ColumnasTitulares

EL DEBATE SILENCIOSO

CUADRANTE POLITICO.

POR  FERNANDO   ACUÑA  PIÑEIRO

EL DEBATE  SILENCIOSO

Pareciera  una vida normal, pero justo  cada segundo,  corren por las venas de la república, millones de mensajes. Ahora mismo que usted  lee estas líneas, puede tener  en WhatsApp o en Facebook, uno o varios textos  que le aconsejan, olvidarse del desmadre existente a su alrededor  y dedicarse a su familia. O  bien, lo contrario: información suficiente  para que usted  siga alimentando  su ira  y su encabronamiento social.

La lucha entre estas dos tendencias, se ha convertido en el centro  de  la información que nos está  llegando vía  celular  o computadora.

¿La razón? El sistema, tal como lo concebimos, está asustado. Pero también hemos logrado ponerlo en guardia. La  respuesta,  ha sido la  más lógica: las voces  empresariales  que antes  atacaban  al Presidente  Peña  Nieto, de pronto  sintieron  que, era mejor  mantenerlo  con salud política, al menos, hasta que llega el 2018.

La plutocracia mexicana  y extranjera, llámense  ricos del país y  del ámbito global,  reconocen ahora que  se les pasó  la mano, y que, tanto masacraron  la imagen del  Poder  Ejecutivo federal, que,  terminaron  por despertar a  la fiera,   ese mismo felino que  obligó  a  Porfirio Díaz  a  irse del país,  después  de  pronunciar  una frase  que sería  histórica: ¡Han despertado al tigre!. Sí  señores, el pueblo despertó  y arrasó con furia ciega, el poder  de las grandes cadenas comerciales. Hubo un momento, en que, el pasmo paralizó  a las elites  económicas  y políticas.

¿Qué  va a pasar  en lo sucesivo? No lo sabemos. Pero lo que sí es  evidente es  la  debilidad  del liderazgo político institucional. Hablamos del gobierno civil y de su incapacidad para explicar  las drásticas medidas aplicadas, en materia de  incrementos.

 La situación  es grave,  es sumamente delicada. Y  le explicaré  porque: cuando en una familia, se pierde el  principio de autoridad, el hogar  se vuelve  un infierno. Todos hacen lo que les viene en gana. No hay valores, no hay buenos ejemplos  a  seguir. Eso  es justamente  lo que está  sucediendo actualmente  en México: el gobierno  ha incurrido  en fallas  y en abusos, lo cual ha derivado, primero en brotes  de descontento, y  ahora  en  saqueos  y  anarquía.

Salvo lo que usted  considere, a mí me parece que hay un origen multifactorial. Le  citaré algunos temas: en primer lugar, la política  como  tradicionalmente la entendemos,  ha sufrido  un cambio profundo, yo diría  que casi total. La gente  ya no entiende  la política, como  hace unos pocos años.

Sin embargo, los partidos siguen  asumiendo  la misma actitud. Legalmente son los encargados de procesar el insumo político, pero se observan obsoletos, incapaces. Sus relaciones  de complicidad  y de corrupción han terminado por  desplazarlos de la vanguardia social. Estos partidos  caza  votos, y electoreros, no se encuentran  a la altura  de  los reclamos sociales. La partidocracia sigue fiel a su  propia forma  de  hacer política, que es la forma  antigua, la  forma del pasado,  acostumbrada  a decidir desde arriba, y  para  beneficio de  unos cuantos.

En consecuencia, ¿qué es lo que  se necesita? En  primer lugar, una amplia reforma de Estado que incorpore  a la Carta magna, beneficios  para  la clase trabajadora  y las clases medias, y no solamente  para  la clase  acomodada. Este podría ser el primer paso, para   convocar  a  un Congreso  que redacte  una nueva constitución política del país. Si los  partidos  se niegan a hacerlo, créame que la sociedad  los  va a obligar.  La cosa  ya no tiene vuelta de hoja:

O nos democratizamos como Dios manda,  o a la vuelta  de la esquina, podría estar esperándonos  un régimen militar. Ya desde ahora, los hombres  de verde, saben  y platican entre ellos que, el poder civil está compuesto por una bola de ineptos. Y  no les falta razón. Dicen la verdad.

 Lo que sigue, a mediano plazo,  sería justamente eso: un gobierno castrense. O  bien, eliminar la brecha, entre privilegios y jodencia. Esto es lo más  deseable.

DE  ESTO  Y  DE  AQUELLO

La semana  anterior, estuvo marcada  por el recrudecimiento de la violencia. Dicho escenario  ha tenido algunos rasgos interesantes que me parecen dignos de matizar: el Gobernador  Francisco García  Cabeza  de  Vaca  ha salido  a dar la  cara  y  hablar  de frente. Esto permite cierta oxigenación del tema violento.

Aunque de ninguna manera  constituye su solución, al menos nos enteramos  que, el mandatario estatal  está  comprometiendo a las instituciones estatales y  ya no  le deja toda la carga  a la federación, como anteriormente  sucedía. Esto representa un avance, en la medida en que, el liderazgo  cabecista  está  exponiendo  ya  su  prestigio político, y   ya no esconde  la cabeza, como el avestruz.  Por lo demás, las cosas   siguen siendo demasiado complejas. Esperemos que  Tamaulipas cuente con un presupuesto a  la altura de sus dos principales retos ciudadanos: desempleo  e inseguridad.