La decadencia política
Tendencias
Por Oscar Contreras
La decadencia política
Los tamaulipecos viven la decadencia de la clase política que se formó en el PRI y la cual es la misma que se ha ido a otros partidos buscando sobrevivir. Acabaron con el priismo estatal y ahora en esta elección van por el VERDE para terminarlo de enterrar como le hicieron con el revolucionario institucional.
Recordamos que los dos últimos gobernadores priistas como lo fueron Eugenio “Geño” Hernández Flores y Egidio Torre Cantú le dieron al PRI una estocada mortal. Ambos, junto con sus colaborares, fueron generando un ambiente de inconformidad y rechazo hacia el priismo y eso provocó que Acción Nacional ganara en Tamaulipas.
Por esa razón miles de militantes que tenía el tricolor primero se fueron al PAN, luego a MORENA y ahora por lo visto volverán a emigrar, pero se irán al VERDE a seguir con su tarea de exterminio partidista debido a que su vulgar ambición los delata y ya se escucha por todos lados que van por el gobierno estatal.
Cabe señalar que en el VERDE es donde Geño Hernández se ha refugiado para buscar la senaduría y no es difícil pronosticar que el exgobernador gane la elección, sabe que esa posición en el Senado de la República le dará el fuero legislativo que requiere para enfrentar sus asuntos legales en Texas sin ser aprendido.
Así que su posición de víctima de “Los Cabeza” y su simpatía, lo pudieran llevar a la Cámara Alta, pero antes durante la campaña debe convencer a los tamaulipecos de que el VERDE cumplirá lo que MORENA con Américo Villarreal no ha hecho en el estado.
Y es que el gobernador Villarreal Anaya asegura que cuenta con el apoyo y el aprecio del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero esto no se refleja en los recursos federales que manda a Tamaulipas como lo hace con los estados del sur sureste y es la razón por la que no ha hecho ninguna transformación.
Por otra parte, existen muchas posibilidades de que Hernández Flores pudiera ganar la elección, pero recordamos que cuando ganó para ser gobernador, Tomas Yarrington siendo gobernador del estado lo apoyo para que lograra el triunfo, tenía una estructura estatal que operaba políticamente con mucho éxito y hoy es muy diferente el escenario al de aquel entonces.
El VERDE no tiene una estructura política ni base social que lo respalde. En Tamaulipas ha sido un partido rémora, vividor del triunfo de los partidos con los que hace alianza y no tienen presencia en el estado.
Por ello se entiende que Geño Hernández tenga que recurrir a sus antiguos colaboradores, socios y cómplices, para tratar de levantar al VERDE, pero ahora lo hace sin tener sin recursos como los que antes traía y eso pudiera marcar una gran diferencia.
Por otra parte, muchos de los que hoy se le acercan están confiados en que los ayudará con un empleo, obra, contrato para compra o con alguna gestión en el gobierno, pero todo eso no depende directamente de él, tiene que negociar con Los Américos o los morenos que están la federación y como sabemos son más duros que una piedra.
Pero bueno, los que andan ahí entienden que primero es lo primero que es ganar la elección y sí consiguen sacar el millón de votos que le prometieron a la Claudia Scheiubam, es posible que logren mucho más…
En fin, los expriistas que integran la decante clase política que se tiene en Tamaulipas han vuelto al escenario, son esos que perdieron el dominio estatal que el PRI tuvo por 87 años, pero ahora en estas elecciones vemos que sigue más vigente que nunca y vuelve con Geño Hernández a participar como si nunca hubieran hecho nada.
Esperamos que la memoria de los ciudadanos aún esté fresca para recordar porque Geño Hernández y Egidio Torre llevaron al PRI al fracaso electoral, que recuerden que son los mismos que dejaron endeudado a Tamaulipas y que aún se sigue pagando, a quien sabe quién, la renta por usar el terreno donde está la Torre Bicentenario y las áreas administrativas donde se encuentra el Congreso del estado.
Ojalá que a los tamaulipecos no se les olvide eso y otras cosas más, porque aún se corre el riesgo de volver a repetir la historia y eso sería retroceder al pasado lleno de corrupción, impunidad y de traición al estado. Ni más ni menos.