Columnas

Desacierto en las formas legislativas

Factor entre dos

Por: José Efraín Caballero Sevilla

Desacierto en las formas legislativas

Morena obtiene la mayoría en la cámara de diputados, en donde el Partido Verde Ecologista le cedió 5 legisladores y el Partido del Trabajo 4, convirtiendo la bancada de Morena en mayoría simple, con un total de 256 legisladores; fue un éxito operativo, pero un desgaste en la credibilidad de la ciudadanía, por la manera inmoral como se consiguió ese recurso político.

Inmoral, ya que se da dentro de un acuerdo de apoyo previo al Gobernador de Chiapas Manuel Velasco; para darle licencia de separarse del congreso y regresar a gobernar los tres meses que le faltan para concluir su administración; es así como con el voto Morenista se le da favorablemente y se aprecia un “trueque” político: licencia a cambio de legisladores.

Puede parecer cualquier cosa, pero si hablamos, de que la oferta política ofrecida por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, es en torno a una “renovación moral”; la operación política que se dio en el congreso con el Partido Verde, le ha dejado una secuela de cuestionamientos, máxime en política que la forma es fondo.

Es verdad que él no es el responsable de las operaciones políticas de la bancada partidaria, pero si es su líder moral, y quien se lleva por ello los reflectores.

Este tipo de situaciones, le esta asestando golpes mediáticos al movimiento de parte de sus detractores, que legítimamente le reclaman estar procediendo con los mismos usos y costumbres que las anteriores administraciones, de las cuales la corrupción es un problema que se señaló como la principal causa de los problemas nacionales, y la que se busca combatir, pero queda claro que la corrupción no se puede combatir con mas corrupción, como se dio en este acuerdo.

Gente con gran experiencia política como Ricardo Monreal Ávila, que es el coordinador del grupo parlamentario de Morena en el Senado de la República, le está faltando mayor tino en las estrategias políticas; ya que no logró concretar ese acuerdo inicialmente con los integrantes del Partido del Trabajo, ni con los del Partido Encuentro Social; que se supone son los aliados naturales de Morena.

El voltear a ver a un partido tradicionalmente “rémora” de los partidos “grandes”, y desacreditado como tal por su praxis como es el verde, generó malestar entre los simpatizantes y dio material editorial para sus detractores; generando un desgaste, el cual será la estrategia a seguir de los ahora políticos opositores para tratar de descarrilar el proyecto en su intento de perpetuidad a corto y mediano plazo.

Morena es un partido joven,  que se formó en torno a un líder social que encontró identidad y autenticidad con la ciudadanía; que vio en  Andrés Manuel López Obrador, la posibilidad de acabar con un sistema caduco y fallido por el ejercicio del poder sin contrapesos reales.

Entonces, el evidenciar usos y costumbres de aquel sistema fallido dentro del nuevo movimiento, es dinamita pura; para Morena puede ser más dañino lo que hagan sus correligionarios, que lo que hagan sus opositores; por los desaciertos operativos como fue el caso, además de las traiciones como se están manifestando de políticos oportunistas que le están dando ya la espalda al movimiento.

La honestidad de López Obrador no cabe la menor duda dentro del colectivo cívico; se le identifica con la transparencia y su compromiso hacia las causas sociales; pero su talón de Aquiles en la armadura “moral” que le reviste, puede estar alrededor de sus operadores, que por desaciertos o falta de estatura política, pueden dañar gravemente al movimiento, donde su principal activo es la “honestidad valiente”

Estimado lector tenga un excelente día, nos leemos la próxima.

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