Columnas

El Puente de la Impunidad

Tendencias

Por Oscar Contreras

El Puente de la Impunidad

El gobernador Américo Villarreal Anaya aseguró que el llamado “Puente Roto” de Altamira, es un símbolo de la corrupción y deshonestidad que tuvieron los gobiernos del pasado, pero creemos que el doctor se quedó corto, porque ese puente simboliza para los tamaulipecos la complicidad, opacidad e impunidad con que actuaron los últimos tres gobernantes del neoliberalismo en Tamaulipas.

Y es que Eugenio “Geño” Hernández Flores, Egidio Torre Cantú y Francisco García Cabeza de Vaca, siempre supieron quien había gestionado la obra ante la Secretaria de Comunicación y Transporte; que empresa la había construido y porque se había caído, lo cual los convierte en cómplices porque nunca hicieron nada, ni apoyaron a los afectados para tratar de reparar esa situación.

Lo peor del caso es que tampoco iniciaron una investigación; no citaron a declarar al gestor y a los dueños de la constructora y mucho menos, los obligaron a reparar el puente y los daños que ocasionó a cientos de ciudadanos que se accidentaron y algunos murieron por la mala ubicación de los señalamientos y desviaciones que tenía esa obra en reparación.

Es importante comentar que la falta de transparencia de los gobiernos cuando otorgan una obra pública, por lo general provocan muchas de las veces rumores y comentarios infundados, porque nunca dan a conocer quién o quiénes son los constructores y a veces, como en este caso, les pagan sus errores y ellos, andan libres como si nunca hubieran hecho nada. ¿Qué les parece?

Por esto señalamos que Geño, Egidio y Francisco son cómplices, porque a pesar de conocer el daño que este Puente Roto causó a la gente, nunca denunciaron al constructor y a la empresa, de tal manera que en este momento el gestor y constructor, pudieran estar en algún cargo público o andar buscando una candidatura y de llegar, continuarán salvándose igual que como lo han hecho hasta el día de hoy.

Es por esto que la complicidad sobre el Puente Roto de Altamira llega hasta este gobierno de la transformación, ya que Américo en lugar de dar conocer quién fue el gestor y la empresa que lo hizo, repara sus errores y eso es más que suficiente para ser cómplices de un puente que acabó con la vida de más de 50 tamaulipecos que murieron accidentados.

Se sabe que el “El Puente Roto” cuando se construyó por primera vez tuvo un costó 170 millones de pesos, ahora lo van a reconstruir por 293 millones, lo cual es un poco más del doble del costo inicial, pero al fin el gobierno de Tamaulipas lo terminará, aunque los culpables de este puente roto sigan libres y más felices que nunca.

En fin, el doctor Américo Villarreal asegura que en Tamaulipas se acabó la corrupción, la deshonestidad y comenta que “estamos comenzando a vivir los cambios; en eso estamos… y tengan la seguridad de que no les vamos a fallar”.

¿Será?… Pues quien sabe, eso aún está por verse, no lleva ni un año en el gobierno y muchas obras, compras y servicios contratados, han sido asignaciones directas y todo indica que estas irregularidades no las ve igual que lo hace con el nepotismo. ¿Verdad?

De salida. Raúl “Aquaman” Quiroga se puso valiente demasiado tarde y dice: “El tema del trasvase para el Distrito 026 para nosotros es vital, es fundamental y quisiéramos que el trasvase se llevará para las dos presas, la del Cuchillo y la Marte R. Gómez, pero sino se da por supuesto que vamos a hacer valer lo que está acordado”.

Nombre esto lo hubiera hecho cuando Adán Augusto acordó con Américo y Samuel García otra cantidad de agua en el trasvase por lo que ahora, se hará valer lo acordado recientemente y eso pronto lo veremos. Lo valiente debió salirle hace tiempo y no ahora cuando el lodo, de la incapacidad por andar de lambiscón, ya lo tiene hasta el cuello. Ni más ni menos.