Columnas

DOÑA BLANCA DE ORO Y PLATA

Victoria y Anexas

Ambrocio López Gutiérrez

DOÑA BLANCA DE ORO Y PLATA

Conscientes de que doña Blanca (Valles Rodríguez) estaba protegida por ‘pilares de oro y plata’, varios grupos de trabajadores se organizaron para dar la pelea legal al interior del sindicato de los trabajadores estatales. Parafraseando el juego infantil, los inconformes intentaron romper un pilar para ver (caer) a doña Blanca, sin embargo, el proceso se atoró ya que la exdiputada victorense utilizó las viejas mañas del sindicalismo charro haciéndose reelegir por sus incondicionales.

Conocí a Blanca Guadalupe cuando luchaba en contra de Nelly Camacho de Ensignia porque la buena señora llevaba como 15 años en el liderazgo. Doña Blanca ha superado con creces a su antecesora pues ya se acerca a las tres décadas en el cargo ya que, desde que se encaramó, se las ha ingeniado para agradar a los gobernantes en turno como se evidenció en las gestiones de Eugenio Hernández Flores y Egidio Torre Cantú, gobernantes que la apapacharon. Inocentemente se creyó que con la llegada del panista Francisco García Cabeza de Vaca al gobierno, se acabaría el poder de doña Blanca, pero, es evidente que, siendo el PAN un partido empresarial, carece de cuadros sindicales.

Aunque hay resistencia gremial a que la dama en cuestión siga como líder, los trabajadores la tienen difícil por la delicada situación que existe entre el estado y la federación. El gobernador necesita de todo el apoyo posible para poder seguir en el cargo y doña Blanca es garantía de incondicionalidad, además, ha puesto a disposición del PAN toda la “experiencia” acumulada en los sótanos del priismo donde la aun representante sindical se mueve como pez en el agua. Conjeturas aparte, me permito compartir con ustedes fragmentos del texto enviado hasta mi mesa de trabajo por el profesor Ramón Eduardo Acevedo Rodríguez, vocero del doctor Armando Trejo Moreno quien sigue luchando en contra de doña Blanca:

“El 13 de junio el Comité de Elecciones del SUTSPET publicó una circular dirigida a todos los delegados en donde hacía constar que de acuerdo con los estatutos dicho comité quedaba formalmente constituido en el edificio sindical y que a partir de esa fecha quedaban permitidos los actos de proselitismo. Sin embargo, ni a Armando Trejo, ni a Leticia Uresti, ni a Ezequiel Alfaro, que se declaraban aspirantes a la contienda por la renovación de la dirigencia sindical se les dio permiso alguno de hacer proselitismo; se les dijo que se les otorgaría tal permiso cuando la convocatoria para el congreso fuera publicada.

El doctor Armando dirigió una solicitud al Comité de Elecciones para que emitiera la convocatoria tomando en cuenta los deseos de la base trabajadora de que ésta se alineara con los principios democráticos de la nueva reforma laboral: voto libre, secreto y directo; así como el respeto a la garantía individual que otorga el derecho a votar y ser votado. Ante esta solicitud el Comité de Elecciones respondió que emitiría la convocatoria apegada al artículo 123 apartado “B” de la constitución, a la Ley del Trabajo de los Servidores Públicos del Estado de Tamaulipas y a los Estatutos Internos. Cabe señalar que el primero de mayo del 2019 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, Reglamentaria del apartado “B” del Artículo 123 Constitucional.

En este decreto se establece en el Artículo 69 “La elección de las directivas sindicales se hará mediante voto personal, libre, directo y secreto de los afiliados, previa convocatoria que se emitirá con una anticipación no menor a quince días y que se difundirá entre todos los miembros del sindicato. El sindicato deberá notificar la convocatoria al Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje con la misma anticipación, el cual podrá verificar el procedimiento de elección por conducto de los servidores públicos o fedatarios que designe para tal efecto. Las elecciones que no cumplan estos requisitos serán nulas.”

Además, el Decreto en cuestión solo contempla el siguiente artículo transitorio: Único. – El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente al de su publicación en el Diario Oficial de la Federación. El 13 de agosto el Comité de Elecciones publicó la convocatoria para el congreso, sujetándose solamente a lo dispuesto en el Estatuto Interno e ignorando lo establecido en el artículo 123 constitucional en su apartado “B”. Nuevamente el doctor Trejo, Leticia Uresti y Ezequiel Alfaro solicitaron permiso para realizar actos de proselitismo y de nueva cuenta les fue negado diciéndoles ahora que se les iba a otorgar tal permiso cuando registraran su planilla, de acuerdo a la convocatoria el registro podría realizarse los días 4, 5 y 6 de septiembre; las elecciones serían ¡el 13 de septiembre!

El día 12 de septiembre el Comité de Elecciones notificó a los representantes de la planilla roja, que encabeza Armando Trejo, que no procedía su registro por no cumplir algunos de sus integrantes con los requisitos establecidos. Esta notificación desató la indignación de miles de trabajadores en el estado y, quienes pudieron (algunos cientos), asistieron desde muy temprana hora a las instalaciones del edificio sindical con el firme propósito de evitar que se desarrollara nuevamente una farsa con votación por delegados a mano alzada, reeligiendo por 4 años más a Blanca Valles (¡de darse esto llegaría a 29 años al frente del SUTSPET!).

Es preciso hacer notar lo siguiente: de acuerdo con cifras proporcionadas a través de transparencia, el SUTSPET tiene 206 delegados, entonces Blanca Valles solo requiere 104 votos para reelegirse; el universo de trabajadores sindicalizados es de 14,000, por lo que si 14,000 = 100%, 104 = 0.74%. ¡Esto quiere decir que Blanca Valles por cada 400 trabajadores requiere el voto de solo 3 de ellos para reelegirse sin problema alguno! Por todo lo anterior los simpatizantes de la planilla roja bloquearon los accesos al edificio sindical y aguantaron los embates de los integrantes del Comité de Blanca Valles que pretendieron entrar a la fuerza, logrando con ello impedir que el congreso se celebrara en el edificio.

Ante lo anterior, Blanca Valles, que nunca hizo acto de presencia, decidió realizar el congreso en un hotel del centro de la ciudad y reelegirse nuevamente. Aquí se debe precisar que no hubo convocatoria pública para el cambio de sede del congreso, que se debió notificar a todos los delegados lo cual no ocurrió, pues tanto el doctor Trejo como algunos de sus acompañantes son delegados, debieron participar en el congreso y nunca fueron avisados.

 

Además, por los videos que circulan en redes, se puede apreciar que en el congreso desarrollado en el hotel hubo personas que no son delegados y que a la hora de alzar la mano lo hicieron con singular alegría. El 18 de septiembre se interpuso una demanda por el equipo jurídico de la planilla roja ante el tribunal burocrático, en contra de la resolución del Comité de Elecciones en donde descalifica a la planilla roja para contender por la renovación de la dirigencia sindical.

Está pendiente que el SUTSPET haga llegar la documentación correspondiente al congreso ante el tribunal burocrático, y ver si el tribunal con todo y el cúmulo de irregularidades le otorgan la toma de nota. Mientras tanto no existe en el SUTSPET una dirigencia legalmente constituida. ¡Todos somos SUTSPET! Es el grito que identifica a miles de trabajadores sindicalizados de todos los subsistemas del estado, inconformes con el desempeño de la actual dirigencia sindical.

En ese sentido, crecen las manifestaciones de los burócratas del estado que rechazan la gestión de Blanca Valles y su “pequeña camarilla”, debido a un sinnúmero de irregularidades en donde sobresalen: opacidad en el manejo de los recursos, falta de contratos colectivos, manejo discrecional de plazas y promociones con una total falta de respeto a los derechos escalafonarios, nula defensa de los trabajadores ante el acoso de los directivos, reconocimiento efectivo de la antigüedad laboral, disminución de prestaciones, servicios de salud cada vez más deficientes y el escándalo del multimillonario desfalco al fondo de pensiones en donde todo indica que Blanca Valles y su “camarilla” son corresponsables.

Por todo lo anteriormente señalado, en una elección democrática Blanca Valles y su “minúscula camarilla” no tienen posibilidad alguna de ser electos por la mayoría del gremio, es por eso que intentan esconderse en los estatutos que ellos mismos amañaron para continuar con su dictadura”.

Correo: amlogtz@gmail.com