Columnas

El mejor policía…

TRIBUNA

Por Javier Terrazas

El mejor policía…

Este 2 de enero es el Día del Policía. Si conoce uno bueno, felicítelo, hay pocos y debemos cuidarlos.

Esta figura que surgía del barrio y cuidaba con esmero la zona asignada, ya desapareció. Con él se fue la confianza social.

Hoy en día, podremos decir que hombres y mujeres policías capacitados en universidades especializadas con uniformes de Guardia Nacional, SEDENA, o Policía Estatal Preventiva, cuidan nuestro entorno, pero nos despiertan temor.

Es más, el miedo al policía que la percepción de seguridad cuando están cerca de nosotros en la calle o frente al domicilio.

Difícil regresar a los esquemas antiguos en donde el policía era fiel guardián del orden, de la aplicación estricta del Bando de Policía y Buen Gobierno, así como orgulloso portador del uniforme.

Desgraciadamente, como en todos los campos, el mal se fue imponiendo al bien. Los cuerpos de seguridad pública preventiva, ministerial, de investigación y federales, se fueron corrompiendo.

Hasta llegar a los extremos de que sirven a los intereses de la delincuencia organizada y no a los de la sociedad.

El problema fue que no nos dimos cuenta a tiempo para frenar esa contaminación.

Como sociedad nos fuimos encerrando para tratar de huir de la inseguridad, dejando en manos de los delincuentes y los malos policías nuestras vidas.

Primero cerramos puertas y ventanas.

Luego pusimos protectores a las ventanas.

Más tarde subimos la barda y colocamos caballetes con picos.

Otros pusieron cables de alta tensión.

Vinieron luego los timbres con cámaras.

Luego los sistemas de vigilancia con videocámaras.

Pero nada fue suficiente.

Se llegó incluso a dejar la vivienda para cambiarse a un fraccionamiento bardeado y caseta de vigilancia.

Entre más nos encerramos, peor nos comunicamos con los vecinos y amigos, para hacer causa común en la vigilancia y control de nuestra calle.

De alguna forma le entregamos las llaves de la calle, cuadra, manzana o barrio a los malandros.

Y estos se apoderaron de ella. Luego tomaron la plaza y se sintieron los amos y señores.

Los dejamos crecer tanto que hasta incursionaron en la política.

Y algunos han llegado a ser representantes populares.

Por ello, cada vez tenemos peores gobiernos en los municipios y las entidades federativas.

Las mujeres y hombres de bien, se quedan en casita o en sus oficinas. No se involucran ni participan en la vida de la comunidad.

Pero es esa la causa de que hayamos llegado hasta dónde estamos.

Así que la alternativa se iniciar el cambio del estado actual de las cosas es la participación activa en la comunidad, en la defensa de derechos y cuidado de las obligaciones.

Ser más colaboradores con los asuntos de la sociedad y más críticos constructivos de las autoridades municipales, estatales y federales.

Y mientras no tengamos policías confiables en nuestro barrio o sector. Pues usted y yo seremos los vigilantes, es decir, los policías. Feliz Día del Policía.