ColumnasEspeciales

CLAUDIA Y EL MAR

CUADRANTE   POLITICO

POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO

CLAUDIA Y EL MAR

*. — EL CORAZON DE LA PROXIMA PRESIDENTA, SE QUEDÓ EN TAMAULIPAS.

*. — SHEINBAUM CONQUISTÓ A LAS MULTITUDES EN UNA GIRA PENDULAR, ENTRE LA CORDILLERA Y EL OCEANO. 

Claudia, Claudia, Claudia, Claudia.  Un nombre pequeño e infinito, como una nota de vals masificado arropado por el mar de banderas morenistas, moviéndose incesantes, paralelas, frente a la cresta incesante de las olas atlánticas.

Mujer de alas vigorosas e imbatibles, hermana de las aves que emprenden sueños en medio de la brisa, para después firmarlos con su huella revolucionaria en la arena civil de la república.

Claus Sheinbaum, la mujer del cuerpo esbelto y carismático chongo, acaba de visitar Tamaulipas. Sigue por aquí crepitando su mensaje y su presencia, imán de pueblos y multitudes; referente de una sociología política que busca profundizar en la consolidación de un Estado mexicano, democrático, humanista y horizontal.

Cero corrupción y austeridad republicana, son conceptos meridionales de una armadura moral que no admite concesiones al pasado de la descomposición neoliberal.

Así lo dejó establecido, en dos eventos colectivos de cordillera y océano, donde Sheinbaum enseñó y aprendió, como una gran maestra, en la convivencia con habitantes de nuestros 43 municipios tamaulipecos.

Primero la vimos aquí en nuestra ciudad capital, frente a una cadena montañosa y maternal que preside desde lo alto, el ejercicio de las instituciones y el poder. Fue una presencia muy relevante, donde Claudia validó una vez más su calidad de precandidata hecha de multitudes. Con ella, el Tamaulipas humanista confirmó su blindaje de honestidad y principios.

Claudia, eternamente Claudia.

Por su raza de país democrático, habla un espíritu de mujer sensible, científica y militante, dueña y señora de una ruta firme, hacia un segundo periodo presidencial de transformaciones. Mujer honesta, heredera de un testamento moral, vinculado al sueño colectivo de las calles y de los pueblos.

Con la doctora Sheinbaum Pardo, como sucesora de Andrés Manuel López Obrador, la nación recupera en dos sexenios consecutivos, el rumbo y destino de un gobierno aliado de los proyectos sociales, antaño cancelados por la irrupción del modelo neoliberal.

El país se deslinda de Harvard y de Yale, recupera su origen y destino de política pública al servicio del pueblo. El reclutamiento de los cuadros del poder, vuelve a tener su epicentro del conocimiento científico y filosófico, en las aulas de la UNAM.

Tanto en Victoria, como en el mar del sur, el mensaje de Claudia tuvo vertientes dignas de destacar.  A las mujeres y hombres de Tamaulipas que todos los días trabajan y se esfuerzan por un futuro mejor, les gustó mucho escucharla hablar de su proyecto a favor de un México, con más médicos, más ingenieros y más poetas.

Esto último, la poesía, nos habla ya de una visión de Estado que lleva aparejado a la técnica, la sensibilidad. Todo ello forma parte fundamental de una nación como la nuestra que hoy construye sus sueños, desde los barrios y las comunidades más vulnerables.

CSP, dejó muy claro que los profundos cambios estructurales y democráticos que reclama el país, aun no concluyen. Citó como ejemplo, la necesidad de ir por la reforma de un Poder Judicial, electo por el voto de los ciudadanos.

En el legislativo se acabaron los moches. Vamos ahora por la reforma al Poder Judicial dijo la precandidata de MORENA, que avanza firme, de la mano del pueblo hacia la Presidencia de la república.

Claudia también se refirió, sin mencionarlo, al humanismo mexicano de AMLO, definiéndolo como un sistema donde la economía crece, cuando se le riega desde abajo.

Fue en resumen el de la precandidata morenista a la Presidencia, un discurso fino y de altura, sin caer en los lugares comunes, ni en caballazos. Un mensaje en el que se resaltaron los grandes objetivos económicos y sociales del país.

Especialmente, la alianza con el pueblo trabajador y el fortalecimiento de una economía horizontal que beneficie a todos y no solo a unos cuantos.

Finalmente, podemos decir que con la visita de Claudia Sheinbaum, se fortalece el Tamaulipas humanista que hoy por hoy, sigue impulsando el gobernador Américo Villarreal Anaya. Una filosofía que, a nivel nacional, es liderada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Durante su gira por el estado, estuvieron presentes personajes como el coordinador tamaulipeco de su campaña, Marco Batarse Ferrel. Líderes de organizaciones civiles como Américo Villarreal Santiago recibieron el abrazo y el afecto de quien será la próxima presidenta de la república.

POSDATA. —La poderosa precandidata repartió el maná de su sonrisa y de sus abrazos a las y los actores políticos del morenismo tamaulipeco. En lo general fue generosa con todos. Salvo excepciones de quienes se han portado mal. Les aplicó la ley del hielo.

Simplemente, los ignoró.