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Dan el último adiós a arzobispo emérito

María de Jesús Cortez

La tarde del sábado se llevó a cabo en la iglesia Catedral, una misa de cuerpo presente en honor al obispo emérito de la Diócesis de Tampico, José Luis Dibildox Martínez.

Previo a ello, el cuerpo fue velado en el mismo lugar durante diez horas.

Miles de feligreses pasaron uno a uno para despedirse de quién fue obispo de la Diócesis de Tampico durante aproximadamente 14 años.

Familiares y más de cien sacerdotes estuvieron recibiendo las condolencias de los fieles católicos y amigos, mismos que estuvieron presentes en la misa.

La misa exequial fue presidida por el arzobispo de Monterrey y Administrador Apostólico de Tampico, Rogelio Cabrera López, y estuvieron acompañándolo los sacerdotes que corresponden a esta diócesis así como los obispos Roberto Octavio Balmori de  Valles y José Irais Acosta Beltrán de Huejutla; el cronista de la ciudad Marco Antonio Flores Torres y diputados locales.

Durante la ceremonia religiosa, el Arzobispo agradeció a los sacerdotes y obispos, a  sus familiares y hermanos su apoyo incondicional.

«Estamos para amar y servir a Dios y después gozarlo en la otra vida y en esto consiste su pastoreo, pues los sacerdotes y obispos son pastores de lo invisible como hoy decía el apóstol San Pablo que nuestra mirada no esté solo en lo que se acaba, en lo que es visible, sino en lo que permanece siempre lo invisible y esa era la tarea de su hermano José Luis».

Dijo que antes de empezar la eucaristía pusieron los signos eucarísticos de Monseñor José Luis Dibildox, el evangelio, el báculo sobre el ataúd pues, dijo, todo habla de la eucaristía y de la ofrenda de Cristo, y de todos ellos que deben ser ofrenda espiritual para el señor.

Al término de la misa, se procedió a dar cristiana sepultura al obispo emérito de Tampico entre la imagen del Sagrado Corazón de Jesús y la imagen de la Inmaculada Concepción en la Catedral de esta ciudad, en una ceremonia que duró más de hora y media.