Columnas

AL VUELO-Tito

AL VUELO-Tito

Por Pegaso

Andaba yo volando allá, por la entrada al fraccionamiento Vista Hermosa cuando me enteré de la toma del sindicato de Tito Rodríguez por parte de un grupo que venía disputando la dirigencia de esa organización desde tiempo atrás.

Y en honor a la verdad, a mí me parece francamente extraña, por no decir grotesca, la manera en que los herederos de Tito se han agarrado de la greña despuecito de su muerte, el 26 de septiembre del 2008.

thumbnail_PEGASO

Parece que ese sindicato nació con mala estrella porque desde entonces no ha tenido un momento de paz.  Si uno sube, el otro intenta bajarlo.

Es como la anécdota de los gusanitos.  Resulta que un pescador va al río con un bote de gusanitos.  Todos ellos saben la horrible muerte que les espera al ser enganchados en el anzuelo y después devorados por los peces, así que todos intentan salir del bote.  Pero si uno de ellos alcanza el borde, en su desesperación los demás lo jalan para abajo y así sucesivamente.

Yo fui amigo de Don Tito Rodríguez.  Lo conocí hace mucho, cuando apoyaba en la campaña para la Presidencia Municipal al exalcalde Rigoberto Garza Cantú, quien después lo hizo síndico y luego le regaló un sindicato con todo y trabajadores.

El sindicato Industrial Autónomo en Plantas Maquiladoras, ahora SIAMAR, empezó con una modesta oficina allá, en la colonia Rodríguez, pero gracias a las cuotas de los obreros y a la buena administración que hacía Don Tito, poco a poco fue creciendo.

Antes de fallecer, víctima de un infarto al miocardio, el entonces exitoso dirigente inauguró un centro recreativo que se ubica en el fraccionamiento El Campanario, y compró el terreno donde actualmente se levanta el edificio, en la calle Saltillo de la misma colonia.

De éste personaje se cuentan mil y una anécdotas.  Se dice que en una ocasión estaba en un restaurante de la ciudad con otra persona.  Tras pedir la cuenta y ver que era abultada, se dirigió al mesero y le dijo: “¿Y dónde está el mariachi, que no lo vi tocando?”

Fue diputado local por Reynosa, desde donde promovió algunas iniciativas para beneficio de los trabajadores.

Hay una escuela primaria que lleva su nombre y se ubica en la colonia San Valentín.

Fue una persona muy chambeadora y precisamente la muerte lo sorprendió en el jale, en su oficina de la calle Saltillo entre las 12:00 y las 12:30 Hs. de ese día 26 de septiembre.

A partir de ahí, la dirigencia del SIAMAR ha sido disputado por personajes que piensan que tienen derecho por haber colaborado al lado de Don Tito.

Luego de tomar posesión de la dirigencia, el 18 de diciembre del 2008, fue asesinado su sucesor, José Piña Ortega.

Vino después un período de inestabilidad, hasta que tomó el control Hugo Martínez Lara, el que a su vez fue desplazado por su primo, Alberto Lara Bazaldúa y ahora éste es defenestrado por Luis Díaz Martínez.

Cierto. El período en el que Lara Bazaldúa estuvo al frente del SIAMAR resultó muy extraño. De pronto nos enteramos que tenía fuertes nexos con el Gobierno de Cuba y hasta el edificio se convirtió en una Pequeña Habana, donde se impartían clases de diferentes disciplinas a los hijos de los trabajadores, había una biblioteca llamada José Martí y toda una serie de elementos que hacían apología de la Revolución Cubana, del Ché Guevara, Fidel Castro y otros líderes revolucionarios isleños.

Luis Díaz, luego de tomar el edificio, se dedicó a recorrer cada recoveco del mismo y halló que detrás de un mueble que servía de biblioteca, en lo más recóndito, había un pasadizo secreto revestido de bloques de concreto, con luz eléctrica, ventilación y cámaras de videovigilancia.

Ese pasadizo que nadie conocía, a excepción de Lara y algunos colaboradores cercanos, iba a dar al otro extremo de la cuadra.

También hallaron en una bodega un set de uniformes camuflageados tipo paramilitar y armas de juguete que son réplica de las verdaderas AR-15 y AK-47, según fotos y datos que el propio Luis Díaz subió a las redes sociales.

Por su parte, simpatizantes de Lara Bazaldúa se preparan para recuperar el poder.  También en redes sociales aparece una foto con el ex dirigente al frente y varios cientos de trabajadores atrás, exhortando a una manifestación de la cual no dicen ni fecha, ni hora ni lugar.

Yo, como Pegaso pacifista, sólo espero que las cosas no se salgan de control y se genere un enfrentamiento físico entre ambos grupos.

Creo que Don Tito, si viera en lo que se ha convertido su sindicato se volvería a morir de pura decepción.

Por eso, aquí nos quedamos con el refrán estilo Pegaso que dice: “Mientras el afluente permanezca turbulento, habrá utilidades para los individuos que se dedican a la actividad piscícola”. (A río revuelto, ganancia de pescadores).