Columnas

«CRAI FUTURO DE LAS BIBLIOTECAS UNIVERSITARIAS (UAT)»

OPINION ECONOMICA

«CRAI FUTURO DE LAS BIBLIOTECAS UNIVERSITARIAS (UAT)»

Dr. Jorge A. Lera Mejía.

Es innegable que el sistema actual de las bibliotecas universitarias, ha dejado de realizar las funciones que antes del uso intensivo del internet y aparición de las publicaciones digitales (E-Book) se tenían en las tareas de docencia y aprendizaje, debido a que los libros y revistas físicas han venido a ser cada vez menos utilizados y reemplazados por las publicaciones digitales.

Hasta inicios del siglo XXI, las bibliotecas universitarias como hasta ahora las conocemos, fueron una de las manifestaciones de mayor significado en el avance cultural de un país al preservar el conocimiento y al transmitirlo.

El apoyo que han proporcionado a los estudiantes, profesores e investigadores ha sido fundamental para complementar el proceso enseñanza-aprendizaje que se realiza en las aulas, por lo que durante los siglos XIX y XX, las bibliotecas se consideraron como una de las principales instituciones promotoras de la ciencia y la tecnología.

Sin embargo, el futuro inmediato de las bibliotecas universitarias requerirá transitar a lo que se conoce como «Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación» (CRAI), que se originó del término «Learning Resource Centre» en Reino Unido.

Los que se han convertido en nuevos centros donde el aprendizaje y el acceso electrónico/digital al conocimiento sean la nueva modalidad.

Por ello, los CRAI serán a partir de la segunda década del siglo XXI, la nueva forma de las bibliotecas universitarias, donde la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) seguramente se insertará en este nuevo modelo para su Sistema Estatal de Bibliotecas por campus universitarios y las que operan dentro de las unidades académicas y facultades, adaptando a las bibliotecas actuales a una nueva forma de biblioteca enfocada al servicio de apoyo y asesoramiento para la formación académica, mejorando la forma de educación presencial, por actividades educativas en entornos digitales, apoyándose

en distintos tipos de tecnologías, las cuales permiten desarrollar habilidades, actitudes, aptitudes y métodos para el procesamiento del conocimiento; lo cual lleva a salir del modelo educativo tradicional.

Las bibliotecas universitarias de la UAT tendrían entonces que adaptar e innovar sus servicios ante el nuevo contexto y demandas de los estudiantes.

El modelo CRAI propone que la biblioteca tenga en sus instalaciones un servicio para la producción de material docente que asista al personal académico, y que se disponga de áreas de trabajo donde profesores y estudiantes puedan producir sus propios materiales.

Entre los servicios que ofrece el CRAI se conocen los siguientes:

1) Información bibliográfica.

2) Servicio de Atención a los Usuarios (S@U).

3) Servicios para personas con necesidades específicas.

4) Certificación Digital.

5) Acceso a los recursos en línea.

6) Préstamo.

7) Formación de usuarios.

8) Apoyo al personal docente.

Para lograr trasladar al nuevo modelo bibliotecario de la UAT, es importante diagnosticar y evaluar al modelo actual y contrastar con los modelos que las universidades tanto de México como de otros países han avanzado, este paso seguramente se estará presentando en algunos trabajos que en la propia UAT se estarán realizando en los siguientes meses.

Para ello, la UAT seguramente se enfocará para que en el corto plazo se analice este reto, que es la nueva tendencia de la mayoría de las bibliotecas universitarias centrales del mundo moderno, ya que está basada en la transformación de la biblioteca presencial en un centro abierto de horarios amplios con recursos disponibles para el aprendizaje de todo tipo, en la cual se ofrecen servicios y recursos de forma coordinada y con mayor eficiencia que la que ahora brindan las bibliotecas tradicionales de las universidades públicas y privadas.

En síntesis, el CRAI está diseñado para optimizar la gestión de los recursos humanos y económicos de las IES, de igual manera para satisfacer las nuevas necesidades de información, de aprendizaje, la formación continua y la investigación.

Por una universidad que privilegie los principios de «Verdad, Belleza y Probidad»…