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Entre sal y vestigios, Lomas del Real trascenderá para la historia

*Actualmente el regidor Antonio De Anda Medina comisionado de las áreas Desarrollo Económico, Industria, Comercio y Turismo, refiere que “se encuentran en pláticas con el Instituto Tamaulipeco de Cultura y las Artes, con la titular Brenda Denisse de la Cruz y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, para que sean ellos quienes conduzcan las obras de la edificación del museo de la sal

Por Agustín Peña Cruz |

Altamira, Tamps. – Lomas del Real, una comunidad con aproximadamente unos mil doscientos habitantes pertenecientes al municipio de Altamira, por años había permanecido olvidada, muy a pesar de tener historia que da identidad y trascendencia antropológica de lo que hoy se le reconoce internacionalmente, como pioneros en la cosecha de sal y asentar una aldea prehispánica de Chak Pet, en la costa del Golfo de México.

Actualmente, el Gobierno de Altamira que encabeza el munícipe Armando Martínez Manríquez ha hecho las gestiones ante el Instituto Tamaulipeco de Cultura y las Artes para la construcción del Museo de la Sal, en la Congregación de Lomas del Real, lugar de gran empuje predominante en el sector de la actividad primaria principalmente la sal, teniendo los primeros asentamientos humanos en la vida de la antigua Villa de las Caldas, hoy Heroica Ciudad y Puerto de Altamira.

Para el regidor Antonio De Anda Medina comisionado de las áreas Desarrollo Económico, Industria, Comercio y Turismo, refiere que “se encuentran en pláticas con el Instituto Tamaulipeco de Cultura y las Artes, con la titular Brenda Denisse de la Cruz y el Instituto Nacional de Antropología e Historia, para que sean ellos quienes conduzcan las obras de la edificación del museo de la sal porque también hay vestigios de Chak Pet en este municipio y tenemos que cuidar nuestro patrimonio cultural”.

No obstante, refirió que “aún no hay fecha (para la edificación), ya empezamos con los tramites de legales que es lo principal porque estamos dentro del cordón industrial donde esta ASPIPONA (Administración del Sistema Portuario Nacional) y debemos de tener ciertos permisos y consideraciones con la paraestatal, vamos a seguir trabajando para beneficio de los habitantes”.

Cabe señalar que es en Lomas del Real donde se construirá el Museo de la Sal, cerca de los cuadros de sal, “va a hacer un gran detonante turístico y de empleo en donde vamos a poder trabajar”, acotó.

HISTORIA DE LA SAL

Por otra parte, el historiador local, Enrique Zúñiga, en su libro memorias de la sal, Altamira en los cuarenta, señala que “durante unos años existió la codiciada pretensión de algunos campesinos lomeños, varios de ellos pertenecientes al sindicato de salineros, de formar un ejido con el nombre de Guillermo Prieto encabezados por Pascual Hernández y Cleofas de la Portilla García. El 26 de marzo de 1936 elevaron la demanda de dotación ejidal al gobierno estatal. La Comisión Agraria Mixta, órgano consultivo del ejecutivo local, realizó el censo, mismo que dio estas cifras: ciento veintiocho habitantes, de los cuales había cuarenta y dos campesinos aptos para recibir parcela”, en aquella época.

Prosigue en la narrativa Zúñiga aludiendo que “los propietarios posibles afectados arguyeron que los solicitantes estaban impedidos para ser agricultores pues su oficio era el de salineros y pertenecían en su mayoría a la Sociedad Cooperativa de Salineros de Lomas del Real, S. C. L. Salinero a tus salinas les habrían espetado. Mismo argumento formulado por los propietarios de tierras expropiadas para la creación del vecino ejido Aquiles Serdán, como más adelante se observa”, así la literatura parte de la historia de la vida de los salineros en aquella época de bonanzas.

CHAK PET

History Channel en abril del 2018, en una entrevista con el arqueólogo Gustavo Ramírez Castilla, del Centro INAH Tamaulipas y coordinador del proyecto de Salvamento Arqueológico Puerto Altamira, refiere que “el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México ha recuperado 84 piezas arqueológicas del 500 a.C. al 200 d.C. en la antigua aldea prehispánica de Chak Pet, en el puerto de Altamira, al sureste del estado de Tamaulipas y en la costa del Golfo de México. Los 84 objetos prehuastecos incluyen seis vasijas de cerámica casi completas del tipo Prisco Negro, que perduró durante 500 años y que es de acabado fino pero muy frágil, además de objetos de piedra verde, hueso y concha entre los que destacan un pectoral de caracol y un pendiente que fue tallado en la costilla de un animal marino como un manatí o una ballena, según reveló el INAH recientemente”.

Además, se resalta que el “lote de piezas se suma el descubrimiento de más de 150 figurillas de barro de tipo hueco y Pánuco C, algunas fragmentadas y otras completas, fechadas entre el 100 a.C. y el 200 d.C., la fase más tardía del sitio Chak Pet”.

Mientras que “el origen étnico y cultural de la población téenek o huasteca sigue siendo un misterio; y de ahí la importancia de las excavaciones en Chak Pet, porque es la primera aldea anterior a los huastecos que se estudia de manera extensiva en la Huasteca septentrional, mientras que el resto de los sitios ampliamente investigados son huastecos del Posclásico”.