El Repiso entra en conflicto

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Oscar Contreras Nava

El Repiso entra en conflicto

Después de que Acción Nacional ganó el gobierno de Tamaulipas en Ciudad Victoria se presentó una singular crisis económica en sus comercios, restaurantes, hoteles, comercializadoras, constructoras y en especial, en las escuelas, institutos y colegios que ofrecen educación privada.

La mayoría de las escuelas, negocios y comercios empezaron a racionalizar sus gastos e inversiones debido a esta crisis y algunos de ellos decidieron cerrar debido a que sus ventas o servicios disminuyeron de manera considerable y no pudieron sostenerlos.

La educación privada fue uno de los sectores que más le afectó este cambio de régimen, ya que en su mayoría los padres de familia de alguna manera estaban vinculados con los gobiernos del PRI y al dejar de trabajar en estos gobiernos,  muchas familias dejaron de enviar a sus hijos a escuelas privadas y volvieron a las públicas.

Uno de las escuelas privadas que tuvo más fortuna fue el Colegio Antonio Repiso, quien tiene niveles educativos que van de preescolar hasta la preparatoria y se distingue por el buen nivel académico que tiene, los principios y valores que les imparten a los niños y jóvenes y en especial, por la calidad que tienen las maestras y maestros para enseñar.

Es por ello que la mayoría de los padres de familia han mantenido a sus hijos inscritos en este colegio, siendo muy pocos los que han dejado de asistir, pero desde hace unos días, un grupo de padres de familia le hicieron una serie de señalamientos a la directora administrativa del colegio, hermana María Minerva López Ayala y de todos ellos destacan cuatro:

Primero. No están de acuerdo que hayan despedido a nueve maestros porque los consideran que son de los mejores que tiene esta institución.

Segundo. Que haga una serie de mejoras al colegio cuando son varias las ocasiones en las que les ha dicho que están batallando con las finanzas y no pueden resolver otros problemas que se tienen.

Tercero. Están inconformes de que hayan reducido los grupos y aumentado el número de niños por cada salón.

Y cuarto. Se encuentran muy preocupados porque se contrató a un “psicólogo”  para la Preparatoria de nombre Dagoberto Valle Arriaga, quien al parecer estuvo preso en tres penales del estado de México por cerca de ocho años debido a un asesinato que supuestamente nunca cometió y fue liberado porque las autoridades no encontraron el cuerpo de la víctima y ahora los padres de familia del Colegio Repiso quieren que les aclaren porque fue contratado o si es un homónimo del supuesto asesino.

Sin duda que este es un tema que da mucho de qué hablar, pero esperamos que esta institución la cual tiene un alto prestigio educativo, moral y religioso muy pronto resuelvan todas estas inquietudes con los padres de familia y aclaren con sus dudas sobre los cambios que han hecho y a quienes han contratado a partir de diciembre, para que sigan haciendo honor al lema de “Ser para servir desde la actitudes de Jesús Pastor”. Ni más ni menos.

Punto final. Hace unos días, el petista presidente municipal de Ciudad Madero, Adrián Oseguera Kernion, alucinó que un grupo de terroristas llegaban a tirar basura a Playa Miramar, en los mil 500 metros, que el Instituto Mexicano de Normatividad y Certificación le iba a revisar para darle la certificación de playa limpia.

Así que preocupado por lo que pudiera suceder envió a su grupo especial de porros y sicarios totalmente armados, para que fueran a cuidar Playa Miramar metro por metro y los instruyó para que apresaran a todo aquel que vieran tirando cualquier papel, colilla de cigarro o bote de cerveza, y lo pusieran a disposición de la autoridad por atentar contra la playa y su presidente.

Desde luego que no sucedió nada, los bañistas que cuando vieron a los porros de Oseguera armados hasta las cachas, mejor ni llegaron a la playa y de esta manera consiguió la certificación de playa limpia al igual que su antecesor Andrés Zorrilla Moreno.

Sin duda que Oseguera se mal viajó, tuvo un mal sueño y nunca aparecieron los terroristas que le iban a ensuciar la playa y aunque nunca hubiera recibido la certificación, estamos seguro que la gente hubiera seguido llendo a Playa Miramar, porque así ha sucedido durante muchos años y no creemos que Oseguera haga la diferencia. ¿O sí?… está por verse.

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