Columnas

La huella hídrica que todos tenemos.

Gaceta.

Por: Raúl Terrazas Barraza.

La huella hídrica que todos tenemos.

En el Día Mundial del Agua, celebrado este miércoles 22 de marzo, la Organización de las Naciones Unidad, pide a los gobiernos del mundo que trabajen a favor de una correcta gestión de las aguas residuales y la reutilización de la misma para actividades medio ambientales que no pongan en riesgo la salud de la población.

El tratamiento de las aguas residuales es uno de los grandes pendientes que tienen los gobiernos municipales y los ciudadanos, ya que, una vez usadas las aguas deben de manejarse para evitar que se conviertan en contaminantes del ambiente y de las comunidades.

Hay muchos países que, según la ONU tienen grandes deudas con el ambiente y señalan a España como uno de ellos, aunque, hay un dato en el sentido de que más del 80 por ciento de las aguas residuales generadas por la sociedad regresa a los ecosistemas sin haber sido tratada.

Esto último contraviene a uno de los seis objetivos del Desarrollo Sustentable que plantea que, para el 2030, se logre mejorar la calidad del agua y se reduzca a la mutad el porcentaje de las aguas residuales que se vierten al medio natura sin depurar.

Por lo regular, toda la información estadística que hay sobre la situación del agua, se refiere a la disponibilidad para su uso y consumo humano, a la calidad de las fuentes de abastecimiento y a la forma en que se hace llegar a la población, por aquello de la importancia de su potabilización. Además, se habla del avance que se tiene en la realización de obras de drenaje.

En el caso de Tamaulipas, los datos del INEGI al 2015, hacen ver que el 97.02 por ciento de la población tiene agua entubada y que el 91.21 cuenta con drenaje, para la eliminación de las aguas residuales de las viviendas.

El asunto es que los datos sobre el tratamiento de las aguas eliminadas desde las viviendas, no existe y, lo que es peor, se sabe que hay fuertes inversiones en todo el país que se destinaron a la construcción de obras para la depuración de las aguas usadas por los habitantes, sin embargo, no hay un dato exacto sobre la cantidad de agua que se trata, respecto a la que se entrega a los usuarios.

En un escenario ideal, queda claro que los organismos operadores de los sistemas de agua y drenaje, son los responsables de cumplir con el ciclo de uso y depuración del agua que sirvió para las actividades humanas, sin embargo, esto último, como requiere de cuantiosas inversiones y de muchos recursos para la operación de los sistemas de tratamiento.

Se deja de lado, que las aguas servidas como quiera se incorporan al ambiente, ya sea a través de cuerpos de agua, arroyos, ríos e incluso, van a dar al mar, obvio, convertidas en contaminantes, como es el caso del conocido Río Lerma, al cual van a parar las aguas residuales del llamado Valle de México.

En Tamaulipas se conoce de muchos arroyos a los cuales van a parar las aguas residuales sin tratamientos, entre ellos uno que llega a Güémez y que ha ocasionado una serie de quejas por parte de las autoridades de ese municipio, con la idea de que se realicen las obras necesarias para que no sea el Lerma de la región centro de esta entidad.

En el Día Mundial del Agua, cobra fuerza la propuesta ambientalista manejada a través de tendencias como ecofriendy, que es una tendencia a través de la cual, muchas personas en el mundo visten, se comportan y piensan con un sentido ecológico, sino que tratan de forma respetuosa y responsable al planeta con acciones concretas.

Si el agua es un recurso no renovable, es preciso, que la cuidemos ahora para que no se acabe, de ahí que se ha pensado en el concepto, huella hídrica, que puede indicar el volumen de agua dulce que se utiliza en la producción de bienes y servicios y, en lo individual.

El comentario es en el sentido de que la huella hídrica ni pudiera notare, porque creemos que es muy poco lo que usamos para el aseo personal y la preparación de alimentos, sin embargo, es ver todo lo que hay detrás de las cosas que nos dan bienestar.

Felipe Martín, un conocedor de agua y energía de América del Sur, cree que un café es parte de la huella hídrica que todos tenemos, porque no es la cantidad de agua que usamos para preparar y tomar el café, sino toda el agua que se usó en los proceso para que podamos degustar una rica taza de esa bebida. Afirma que se requieren 130 litros de agua en todo el proceso que nos lleva a tomarnos una taza de café en nuestra casa o en un restaurante.

Luego añade que detrás de una manzana, pude haber más de 70 litros de agua, de una naranja 50 litros o bien, consumir 300 gramos de carne se traduce en la utilización de más de cuatro mil litros de agua.

Pensar en la huella hídrica que dejamos, a lo mejor nos convierte en depredadores de los ecosistemas, sin embargo, las propuesta es trabajar en acciones concretar con las que podríamos evitar el desperdicio de agua y con ello que la huella hídrica que dejamos es muy grande.

Lavar los platos sin agua corriente, tomar baños breves y evitar los de tina, usar estanques de doble descarga, porque ayudan a economizar agua, lavar la ropa con máquinas cargadas para reducir el uso de agua, regar lo necesario y hacerlo de preferencia por la noche y, lo que ya sabemos, pero, que quizá no hacemos, cerrara la llave al lavarse los dientes y las manos o rasurarse, y abrirla solo al momento de enjuagarte.

Ahora que, si se trata de ayudar en esto de reducir la huella hídrica, podríamos pensar en consumir menos productos procesados y más alimentos naturales, tratar de conocer cuánta agua se gasta en cada producto que compramos , además, volverte fanático de lo reciclado.

Si tomamos en cuenta que el agua potable y el saneamiento es esencial para los derechos humanos, la dignidad y la supervivencia de las personas, es relevante que cada quien nos situemos en la parte que nos toca hacer para lograr el anhelado desarrollo sostenible y hacerlo.

Muchas dependencias de todos los niveles, organizaciones de la sociedad civil, escuelas e instituciones de investigación, realizan actividades para crear conciencia a favor del cuidad del agua y ponen en primer plano la celebración del Día Mundial del Agua que fue este miércoles y que debió generar compromisos individuales, de la comunidad y de las instituciones públicas.