Columnas

El Poder Ciudadano.

En nuestro querido México, los partidos políticos no tienen una sólida militancia ideológica, salvo sus cúpulas y élites. Impera la militancia convenenciera sobre la de convicción.

En tiempos pasados de la hegemonía priísta, no había otra alternativa, se militaba por tradición.

Solo algunas élites partidistas tienen el dogma, pero éstas no han sido capaces de bajarlo a las bases.

Incluso entre los partidos más añejos, la militancia es por tradición familiar, cercanía con algún dirigente, identificación con colores o empatía por algún personaje o candidato.

Esa es la razón por la que con tanta facilidad se cambia de partido, no solo los líderes o cuadros de dirigencia o figuras que han desempeñado cargos públicos, sino de las mismas bases se brincan las trancas con gran facilidad.

Por ello, ningún partido político, aún en el ejercicio del poder público, puede jactarse de contar con grandes militancias y para siempre.

Aunque, eso sí, puede mantenerlas clientelarmente a través de programas sociales. Hay que recordar que casi la mitad de nuestra población está en condiciones de pobreza y esa condición la hace fácil presa.

Pero el efecto de la despensa, beca o cualquier otro subsidio, no son garantía de lealtad eterna.

En cada elección, buena parte de la ciudadanía subasta su voto y en especial en las etapas finales de un sexenio, el gobernante y su partido ya no tiene el peso suficiente, porque aparecen “otros soles”.

Esa es la cruda realidad, luego de varios lustros de la coacción y compra del voto, la base aprendió a entrar en el mercadeo del sufragio.

Podrán tener los partidos políticos principales PRI, PAN, MORENA, Movimiento Ciudadano, PT, PVEM, PANAL, algunas estructuras fieles, pero la gran masa está suelta. Va a donde mejor le pueda ir en el futuro.

La mayor parte del poder del voto, está pues, en la ciudadanía.

Y quizás sea el momento importante de que la comunidad se dé cuenta y valore más que la decisión de los próximos gobernantes está en sus manos, solo en sus manos.

Consciente de ello, la sociedad debe aprender a identificar entre sus ciudadanos valiosos para que sean éstos a quienes los partidos busquen postular para los diversos cargos de elección popular.

Hay que repasar la historia reciente y en una evaluación realista, ver cómo le ha ido a la comunidad o municipio con los alcaldes y diputados que ha votado en las urnas.

Seguir votando por quién da más en la campaña u ofrece más una vez llegado al Gobierno, no es el mejor camino. Los resultados han sido funestos la mayoría de las veces.

En los últimos 40 años, el municipio de Victoria ha tenido 19 presidentes municipales, 16 del PRI y 3 del PAN. Algunos de ellos sustitutos.

Para ubicarnos en los tiempos de cada Gobernador, con Emilio Martínez Manautou lo fueron Raúl García García (Profesor) y Jaime Rodríguez Inurrigarro (Licenciado).

Con Américo Villarreal Guerra, llegaron al palacio municipal, vía elección, Tito Reséndez Treviño (Licenciado) y Ramón Durón Ruiz (Licenciado)

Mientras con Manuel Cavazos Lerma, lo fueron Gustavo Cárdenas Gutiérrez (LAE del PAN) y su relevo, Teresa Aguilar Gutiérrez PAN (Ama de Casa); así como Pascual Ruiz García (Contador Público) a quien relevó Zélideh Saeb Salinas (Profesora).

Mientras que en el sexenio de Tomás Yárrington Ruvalcaba, lo fueron Enrique Cárdenas del Avellano, (Ingeniero Agrónomo) a quien relevó Egidio Torre Cantú, (ingeniero Civil); y Eugenio Hernández Flores (Ingeniero Civil), a quien relevó José Manuel Assad Montelongo, (LAE).

Ya en el sexenio de Eugenio Hernández Flores los alcaldes fueron Alvaro Villanueva Perales (Arquitecto) y Arturo Diez Gutiérrez Navarro (Ingeniero Agrónomo).

En tanto en el gobierno de Egidio Torre Cantú, los alcaldes fueron Miguel González Salum (Contador Público) y Alejandro Etienne Llano (Licenciado), a quien relevó Fernando Méndez Cantú (Contador Público).

Ya en la era del PAN en el Gobierno del Estado, tras la alternancia que obtuvo Francisco García Cabeza de Vaca, los alcaldes capitalinos más recientes son Oscar Almaraz Smer del PRI (Contador Público) y el actual, Xicoténcatl González Uresti (Doctor), ex independiente al que abanderó el PAN para evitar la reelección de Almaraz Smer.

En esta nueva era de alternancias en el Poder Ejecutivo Federal, el estatal y en los propios Ayuntamientos, los partidos políticos están obligados a seleccionar a los mejores cuadros propios o de la sociedad civil, a fin de que emerjan buenos prospectos y servidores públicos.

Igualmente, los ciudadanos deben reflexionar mejor sobre la orientación del voto, pensando más en quién puede ser la mejor opción para que a la ciudad, a sus pobladores y a todo el municipio le vaya mejor. Hacer a un lado el interés personal, la coacción o presión de cualquier tipo.

Gobernar en tiempos de la crisis sanitaria y económica por el impacto del COVID-19 en todos los sectores, que se reflejará en presupuestos austeros, exigirá de un trabajo mucho más amplio para las nuevas autoridades, por lo que deben ser elementos valiosos, de gran compromiso comunitario, capaces, preparados, con visión de futuro y sepan integrar buenos equipos y hacer equipo con el Estado y la Federación.

Cuadros con esos perfiles los hay en la capital tamaulipeca, pero hasta ahora muy pocos aparecen en las listas que se han mencionado o se intenta inducir en la mente de los ciudadanos.

Va aquí una breve ensalada de nombres de victorenses valiosos de nacimiento o por arraigo, que tienen los atributos y capacidades para hacer un buen papel en el Ayuntamiento de Victoria.

Falta ver si ellos quieren o pueden ser considerados por algún partido político, para someterse al criterio de la ciudadanía en las urnas.

Y como son primero las damas ahí considere a Lidya Madero García, Patricia Araujo de la Torre, Juana Adela Tamez Haces, Blanca Anzaldúa Nájera, entre otras.

Mientras que de los varones que le parecen Gonzalo Iginio Carrillo León, Jorge Salinas Treviño, Guillermo Tirado Saldívar; Arturo Núñez Ruiz, Jorge Pensado Robles, Oscar Torre Gómez, Marco González Salum, Francisco Hernández Montemayor, Ruy Matías Canales, Heriberto Ruiz Tijerina, Abelardo Perales Meléndez, Eugenio Benavides Benavides, Fernando García Fuentes, Jesús Lavín Verástegui, o Felipe Garza Narváez.

Es solo en un breve repaso de personas buenas el desempeño de sus funciones en el quehacer público, privado o instituciones de los sectores productivos de la capital tamaulipeca.

El Poder Ciudadano debe imperar. Los partidos deben abrirse para buscar a los mejores cuadros. Y la ciudadanía tomar la mejor decisión pensando como comunidad.

Veremos que resulta.

La coyuntura electoral está, porque habrá una mayor vigilancia central de órganos electorales, partidos y sobre todo del uso de recursos en campañas y la no coacción al sufragio.