El Mante actual, un paraíso comparado con la época de terror de Geño y Egidio
I Por Marco Antonio Torres de León l
*Digámoslo como es, sin mentir, hoy El Mante y Tamaulipas vive en el paraíso comparado con aquella oscura época.
En asuntos de seguridad ciudadana o de seguridad pública, no puede equivocarse ninguna evaluación seria, al menos no en El Mante.
Las cosas en ese rubro han mejorado sustancialmente.
No queda lugar a dudas, el actual gobierno municipal y estatal confirman que hay garantías de seguridad pública.
Contra todo lo que los acedos críticos digan, y contra las campañas negras en redes sociales, El Mante vive una tranquilidad sorprendente desde que la Policía Estatal y las fuerzas de seguridad nacional hacen rondines a lo largo y ancho del municipio.
Por si alguien no lo recuerda, El Mante vivió sus peores momentos en el sexenio de Eugenio Hernández Flores y en el de Egidio Torre Cantú.
Aquellos tiempos sí que eran oscuros, de terror.
Las matazones eran cosa de todos los días, los levantamientos de ciudadanos muchas veces inocentes, también.
Eran desaparecidos casi a diario los que se registraban.
Las fuerzas oscuras, el poder de las tinieblas estaba en su apogeo, de tal suerte que El Mante se convirtió en un cementerio.
Gobernaba el país Felipe Calderón Hinojosa y en el estado lo hacía Eugenio Hernández Flores y posteriormente, Egidio Torre Cantú.
Aquello era un aquelarre de sangre y muerte.
Francamente las cosas han cambiado en este último tiempo, en el último sexenio y trienio de gobierno estatal y municipal.
Desde que gobierna Francisco García Cabeza de Vaca y Mateo Vázquez Ontiveros, el control sobre las estadísticas de muerte y desapariciones, ha descendido considerablemente.
Todo mundo veía con espanto el escenario de terror que se vivió en la comarca en aquel tiempo.
Durante las madrugadas nadie osaba salir a carretera en automóvil porque el pánico te comía cada kilómetro que recorrías.
Eran épocas de espanto.
Hoy palidece la población al saber de un robo domiciliario, un asalto a mano armada.
Rara vez se registran sucesos de esa clase.
Digámoslo como es, sin mentir, hoy El Mante y Tamaulipas vive en el paraíso comparado con aquella oscura época.
Y seguimos rogando que ya no vuelva jamás.
