El regidor fuereño que no es de Tampico y que le Gusta Mucho su Celular

*No suelta su teléfono móvil para nada, y casi nunca se le ve en Palacio Municipal

Juan Gallegos

Se la pasa de aquí y ahí, siempre con su celular en mano y fingiendo que alguien le marca o habla para despistar y decir que sí trabaja.

Siempre con mirada altiva y observando por encima de su hombro, como dando a decir que nadie lo merece.

Se trata del regidor forastero Édgar Treviño Martínez que dice pertenecer a Movimiento Ciudadano y quién sólo acude al Palacio Municipal pasadas las 12 del mediodía, para solamente demostrar que sí llega a la sala de ediles.

El concejal no sabe calentar la silla del escritorio o del anexo que tiene asignado el cabildo para sus labores. No dura ni 20 minutos en el asiento para de inmediato pararse con celular en mano y darle nuevamente vuelo al dedo en la pantalla del móvil.

Cuando hay reporteros a la vista simula hablar con alguna persona o apresura el paso para no ser molestado. Al regidor fresa, como le dicen algunos burócratas, no le gusta dar entrevistas, o sólo quiere hablar de las cosas bonitas que observa en la ciudad.

Se ve que no es un edil que le guste formarse una opinión personal de los temas que pasan desde el ámbito nacional hasta el local.

Desde que las sesiones de cabildo se realizan a puerta cerrada con el fin de evitar contagios de Covid, varios ediles han aprovechado la ausencia de la población que solía acudir y de la prensa, para no presentar informes de su comisión. Al regidor foráneo aún no se le conoce, o al menos no se sabe, que haya presentado alguna moción o por lo menos levantado la voz en una sesión de cabildo, pues hay que recordar que es un regidor de oposición.

Al regidor fresa, como ya se le conoce en el Palacio Municipal, se le puede ver paseando por la zona centro, la plaza principal, en el café, dándole lustre a sus zapatos o tenis de marca, hasta en instituciones bancarias, todo eso por la mañana y en horario laboral.

Bien haría el partido político Movimiento Ciudadano o la dirigencia local o estatal, hacerle un extrañamiento para que ya se ponga a trabajar, pues no gana tres pesos, como diría mi abuelo…