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La Fiscalía que nunca jaló

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza

La Fiscalía que nunca jaló

De que Raúl Ramírez Castañera se iba, se iba. No lo hizo cuando el titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado Irving Barrio Mojica, le mandó un oficio de que no había pasado los controles de confianza que le fueron aplicados y por lo tanto debería de dejar la posición de Fiscal Anticorrupción.

El hombre se entercó y dijo que se vulneraron sus derechos, su reputación y hasta quedó afectado de manera psicológica, por eso solicitó un amparo de la justicia federal y se agazapó en la oficina, sin embargo, esta semana, el Juez Federal Juan Fernando Alvarado López negó la suspensión definitiva y el de la desconfianza se tuvo que ir.

Ante ello, deberá nombrarse a un nuevo titular de esa área y sucederá en buen momento, porque los Diputados regeneracionistas que tienen el mando en el Congreso del Estado, estarán en condiciones de respaldar la propuesta que les llegue siempre, en el entendido de que, traerá el sello de la casa en color guinda.

La realidad es que, Ramírez Castañera no debió de moverle mucho al asunto, porque si de México le perdieron la confianza los últimos meses de la administración panista que concluyó en septiembre, debió de aceptar y en este momento ya no anduviera metido en líos con la justicia y en un escenario donde todas las tiene de perder.

Vamos, ni siquiera el Fiscal General de Justicia, puede meter las manos por él y, en caso de que la Fiscalía deba de proponer al Congreso del Estado el nombre de quien pueda hacerse cargo, quizá vaya en papel membretado del Vicefiscal.

En estricto apego al nombramiento, desde este momento ya no hay Fiscal Anticorrupción, pero, en función de la realidad desde que nombraron Fiscal al actual magistrado del Supremo Tribunal de Justicia de la entidad, Javier Castro Ormachea, nada se hizo en esa dependencia a pesar de que, la corrupción estaba en todos lados, desde los vales de gasolina, los viáticos y las compras panistas que se hicieron en todas las áreas de la administración.

Fueron dos Fiscales Anticorrupción que nunca vieron nada sospechoso de este tema y decidieron usar el tiempo para maquinar mejores posiciones como funcionarios, para tener chamba más allá del sexenio que tuvieron a su cargo Los García de Reynosa.

Además, como dijera hace unos días uno de los Diputados de regeneracionistas, Eliphaleth Gómez Lozano, dijo que el procedimiento para nombrar un nuevo Fiscal Anticorrupción no debería de estar suspendido, porque con todo y que Ramírez Castañera no se quería salir de la oficina, el Congreso pudo designar a un nuevo titular del área.

Total, cada vez están más cerca los tiempos de que las cosas sean de nuevo normales y que quienes desempeñen los cargos no lo hagan para servirse de ellos, sino, para atender las demandas, necesidades y propuestas de los ciudadanos que, son a quienes debe de responderse con creces.

Los otros

Por su lado el Gobernador de la entidad, Doctor Américo Villarreal Anaya entregó al contador Raúl Hernández Chavarría de Tampico, nombramiento como titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, quien se dedicará al análisis de cuentas y presentará documentos a partir de los cuales pueda llegarse a conclusiones respecto a la configuración de delitos de carácter fiscal.

En el Congreso del Estado, tras la debacle del PAN en el manejo administrativo, en cuándo la Diputada Úrsula Salazar Mojica despachó en la oficina que era del panista Félix García Aguiar, dio las gracias a quien manejaba la comunicación social, Enrique Cárdenas Ochoa y lo sustituyó con Daniel Santo Flores.

Desde luego, habrá más nombramientos, allí mismo, porque al desplazarse al PAN, los expertos en administración que trajeron de Nuevo Laredo y de Reynosa, deberán irse, más bien ya se fueron y es probable que algunos de los funcionarios que hubo durante los meses en los que despachó como responsable de la Junta de Coordinación Política, el diputado local plurinominal de Reynosa, Armando Zertuche Zuani, puedan tener de nuevo la invitación para colaborar.

Ahora resulta que, después de perseguir por muchos años a gente que no congeniaba con la corriente panista de los reynosenses, el Diputado local de Tampico, Carlos Fernández Altamirano, se dice perseguido por los funcionarios de la actual administración.

Dirían en el rancho, una sopa de su propio chocolate, pero, en el entendido de que, en el sexenio pasado las persecuciones eran hasta letales.

El diputado hace referencia a que le presionaron para que diera su voto a favor del cambio en la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado y que, se negó a hacerlo porque su sentimiento está con el panismo y es leal a sus exjefes.

El punto es que, decirse perseguido está fuera de toda congruencia, porque con su proceder protege a los perseguidores del sexenio pasado.