Columnas

En 2018, todos contra todos.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

En 2018, todos contra todos.

Con un Andrés López Obrador a la baja en preferencias ciudadanas con miras a la presidencia de la República, un Frente por México que perdió muchos puntos debido a las divergencias en el PAN y un PRI cuestionado, atacado y poco genuino, respecto a su precandidato presidencial el escenario para las elecciones del 2018, es confuso.

Las personas que vayan a votar el primer domingo de julio del año venidero, tendrán que analizar muy bien actitudes, propuestas y compromisos, para que, a partir del juicio que se formen y aquello que les dicte su corazón, sufraguen.

Como en ninguna elección de cualquier época en la nación, reflexionar debe ser una condición que se fijen los mexicanos, desde el momento que, equivocarse propiciará un cambio de vía muy drástico en todos los aspectos.

Hablamos de ir hacia una izquierda extraña, que mira hacia modelos políticos radicales, de una derecha desafiante que compartiría el poder con otra izquierda, la desgastada y dividida, así como, de una corriente del centro cuestionada, grillada y blanco de ataques ciudadanos a través de redes sociales y medios, que, la realidad jamás pensamos atestiguar.

Además, es importante considerar como colados en el escenario los aspirantes independientes que creer estar ante la oportunidad de su vida para desplazar a los partidos políticos y hacer sentir su fuerza, como producto de la incredulidad mostrada por ciudadanos jóvenes, de que los partidos puedan funcionar para llevar a México por un mejor camino.

No se ha logrado ni en más de 70 años de predominio de una corriente política en el poder, ni los 12 que estuvo otra como encargada de la nación.

Estamos casi a mitad del último mes del año, el de las posadas, de las reuniones familiares, del asueto que ilustra, de ahí que, sugerimos a los tamaulipecos y desde luego a los mexicanos que dediquen un tiempo de cada día a pensar, repensar y hasta intercambiar ideas sobre las elecciones presidenciales del 2018, para que, llegado el momento decidan por aquello que mejor convenga al país y no a los grupos que se disputan los cargos electorales.

Este día, alguien consideró como lógico un pleito del precandidato del PAN, Ricardo Anaya Cortés, con los expresidentes de ese partido, ya que, con el paso del tiempo y en función de sus circunstancias, mostraron caminar en un sentido diferente al marcado desde el comité nacional.

Era algo que inimaginable, sin embargo, ya está frente a nosotros y tendremos que acostumbrarnos a ello.

Sobre todo, a las implicaciones que a corto y mediano plazo tendrá y que, se verá reflejado en las urnas el día de la elección presidencial

El escenario registra situaciones de hartazgo en todos los sentidos y hacia todos los partidos o grupos de partidos, trátese del PRI, PAN, PRD o PMRN y para terminar de completar el cuadro, la vía de los independientes está demasiado lejos de ser favorecida, porque como tales responden a estructuras localistas, desconocidas en el ámbito nacional.

Es decir, Jaime Rodríguez Calderón fue un buen candidato independiente para Nuevo León y logró juntar ya las firmas suficientes para que el INE le autorice ser candidato presidencial, sin embargo, es un perfecto desconocido en regiones del país en las cuales el voto pesa y mucho.

Al tratarse de la República, las estructuras de los partidos nacionales tienen su gran valor y, es a través de ellas que las candidaturas partidistas son más viables.

México no es Nuevo León y que esta entidad del país exporte una candidatura independiente, aunque haya grupos que puedan apoyar y votar, se quedan en la línea de la insuficiencia para alcanzar el triunfo.

Veremos precampañas y campañas de coscorroneo, de dime y te diré, de diretes contra diretes y de golpeteo parejo, en pocas palabras todos contra todos, de ahí la importancia de que, los ciudadanos que votará en las elecciones del primer domingo de julio, tienen que comenzar a pensar ya, desde estas vacaciones en lo mejor para el país, sin voltear a ver los intereses personales, de partidos o de grupos de paridos empeñados en sacar de la jugada a los que aparecen como sus grandes enemigos ya sea de contienda o personales.

Es probable que sí podamos evitar, mediante el voto razonado, repensado, valorado, revalorado, juicioso y en función del interés supremo de la patria, que la administración se convierta en un botín político y económico o económico y político, donde, por desgracia, los que pierden son los habitantes de cada región de México.

Ahora bien, además de elección presidencial, hay legislativa nacional y procesos locales concurrentes en muchas entidades del país, de tal forma que es una de las más grandes de la historia del país, por eso, el cuidado del voto debe extremarse.

En Tamaulipas, se elegirán o reelegirán presidentes municipales, los 43 y hasta el momento, solo uno de los actuales ha levantado la mano para decir que se reelegirá en atención al nuevo mandato Constitucional que prevé la continuidad de alcaldes y legisladores en sus cargos.

El que ya dijo que sí, es el de Llera, Héctor de la Torre Valenzuela, que llegó como independiente para desempeñar por segunda ocasión el cargo de alcalde, así que, va por la tercera.