Columnas

Carta a AMLO

Bienvenido a Ciudad Victoria, capital de Tamaulipas, señor presidente de la República Mexicana, Lic. Andrés Manuel López Obrador.

Es valioso para quienes habitamos ésta ciudad, que cumpla usted la palabra empeñada en su reciente visita a Cd. Madero, de acudir con su gabinete a una reunión con el Gobernador Américo Villarreal Anaya y su equipo estatal, para sumar voluntades y tender la mano en una acción federalista.

Importante que ocurra en el arranque de ésta nueva administración estatal surgida de la candidatura de unidad integrada por Morena y los partidos del Trabajo y Verde Ecologista.

Que al darse en esa sincronía en el origen partidario, queden atrás confrontaciones estériles animadas en la rivalidad política, que siempre aparecen y dañan la tarea de gobernar, que ya es responsabilidad de hacerlo sin distingos, pues se debe gobernar para todos.

Tamaulipas en general y Victoria en particular, han sido marginados históricamente por los anteriores gobernantes del país.

Mucho tiempo fue «el patito feo» del norte del país. Un «rincón olvidado» en el noreste de la república.

Y en particular Ciudad Victoria y la zona centro de la entidad, ha sido una de las áreas más marginadas.

Su fortaleza en la capitalidad, pero el crecimiento de la población a uno 350 mil habitantes, ya no alcanza la «cobija gubernamental» o presupuesto que derraman la federación, estado y municipio, para atender sus necesidades.

Victoria, para explicarlo mejor,  es el equivalente en Tamaulipas «a la región sureste de México».

La mayoría de los diez municipios fronterizos Nuevo Laredo, Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Camargo, Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros, tienen economía diversificada.

Les fluyen ingresos del peaje de los puentes internacionales, de la industria maquiladora, del petróleo, del comercio, del turismo fronterizo, entre otros.

A la región sur formada por Tampico, Madero, Altamira, también disponen de ingresos de las adunas y puertos, al comercio, turismo, la industria petrolera y petroquímica y ganadería, entre otros.

Mientras que en Victoria y la zona centro (20 municipios aledaños) su economía es dependiente de la actividad gubernamental en casi un 80 por ciento, mientras que el resto proviene de la agricultura, citricultura, ganadería e insipiente industria maquiladora.

Es urgente, darle una nueva vocación.

Para su despique es fundamental que cuente con insumos básicos que detonen su desarrollo.

Por ello ahora que viene usted a pisar suelo victorense, le planteo algunas de las necesidades urgentes que tiene la capital tamaulipeca.

Para que pueda respaldarlas o  considerarlas en el corto plazo, es decir, los dos años que le quedan a usted de gobierno.

Y en los que directamente puede respaldar a su amigo el gobernador Américo Villarreal Anaya. Y con ello a todos los victorenses y habitantes de la zona centro de la entidad ( el surestito mexicano tamaulipeco).

No requerimos de un «tren maya», pero sí con urgencia de una segunda línea del acueducto «Guadalupe Victoria», que trae agua de la presa «Vicente Guerrero a Victoria.

Tampoco ocupamos una «refinería como Dos Bocas», pero si unas extensiones de los gasoductos de «Los Ramones» o del «Marino» que pasa frente a nuestras costas, para dotar a la ciudad de gas industrial.

No ocupamos una carretera ístmica, pero si concluir la autopista Tampico-Victoria-Monterrey, así como la Altamira-Mante-Ocampo-San Luis Potosí.

Necesitamos ampliar la alimentación de energía eléctrica para la demanda de industria ligera.}

Además de un importante paquete de estímulos en materia de infraestructura o de tipo fiscal para impulsar  el asentamiento de  industrias  que puedan aprovechar la formación de capital humano que generan nuestras escuelas técnicas y universidades.

Ello permitiría que miles de jóvenes de la región central de Tamaulipas ( nuestro surestito),no emigraran por grandes oleadas en busca de oportunidades laborales al resto del país, a los Estados Unidos o que caigan en las garras de la delincuencia.

Igualmente ocupamos un sistema de drenaje pluvial de tajo el deterioro marcado que los escurrimientos de aguas de la Sierra Madre Oriental,  realiza año con año de nuestras calles y avenidas, con nocivos efectos en la movilidad urbana.

Los victorenses en particular y los tamaulipecos en general, apelamos a el sentido humanista y social de su gobierno.

La capital tamaulipeca, es una de las más marginadas de todo el país. Ya ni vuelo comercial tenemos para la conexión con la Ciudad de México.

Hace unos años, la carretera nacional, puso en la frecuencia nacional a Ciudad Victoria.  Y obtuvo algunos beneficios de ese paso carretero.

Con las nuevas vías y autopistas, volvió a quedar fuera de la ruta del desarrollo.

Y es urgente colocarla de nuevo en un mejor sitio.

La distancia aproximada de 300 kilómetros de la frontera con Texas, o la Ciudad Industrial de Monterrey, así como de los puertos de Altamira y Tampico, han sido una limitante para su desarrollo.

La nueva era de las tecnologías y el mundo digital, le han quitado también dinámica como ciudad de servicios y trámites en las instancias gubernamentales aquí asentadas. Cada vez son menos frecuentes las visitas de los neolaredenses, reynosenses o matamorenses, así como Tampiqueños.

La problemática victorense se acentuó más en los últimos dos años de pandemia, pues la crisis y recesión golpeó fuerte.

Pero el mayor y verdadero castigo a la población de éste municipio, fue la «PAN-DEMIA», que azotó en el último sexenio, el de Francisco García Cabeza de Vaca, quien se llevó el presupuesto de la capitalidad a sus negocios.

Por eso es mucho más urgente el auxilio a Ciudad Victoria.

La Capital del Bache.

No solo por los miles de baches de nuestras calles y avenidas.

Sino por el gran bache económico y de desarrollo en el que nos encontramos desde hace seis años.

Así que esa es la situación del suelo que hoy pisa para la reunión de Gabinetes.

Y la celebración de su conferencia mañanera.

Por si el gobernador Américo Villarreal Anaya o el alcalde Eduardo Gattás Báez, omitieron algunas de las urgencias victorenses, las reitero.

Segunda línea del acueducto.

Un ramal de gasoducto.

Mayor potencia de energía eléctrica.

Drenaje Pluvial.

Terminación de autopista Tampico-Victoria-Monterrey.

Carretera Altamira-Mante- Bajío.

Diálogo con industriales del noreste y estímulos para derivar industrias a Victoria. 

Sé que son muchas las necesidades de la región para dos años de mandato que le quedan, además de un entorno mundial y nacional de recesión.

Pero hay que actuar.

Tamaulipas y Victoria le dieron su amor a la 4T el pasado 5 de junio.

Y como usted lo dice con frecuencia en un cliché: «AMOR CON AMOR DE PAGA».

Tiempo de pagar.