Columnas

Armando Martínez y Américo son “mucha pieza”

David Ed Castellanos Terán

@dect1608

Armando Martínez y Américo son “mucha pieza”

Hubo algunos que lo confundieron y creyeron que era Egidio Torre Cantú el que llegó sigilosamente, casi en silencio y con la intención de que nadie se diera cuenta de su llegada a la Zona Metropolitana de Tampico para dar inicio a obras hidráulicas que se esperaban desde hace medio siglo.

Dice el viejo y conocido refrán “el que nada debe, nada teme”, y no es porque el gobernador de Tamaulipas le deba algo a la gente del sur, pero desde la semana pasada hay un grupo de poder que se quiere topar con él, y el mandatario evita a toda costa cruzar miradas; tal vez por eso cambiaron abruptamente la agenda de la semana pasada para ayer lunes, sólo que ellos tienen ojos, oídos y llantas circulando por cada centímetro del sur tamaulipeco, bueno, incluso tienen más información que el mismo Héctor Joel Villegas González, secretario General de Gobierno, alias, “El Calabazo”.

Con ese tradicional templete entre el jefe del ejecutivo estatal y la ciudadanía, sólo que el de Américo pintado, así tipo anaranjado chillante como el que caracterizó al sexenio de Egidio Torre Cantú, el doctor se dirigió al pueblo altamirense.

Es más, antes de que se me olvide la retórica de Américo Villarreal Anaya, es tan similar a la de Egidio, que parece volvimos al pasado, con decirle que el doctor es vigilado y custodiado por un aparato de seguridad tan robusto como el del último gobernador priísta de Tamaulipas -considerando que Egidio llegó por el PRI, aunque lo terminó de pisotear, y que Américo es de Morena, y todos sepamos que camina como priísta- , en fin, como sea, Villarreal Anaya, se juró un gobernador que “cumple sus compromisos y que la transformación que se ha iniciado, se manifiesta por todas partes y es una esperanza muy fuerte”.

Al menos por lo que se ve en esta segunda visita pública a la Zona Metropolitana de Tampico, se puede confirmar que el Tamaulipas _fuerte_ para todos, volvió o mínimo Américo y su gente sacaron el manual de identidad y operaciones de Egidio Torre Cantú para transitar en estos primeros 90 días de mandato.

Flanqueado por Erasmo Gonzalez Robledo y como primer acompañante el administrador de la Ciudad de Altamira, Villarreal puso en marcha obras para el suministro de agua potable en beneficio de más de 60 mil habitantes, además entregó equipamiento por un monto de 110 millones de pesos.

Aunque suene muy “saleroso” el tema, lo que se experimentó ayer en Altamira fue histórico.

1) Porque se comenzaron los trabajos de la obra de construcción de la línea de conducción de agua para la desincorporación de la planta potabilizadora Laguna de la Puerta del sistema de distribución de agua potable de la zona sur de Altamira, obra que permitirá dejar de depender de la Comapa Zona Conurbada.

Esto tendrá un costo de 61 millones 700 mil pesos y consistirá en la instalación de una línea por más de 7 kilómetros.

2) En el cárcamo de la colonia Laguna Florida se dio el banderazo de arranque a los trabajos de rebombeo, para la eliminación de las lagunas de oxidación de la zona centro de la ciudad, una obra esperada por más de 50 años.

Con estas acciones, la Planta Duport abastecerá de agua al Sector Miramar y Tampico-Altamira, pero eso no es todo, se beneficiará a los tampiqueños y maderenses, porque la Planta Laguna de la Puerta ya no enviará más vital líquido a los altamirenses y podrá elevar la presión para las familias más al sur del estado.

En la intimidad… Todo muy bien con la agenda de Armando Martínez Manríquez y Américo Villarreal Anaya, sólo que en el valiente y empoderado discurso del alcalde se le olvidó asumir su rol, su compromiso y su responsabilidad como administrador de la Ciudad.

En las buenas y en las malas, en la salud y en la enfermedad, con aciertos y errores, el alcalde Armando Martínez Manríquez a través de la COMAPA Altamira debe más de 16 millones de pesos a proveedores por renta de maquinaria, equipo de construcción, reparación y mantenimiento a los sistemas de bombeo y demás servicios, sí, más de 16 millones de pesos que él asumió hacerse responsable cuando rindió protesta como alcalde.

Sí, en el pasado hubo muchas fricciones, alcalde, ya supéralo, se le va a echar a perder el corazón; es verdad, en Altamira son mucha pieza y muy, muy probablemente como usted  dice: “no debemos ni un peso”, quizás, quizás, quizás, pero si insiste en esa retórica un día la ‘mañanera’ la van a incendiar.

Va bien, pero podría ir mejor, elija vivir en la verdad y no en el rencor.

davidcastellanost@hotmail.com