Columnas

Desde Houston

Para ser un buen alcalde, el candidato que logre el triunfo en los próximos comicios deberá tan pronto ocupe la silla presidencial; quitarse la camiseta de su partido y ponerse la del pueblo.

Solamente de esa manera su gobierno será sin colores, sin partido, dejando atrás las contiendas políticas y de esa manera encausaría toda su atención en el cumplimiento de sus promesas olvidándose del revanchismo en contra de quienes no le apoyaron.

Debería de ser una reconciliación recíproca debido a que bueno o malo, el próximo 6 de junio San Fernando tendrá un nuevo jefe de gobierno, que anticipadamente debería de dar a conocer junto con su equipo con cuántos pares de zapatos llegarán al poder.

Pero reconozco que sería una tarea difícil ya que hay personas con una mentalidad aplicada de manera muy básica y seguramente serán varios los que lleguen al poder con mucho resentimiento en contra de una porción de ciudadanos que no comulgan con su proyecto.

Veo que hay bastantes políticos priístas altamente reconocidos que hasta el momento no se han sumado a la candidatura de Jesús Galván y prácticamente se han mantenido al margen de los quehaceres políticos, de allí que hay grandes dudas en cuanto a su fidelidad al partido y muchas personas aseguran que ya hicieron compromisos con MORENA.

Hablar de fidelidad a los partido son romanticismos de época debido a que a estas alturas la prostitución política es una auténtica pandemia en contra de la cual no existe vacuna y después del seis de junio no sabremos quienes son los unos y quienes son los dos. Pero esperemos y diremos, por hoy es todo y ¡hasta la próxima!