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¡Ey! El poder no se comparte… ¿ok?

David Ed Castellanos Terán

@dect1608

¡Ey! El poder no se comparte… ¿ok?

Por fin mañana inicia oficialmente el proceso de entrega-recepción entre la administración de Francisco Javier García Cabeza de Vaca y lo que según el 5 de junio quedará en posesión de Américo Villarreal Anaya.

A todos los tamaulipecos nos hubiera gustado que esta fecha significara sólo eso, el inicio legal de la transición, sin embargo, existe la impugnación y los siguientes días hasta antes del fallo van a ser de mayor incertidumbre.

Los morenistas refieren que todo está escrito, que el triunfo es de ellos y no habrá nulidad, pero los de Acción Nacional no bajan los brazos y aseguran que hay las pruebas necesarias para lograr el fallo histórico a su favor.

La realidad sólo es una, Cabeza de Vaca se va a ir el último día de septiembre y el que le siga debe por lo menos mantener el nuevo rostro de Tamaulipas, una entidad sin tantos problemas de inseguridad; con menos historias de desaparecidos que en los sexenios de Eugenio y Egidio, pero sobre todo debe evitar a toda costa ceder el poder.

Eugenio Hernández Flores, sin capacidad para lidiar con Zetas y Golfos entregó el poder a estos grupos e hicieron añicos el Estado; después Egidio Torre Cantú con todo el dolor de su corazón tras el asesinato de su hermano Rodolfo, le dio todo el control a don Egidio Torre López; fue el sexenio del “no pasa nada” y entonces García Cabeza de Vaca los arrasó con sus vientos de cambio. Desafortunadamente Francisco compartió el asiento con sus hermanos, y le complicaron la gobernabilidad más que la misma oposición, estos últimos sólo recogieron el rencor, odio y encono provocado por los otros dos García Cabeza de Vaca.

Entonces si el pueblo eligió y el tribunal privilegia a Américo Villarreal Anaya, debe voltear a ver los errores del ayer. Eugenio, encarcelado; Egidio, sin que haya alguien en Tamaulipas que lo extrañe y Francisco Javier, la historia le indicará su futuro, pero que le quede claro al gobernador entrante que el poder no se comparte.

Ni con los delincuentes, mucho menos con los hermanos, hijo o la esposa, pero tampoco con la almohada. El voto es para una persona, esa es la responsable de la gobernabilidad; el pueblo les confirió el título de mandatario estatal y no es para que ellos lo cedan.

Américo Villarreal, ahora como integrante de Morena con muchos priístas a su alrededor, si ese es el destino de Tamaulipas, entonces debe tener bien claro que es él quien debe gobernar, insisto, no Eugenio desde la cárcel, tampoco su respetable esposa y mucho menos sus hijos, ni su hermana la regidora de Tampico Mónica Villarreal Anaya; el gobernador electo tiene en Eugenio, Egidio y Francisco Javier tres claros ejemplos de lo que sucede cuando se comparte el poder… todo se va al carajo.

En la intimidad… Hablando de buenas prácticas en el poder, un ejemplo de esto es el controvertido alcalde “Watch” Adrián Oseguera Kernion que reportó números favorables al concluir el periodo vacacional de verano, informó que se superó la expectativa prevista para este año, con la llegada de más de un millón 700 mil turistas a playa Miramar provenientes de diferentes puntos de la República Mexicana.

Eso es gobernar sin distinción de colores partidistas, su coordinación con GobTam en particular con Fernando Olivera titular de Turismo estatal fue fundamental.

davidcastellanost@hotmail.com