Una Tras Otra/Es El Planetario, Cueva de Lobos
Una Tras Otra/Es El Planetario, Cueva de Lobos
Por Jesús Hernández García. –EN ALTAMIRA NO HABRÁ DESFILE ESTE LUNES…El municipio tamaulipeco de Altamira dio a conocer que para este 16 de septiembre no se tiene contemplado llevar a cabo el tradicional desfile militar de inicio de independencia.
Y no, a diferencia de los 29 municipios de siete entidades donde se tomó la determinación de cancelar el festejo patrio del Grito de Independencia este domingo, en el sureño municipio éste si se efectuó.
El Secretario del Ayuntamiento de Altamira, JOSE FRANCISCO PÉREZ RAMIREZ, aclaró que tal cancelación, del Desfile de este lunes, se debe a que las Fuerzas Federales notificaron que por esta ocasión no podrán participar.
A diferencia de entidades como, Sinaloa, Nuevo León, Durango, Michoacán, Guanajuato y Oaxaca, en donde, por cuestiones de inseguridad y para proteger a la población se tomó la determinación de suspender el Grito de Independencia.
Una Tras…EL PLANETARIO SIN SEGURIDAD Y A MERCED DE LOS DELINCUENTES…Por cierto, ya que andamos metidos en tema de inseguridad, valdría la pena que los funcionarios de la Secretaria de Bienestar Social y la Dirección de Desarrollo del Deporte, a cargo de, la bióloga, SILVIA CASAS GONZÁLEZ y MANUEL ALEJANDRO VIRUÉS LOZANO, le pusieran más atención, mejor dicho, toda la atención, al área campestre de forma particular y al resto de las instalaciones deportivas que conforman la Unidad Deportiva Siglo XXI.
El lugar se ha convertido en una verdadera “Cueva de Lobos” ; la semana pasada una dama fue, literal, “manoseada” por un sujeto que se desplazaba en una motocicleta, en el interior de la Unidad, los gritos de desesperación nadie los escuchó, la dama pudo haber sido abusada pero logró librarse y escapó de su acosador.
Y es que, resulta que El Planetario, carece de vigilancia y las cámaras de seguridad no funcionan, no hay policías, por lo menos cuidando el centro recreativo y deportivo, – hay que decirlo-como ocurría en anteriores sexenios.
Durante la administración del gobernador, TOMAS YARRINGTON RUVALCABA, hasta existía una caballeriza y la llamada Policía Montada efectuaba labores de vigilancia, la cual desapareció en los sexenios posteriores, en el de EGIDIO TORRE y CABEZA DE VACA, se desatendieron del tema.
Ciclistas que hacen uso de las áreas campestres, donde se encuentra una pista de ruta, también han sido asaltados, varios conocidos que ahí se entrenan han sido testigos de reuniones de malvivientes.
Los policías solo se aparecen cuando algún funcionario visita el amplio lugar u ocasionalmente se entrena, pero la mayor parte del tiempo carece de vigilancia, muchos deportistas se encuentran a merced de la inseguridad que ha tomado carta de naturalización.
Urge y es preciso que los funcionarios responsables, del deporte y Secretaria de Bienestar Social, se pongan las pilas y que no únicamente aparezcan en fotografías sonrientes y justificando los grandes sueldos que perciben y gozando de seguridad y unidades blindadas, olvidándose de la inerme población.
Sabrán SILVIA CASAS Y MANUEL VIRUÉS, que al Planetario se puede ingresar sin mayor problema, en la caseta de entrada ningún mortal vigila y eso es delicado y podría tener consecuencias de las que luego, como ocurre, se echarían la pelotita.
1.-UNA TRAS… MAKYTO y MAKY EN LA MIRA DE LA AUDITORIA Y DEL CONCRESO…Al estilo de su “Patrón” el ex gobernador de Tamaulipas, CARLOS “MAKYTO” PEÑA ORTIZ, aprendió bien el camino del prófugo y optó por recurrir a medios de comunicación a modo, para justificar sus yerros como alcalde de Reynosa.
Ciñéndose al libreto, MAKYTO, dijo ser víctima de campañas negras y de medios “pagados”, algo como lo que él hace y ahora les incumple el pago; con ello intentando salir del fango o el estiércol.
Pero sin dar el kilo, es un decir porque el sujeto padece obesidad crónica; como alcalde ha resultado ser un total fracaso; MAKYTO debe saber que los diputados locales ya tienen preparada la revisión de sus cuentas públicas, muchas de las cuales, incluidas las de su mentora, evidencian inconsistencias y otras en las que ninguno de los dos, madre e hijo, han podido solventar.
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