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Don Jorge y la alternancia tamaulipeca…

El Fogón

Don Jorge y la alternancia tamaulipeca…

José Ángel Solorio Martínez

Un primero de mayo, murió en Matamoros Jorge Cárdenas González. Gobernó esa ciudad, dos veces. Todavía se le recuerda por su carisma y su peculiar forma de gobernar que mucho gustó a los ciudadanos que representó. En 1992, compitió bajo las siglas del PRD por la gubernatura de Tamaulipas contra uno de los actuales demonios regionales: Manuel Cavazos Lerma.

Hoy mucho de sus familiares y amigos lo recordarán.

¿Qué tanta importancia tuvo don Jorge –así le llamaban sus seguidores y correligionarios- en la vida política de la entidad?..

Mucha importancia. Don Jorge, es uno de los más relevantes caudillos cívicos que la sociedad tamaulipeca generó en los años 70, 80 y 90 en la comarca. Junto a Carlos Enrique Cantú Rosas, Baltasar Díaz Bazán, Edilio Hinojosa López, Enrique Rivas Ornelas, Rogelio López Ojodeagua, José de la Paz Bermúdez, Rafael Torres Plata, Baltasar y Pablo Tobías, Reynaldo López Olivares y otros, encabezó la rebelión política más eminente en el Tamaulipas contemporáneo.

Utilizando como arma de lucha las siglas del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM), cambiaron la geografía política del estado y se transformaron en pioneros de la transición tamaulipeca.

En Tampico, se inauguró la alternancia con Fernando -el Pichi- San Pedro. Cierto. Sólo que el tampiqueño, realizó una ruptura fingida con el PRI. Se echó en brazos del gobernador como el más priistas de los alcaldes, y gobernó para las élites porteñas con más pena que gloria.

Con los caudillos cívicos, fue diferente.

Don Jorge, como toda esa red de parmistas, inauguraron el rompimiento definitivo con el PRI y el sistema que este había prohijado en el estado. Tan trepidante fue la fractura, que el priismo  y su gobierno, decidió enfrentar con la represión y no con la política a esa gigantesca dinámica popular.

Muchos muertos y heridos, atestiguan, esos acontecimientos históricos.

Decenas de encarcelados por motivos políticos, fueron también la muestra del odio, el rencor pero también el temor, de un régimen que se sitió acorralado y amenazado en sus privilegios por una ciudadanía en emergencia.

La más penosa y dolorosa muerte, fue la de Rafael Torres Plata. Fue torturado y masacrado por policías municipales y estatales en ciudad Mante. Hasta hoy, se desconoce oficialmente el nombre de sus verdugos.

Edilio Hinojosa, en un enfrentamiento con policías recibió varios balazos en ciudad Mier –uno en la cabeza-. Sobrevivió y se puso al frente en Río Bravo, de una oposición vigorosa y maciza.

Bien debieran ser considerados, aquellos caudillos cívicos, como los precursores de la alternancia política en Tamaulipas. La decisión del electorado tamaulipeco en junio 5 del 2016, es la culminación de un proceso histórico que pusieron en marcha miles de ciudadanos en los años 70 encabezados por los primeros escurrimientos políticos conscientes del PRI regional.

Nada nace de la nada, ha dicho Carlos Fuentes. (Este aforismo, nace de la carga dialéctica que todo presente, tiene reminiscencias del pasado. O sea: el pasado es parte inseparable del presente).

Los vientos de cambio, mucho deben a la pujanza de decenas de dirigentes políticos opositores que transpiraron, trabajaron para abrir un ostión que parecía inviolable. Son los beneficiaron directos, de aquellos sacrificios sociales y políticos capitaneados por auténticos héroes cívicos; quienes arriesgaron todo, por limpiar un entorno que consideraban pernicioso para la vida y la convivencia de gobernantes y gobernados.

Esos motivos, son más que suficientes para recordar con respeto y admiración a Jorge Cárdenas…