos y los mexicanos de otras regiones del país que cruzan por este territorio.

Tarrea que deben entender, promover y fincar como protocolo el secretario general de Gobierno Héctor Joel Villegas González; el secretario de Seguridad Pública Estatal, Sergio Chávez García; el secretario de Turismo del Estado, Benjamín Hernández Rodríguez, así como los 43 alcaldes y alcaldesas de Tamaulipas.

Hay que dejar atrás la versión del rincón olvidado, tenebroso o paraíso de la mordida y el atraco para erigirnos a la esquina dorada en donde el paisano sienta el afecto y la calidez de la patria, del hogar y la familia, así como el regreso seguro a sus zonas de trabajo en “Gringolandia”.

Y gran abrazo a las paisanas y paisanos que “se la rifan” sorteando todo tipo de dificultades para laborar en el vecino país y no olvidan a su terruño, regresando con cierta frecuencia y velando por sus familias con el envío de “dolarucos”.

Feliz trayecto, estancia y retorno.

Dios los acompañe.