Columnas

Al Vuelo-Merolico

Por Pegaso

I

Ahí les va. Dales uno, dales ese. Dales todo. Doscientos cincuenta. Ora, ¿quién quiere otro? Doscientos cincuenta. ¿Quién lo quiere? Dos cincuenta. Se lo llevan. Ora todos. Doscientos cincuenta. ¿No? ¡Guárdalos! Ahí le va. Mire. Le voy a dar este bonito cobertor matrimonial, señor. ¡Mire qué chulada! El que viene con el tíguere. El que viene con el tíguere. Solitos le vale en un aparador doscientos veinticinco. Orita está directamente de la fábrica. Le voy a dar ese. ¿Quien me paga trescientos? ¡Dales ese! Pásame otro. A ver, dales ese bonito. Ya lleva, oiga, ya lleva tigueres, ahora le voy a dar un caballo. ¡Mire qué chulada, señor! El abonero. El abonero trinquetero lo vende a su precio de doscientos cuarenta, unos. Ahorita barato le voy a dar ese, le voy a dar todos… ¿quién me paga doscientos cincuenta? ¿Quién me da doscientos pesos? ¡Ora, de una vez! Ahí te pagan. De este lado. Te lo llevas. Te voy a dar otros. Mire

II

.Secretario… ¡Ay, ay, ayyy! ¡Hijo! De todos modos ya, chaparrito, debo ir pensando en el retiro. En el retiro. Dales esa y dales otro más de regalo. Y dales esa. Toma esa, y esa y otra. ¡Ora, señoras! ¡Ora, cien pesos! Cien pesos. ¿Sí la quiere, amigo? Cien pesos, así todo. Ora, ponte a sonreir, chaparrito, que ahora sí nos están grabando. Nos están grabando. Ponte a sonreir. Chaparrito. ¡Dile! Saluda a la cámara. Ora, señor. Luego va a andar tu foto ahí, en el féis, y luego, pérate. Ora sí. Mira. Ora sí, mira. Por todo este juego. Ora cien. Ora cien. Tierra Nueva. Un año más con ustedes. Un año más con ustedes. Tierra Nueva. En la Sierra Gorda. En la Sierra Gorda de San Luis Potosí. Ora, señora. Ora… Así le van a poner la dedicatoria, tú. Dales esa. ¡Señoras y señores! Cien pesos. ¿Qué pasa?¿Qué pasa? Ora sí, pues esta gente. ¿Qué pasa con esa gente?

III

Ora cuando fuimos a trabajar allá, a Caborca, a Mexicali, ¡híjole! ¡No me digas, Pancho! Paquetes de a doscientos. ¡Otro!¡Otro! Cincuenta. ¿Quién lo quiere? Ahí te pagan. La patrona. De ese lado. ¡Agárrate, mi amor! Digo, Leonor. ¡Canijo muchacho! ¡Abusado! No les vaya a sacar un hijo… digo, un ojo. ¡Échale otro, métele otro, métele otro! Ya ni modo. Canijas bolsas. Se aprietan como tu hermana, secretario. Cuando la traigo bailando allá, en Acapulco. ¡Échale otro, échale otro, échale ese, échale otro. ¡Cincuenta! ¿Uno más? ¡Allá, híjole! ¡Ora sí, me agarraron! ¡Ora sí me agarraron! La patrona. De ese lado. De ese lado. Voy a dar el último. Nomás porque estamos saliendo… estamos saliendo en el Canal de las Estrellas. ¡Aviéntamelo, papacito! ¡Échale otro! ¡Échale otro! ¡Échale otro! ¡Cincuenta!¡Échale otro!¡El último! Cincuenta. ¡Otro más! Otro paquete. ¿Ya no?¿Ya no? Mira, le voy a meter un juego de tazas. Ora te voy a enseñar un juego de tasas pa’l chocolate. ¡Mira, nada más!¡Qué bonito! Abusada. ¡Vámonos! Salió la morada. Mire, jefa. Se la voy a dar barata. Una taza especialmente para el chocolate. ¡Ámonos! ¡Échale otro, y otro, y otro!