Tribuna

Por Javier Terrazas

Hombre prolífico

Falleció ayer en la capital tamaulipeca un hombre longevo, prolífico en familia y creación de instituciones: Don Pedro Etienne Lafón.

Nació en Tampico un 13 de agosto de agosto de 1921, es decir, dentro de dos meses cumpliría 96 años.

El pasado 11 de julio del 2014 tuve la oportunidad de hacerle una entrevista en el antiguo edificio del Congreso del Estado, hoy parte del Poder Judicial del Estado.

Acudió a recibir la Presea “Emilio Portes Gil” que entrega precisamente ese órgano colegiado de Magistrados.

Con la lucidez a plenitud, incluso de postura erguida, respondió algunas preguntas sobre la situación de la justicia, sus pendientes y los retos de la oralidad que ya venían.

Pero lo más importante, mostró su recia personalidad, su gran formación como jurista, combinada con su experiencia.

En su mensaje ante el pleno de magistrados y auditorio, refrendó esos tres elementos.

Fue sin duda una presea meritoria por su trayectoria como jurista, su servicio a las instituciones formales y su contribución a la formación de Colegios de Profesionales.

De sólida formación como abogado en la ciudad de México, donde instaló un Despacho Jurídico, fue llamado a Victoria para hacerse cargo como Juez de un caso delicado que ameritaba un tratamiento imparcial.

  Esa misión terminó por arraigarle en Victoria, donde formó su familia al lado de su esposa Nieves Llano,  procreando diez hijos: Nieves, Pedro, Cecilia, Virginia, Benito, Diego (+), Alejandro, Carlos ,Bernardo (+), y Mauricio.

También fue prolífico en la formación de instituciones que han dejado buenos resultados a la sociedad, entre ellas el Colegio de Notarios de Victoria en 1976; el Colegio de Abogados de Ciudad Victoria en 1977.

Más tarde, en 1983 participó en la creación del Colegio de Notarios de Tamaulipas, del que fue presidente fundador.

Fue por muchos años, el representante del Centro Patronal de Victoria, el antecedente de la COPARMEX, organismo que  le entregó un reconocimiento por 32 años de servicio en 1983.

Su compromiso con la ciudad que le acogió y con la educación de calidad, le mantuvo ligado a instituciones de educación privada y pública.

Impartió desde una clase de civismo en el Colegio Antonio Repiso, a Derecho Laboral en la Facultad de Comercio y Derecho Procesal en la Facultad de Leyes.

Esos vínculos con la educación y el deseo de que en la capital hubiese una institución de educación superior que impulsara la competitividad, le llevó a ser parte medular del cuerpo colegiado que respaldó la llegada de la Universidad La Salle Victoria.

Gran huella deja como legado a los victorenses y tamaulipecos en general;  además de una familia de mujeres y hombres de bien.

Obligados, sin duda a seguir su ejemplo y labor fecunda en la misión de construir un mejor Tamaulipas, desde cualquier trinchera.

Descanse en paz el abogado Pedro Etienne Lafón.