Armando, un alcalde aliado de Américo
Tendencias
Por Oscar Contreras
Armando, un alcalde aliado de Américo
Armando Martínez Manríquez, es uno de los tres presidentes municipales de Tamaulipas, que se lleva extraordinariamente bien con el gobernador Américo Villarreal Anaya, lo cual es algo excepcional, pero las más de seis giras de trabajo que el mandatario estatal ha realizado por Altamira son una prueba de ello.
Desde luego que Armando Martínez tiene la suficiente experiencia política para entender lo que el gobernador requiere en su labor como alcalde, por esto no tiene problemas con su hijo y mucho menos con sus colaboradores y hasta se puede decir que Altamira vive una luna de miel con el gobierno estatal.
El ingeniero Américo Villarreal Guerra, papá del gobernador, tuvo una relación muy similar con Genaro de la Portilla Narváez y muchos altamirenses lo recuerdan con respeto y agradecimiento por la gran obra pública que durante su administración realizó y nunca más, en ningún otro sexenio, se volvió a tener otra igual en Altamira.
Creemos que es por esta razón que Américo Villarreal se siente tan a gusto y muy identificado con el alcalde y los altamirenses, de tal manera que Armando Martínez no le falla ni por error a las indicaciones que el mandatario estatal da en sus mensajes y lo sigue al pie de la letra.
Y es que hace unos días, en la gira que realizó el maestro Zoe Robledo, director del Seguro Social, por la zona metropolitana del sur de Tamaulipas, el doctor Américo Villarreal dijo que, palabras más palabras menos, que las inversiones que se hagan durante su mandato, tendrá que llevar implícito el desarrollo y bienestar de la sociedad.
Así que ahora entendemos porque Armando Martínez les pide un dinero extra o donaciones a los constructores que buscan hacer obras municipales y a los inversionistas que buscan establecerse en Altamira, quienes tiene que pagar aparte sus permisos de obra, de salud, estudios de factibilidad o en su caso, sino pueden, porque no contemplaron esos recursos en los gastos que planearon, pues simplemente se van o no les dan obras.
Nos informan que tres inversionistas molestos con el alcalde de Altamira buscaron al gobernador Américo Villarreal Anaya y por supuesto que nunca los atendió, pero al enterarse del asunto, de inmediato les envió a un colaborar de confianza para que hablara primero con el presidente municipal, Armando Martínez y luego tratara de rescatar esas inversiones.
Aún no sabemos lo que sucedió, pero no tenemos la menor duda que Armando Martínez Manríquez actúa conforme lo indica el gobernador Américo Villareal Anaya y esto, ojalá lo sepan todos los inversionistas que buscan instalarse en Altamira, para que antes de que les pidan su colaboración, moche le llaman sus adversarios, aporten lo correspondiente.
Nos informan que estos moches son para comprar medicinas e implementos de salud, así como vehículos, sillas de ruedas, camas para los consultorios y hasta quirófanos móviles lo cual significa un aporte para el bienestar del pueblo y no se pierda el sentido social que debe prevalecer antes que buscar inversiones, mejores empleos y el desarrollo del municipio.
Finalmente, ahora entendemos porque el alcalde de Altamira presume tanto la buena relación que mantiene con los inversionistas y empresarios, y hasta asegura que están muy contentos con la llegada de la 4T quienes ya saben que, si no donan o se mochan, no hay permisos para que se instalen en el municipio y generen fuentes de empleo.
De salida. El anuncio del gobernador Américo Villarreal Anaya sobre la construcción del Hotel Marriot en terrenos de la Laguna del Carpintero puede desatar la furia de los defensores de la naturaleza, pero también, deben sus asesores leer con cuidado el decreto federal donde PEMEX le donó ese terreno al municipio de Tampico.
Todo indica que en ese decreto no se estipula que ese terreno es para instalar un negocio particular, alguna empresa o un hotel que es una inversión privada, porque PEMEX lo destinó para que el gobierno municipal le diera una utilidad pública. Lo cual quiere decir que, si se instala un Acuario o un parque para perros o una pista de atletismo, no habría ningún problema legal.
Esperamos que los asesores del gobernador lo empapen bien sobre el tema, antes de comprometerse con los empresarios hoteleros que, por cierto, no son de Tamaulipas. ¿Verdad?