Columnas

AMLO viene, pero sin dinero

Tendencias

Oscar Contreras

AMLO viene, pero sin dinero

La respuesta que Andrés Manuel López Obrador les dio a los ministros de la Suprema Corte por la invalidez que le otorgaron a la primera parte de su Plan B, el cual pretende desmantelar al Instituto Nacional Electoral (INE), fue producto de su amargura, frustración y derrota, ya que expresó: “no tiene remedio el Poder Judicial está podrido”.

Y amenazó a sus integrantes al comentar que un poco antes de terminar su sexenio, enviará una reforma constitucional para modificar el Poder Judicial y que sea el pueblo quien nombre a los ministros de la Suprema Corte y sí lo hace esperamos que cumpla con el proceso legislativo para que no se la invaliden.

Sin embargo, lo que está podrido es el Poder Ejecutivo, ya que el presidente de la República tiene privilegios extraordinarios como la libertad de asignar los recursos a los estados y municipios en el presupuesto de egresos federal y esto pone en peligro el desarrollo de los sectores y el crecimiento de las zonas más productivas del país.

Lo ideal y más democrático sería que el presupuesto de egresos federal (PEF) se distribuya con la participación “colaborativa” de los gobernadores, alcaldes, legisladores y el pueblo, para que no sea sólo Andrés Manuel López Obrador quien lo asigne, porque le ha dado preferencia al sureste de México y deja sin recursos ni inversión federal a las entidades como a Tamaulipas.

Esta reforma al planeación y diseño al presupuesto federal es una exigencia de los tres niveles de gobierno, del poder legislativo y judicial y sería de gran impacto en el país, porque se le daría participación incluso a los inversionistas y empresarios, para que fuera más parejo y equilibrado, pero en especial sería el Pueblo de México quien lo asignaría.

Desde luego que esto beneficiaría a Tamaulipas quien tiene comprometido el 91.5% del presupuesto estatal del 2023 y esto confirma que este año no habrá inversión del gobierno estatal y solo se tendrá para mantener a la administración estatal y todas sus dependencias.

Así lo informó, Adriana Lozano Rodríguez, Secretaria de Finanzas de GobTam quien señaló que los más de 71 mil millones de pesos que Andrés Manuel López Obrador le asignó a Tamaulipas para este año, 65 mil están comprometido para distribuirse en el pago de la nómina, deuda pública, municipios, y otros pocos pagos más.

Por ello, es importante que AMLO promueva una reforma para la distribución de los recursos que envía la federación a los estados, eso sí que impactaría en el futuro de las entidades, en el crecimiento económico de las regiones más productivas de país y ya no se le tendría que mentir a la gente, al Pueblo con anuncios de grandes obras que nunca se harán.

Por cierto, si Américo Villarreal Anaya quiere establecer un gobierno austero debe hacerlo realidad y tomar medidas y establecer un estricto control en el gasto, buscar los mejores créditos que otorgan las empresas y desde luego los precios en las compras que se realizarán, pero sobre todo evitar involucrar en los negocios a los amigos, socios o cómplices.

Desde luego que el gobierno estatal debe transparentar las grandes compras, para que los tamaulipecos conozcan quienes tienen el contrato de los seguros de vida, los mantenimientos a los vehículos, aires acondicionados, las compras de copiadoras y equipo de cómputo.

De igual manera, evitar el crecimiento de la burocracia, erradicar para siempre los privilegios a los funcionarios como traer vehículos blindados, guardias, el pago a consultorías y asesores externos. Así como el uso de las aeronaves oficiales y el gasto excesivo de viáticos.

Por supuesto que se tiene que vender el avión de la UAT, ya que se abusa de ello, porque hasta la esposa del rector junto con sus amigas, van muy seguido de compras a las tiendas del Valle de Texas.

Asimismo, suprimir en la UAT los asesores y consultorías externas, ya que sus gastos son excesivos y anualmente se pagan alrededor de 300 millones de pesos y de ese tema lo conoce muy bien el doctor Jesús “El Tobi” Lavín Verástegui, secretario de administración a quien, por cierto, le fascina demostrarle a la gente el poder que tiene dentro del gobierno.

Por lo que todos los días, antes de llegar a la Torre Bicentenario a su oficina, sus secretarias, algunos de sus colaboradores y guaruras, cancelan la entrada de uno de los elevadores, para que el señor Secretario no tenga que esperarlo y si anda ocupado, de inmediato sacan a los burócratas que lo usan, lo bajan para que El Tobi Lavín no llegue molesto a trabajar y hasta nos dicen que su secretaria ya lo espera con una taza de café bien caliente. ¿Qué les parece?

Desde luego que el doctor Lavín tiene muchos más desplantes de divo, que todos los demás funcionarios del primer nivel del gobierno humanista y de la transformación, pero como son tantos, mejor luego se los platicamos, ya que algunos causan sorpresa y muchas sonrisas, porque como dicen por ahí… quien no ha tenido poder y un día lo llega a tener, loco que se puede volver.

Finalmente, es importante que, si en el gobierno de Américo van a ser austeros por la evidente falta de recursos, es necesario que les bajen a los magistrados del Poder Judicial y a los Consejeros electorales los sueldos, compensaciones y en especial los viáticos y los gastos superfluos.

De igual manera, deberían realizar un análisis de sueldos y compensaciones de los servidores públicos de todo el gobierno estatal, porque estamos seguros que como siempre, los que más trabajan son los que menos ganan. ¿Verdad?

De salida. Las medidas de austeridad o mejor dicho los moches que AMLO ordenó en las participaciones asignadas al gobierno de Tamaulipas no se contemplan recortes a las participaciones que se envían a los municipios y la secretaria de Finanzas las entrega por completo.

Es por esto que Américo Villarreal Anaya en lugar de distanciarse con los presidentes municipales, es mejor que los busque para que hagan equipo, porque la mentira de los 38 proyectos que hará en el estado, podrán creerse hasta un año, pero dos años esas mentiras nadie las podrá sostener, ni el mismo AMLO y eso, a los gobiernos de MORENA los hará perder la confianza y credibilidad que les tiene la gente.