Columnas

La negligencia de los centros de salud

RESEÑA POLÍTICA

Juan R. de la Sota

La negligencia de los centros de salud

Con la vida de un ser humano no se juega ni se debe utilizar para adquirir experiencia médica, ya que la medicina y el tratamiento para el control y combate de las enfermedades es de mucha responsabilidad que exige preparación académica, experiencia laboral y obligaciones a quienes se dedican a este trabajo.

Su objetivo es salvar al paciente, no encaminarlo a la gravedad de la enfermedad  y por consecuencia a la muerte y al panteón, como lo pretenden los “empleados” de la Unidad Médica o Centro de Salud de la colonia “Emilio Portes Gil” de ciudad Victoria, quienes son unos ignorantes, salvajes, desorientados, incapaces, desordenados, irresponsables e inhumanos y de no ser supervisados matarán a varias personas, por su impreparación académica para el  “desempeño de sus funciones”.

Urge la inmediata intervención de la Secretaria de Salud del Gobierno del Estado, Gloria Molina Gamboa, para que inspeccione, verifique y vigile de cerca el trabajo de los doctores y enfermeras del citado Centro de Salud, pues los acusan de no ser aptos para atender a los pacientes, debido a que no saben detectar las enfermedades y recetan medicinas que ponen en grave riesgo la vida de las personas.

Son múltiples las quejas contra el personal de dicho Centro de Salud, en el sentido de que algunas personas que han acudido a solicitar los servicios por determinada enfermedad en lugar de curarlos los enferman más, al grado de que a punto han estado de morir de un paro cardiaco, toda vez que les han aplicado inyecciones con medicina que no adecuada para atacar la enfermedad que padecen.

Resulta que recientemente una madre de familia acudió al Centro de Salud de la colonia “Emilio Portes Gil”, misma que se sentía bastante mal derivado de un dolor en su parte íntima y provocado por una infección.

La dama se quejó amargamente del personal de esa institución médica, ya que no había ningún otro paciente y tardaron hasta una hora y media en atenderla; según, la quejosa porque los doctores, enfermeras, personal administrativo y otros empleadillos se encontraban muy ocupados y entretenidos con el celular.

Exigió  el servicio, dado que los dolores eran intensos y hasta cuando se acordaron que eran servidores públicos la atendieron.

Finalmente la recibió personal  médico de turno, una dama de nombre Ana María Terán López, la cual, según la persona inconforme, más que doctora parecía  trabajadora de un giro mixto, cantina, lonchería con venta de cerveza o de un  hotel de paso, así la describe por su vestimenta, personalidad y la forma de expresarse.

Resultó que esa mujer, no es doctora, sino pasante en medicina, toda vez que su cédula profesional está en trámite, cuyo documento es necesario para brindar sus servicios al pueblo. La receta médica confirma que su cédula profesional está en trámite.

Si no tiene su cédula profesional,  no debería tener la autorización para extender recetas médicas, principalmente, pues ésta pasante en medicina ya andaba intoxicando y quizás hasta envenenando a la paciente antes mencionada, al aplicarle una inyección que no era la adecuada para atacar la enfermedad que enfrentaba.

La quejosa, denunció que luego que se le aplicó la ampolleta con la medicina Butilhioscina, se le aceleró bastante el corazón, le surgió intenso dolor de cabeza y estomago, se le nubló la vista, se mareó y a punto estuvo de desmallarse por la falta de respiración.

Ante tal malestar, de inmediato acudió con un verdadero doctor, el cual le informó que el medicamento que le suministraron, no era el adecuado para combatir la enfermedad que padece, por lo que de inmediato le hizo un lavado de estómago y le  recetó ciprofloxacino, fenazopiridina y Butilhioscina compuesta con metamizol, medicamentos ue finalmente le combatieron el mal.

Y lo más irresponsable es que la doctora de a mentiras Ana María Terán López, le ordenó inyectarse tres dosis de Bultihioscina, y si con una que se aplicó la paciente se andaba muriendo, si se hubiera suministrado todas, en estos momentos ya le estarían rezando el novenario, por culpa de malos servidores públicos de la Secretaría de Salud.

La quejosa solicitó a los altos mandos de la Secretaría de Salud, ponga orden entre el personal del mencionado centro de Salud, pues en sus manos está la salud de las personas y no se debería permitir que por ignorancia, irresponsabilidad y falta de preparación del personal de Centro de Salud, se pueda  generar la muerte de una persona.

Esta persona que fue víctima de la negligencia del personal de ese centro médico, debería acudir a presentar la denuncia correspondiente  a la Comisión Estatal de Arbitraje Médico, para que investigue y haga las recomendaciones pertinentes, y así como no permita se practique o juegue con la vida de las personas, bien sea por ignorancia, desconocimiento, impreparación o negligencia.

A los médicos y enfermeras del Centro de Salud  de la colonia “Emilio Portes Gil” muy pronto se podrían convertir en mata sanos, si no se les aplica estricta supervisión y vigilancia, pero además se les capacita y se les exige su cédula profesional para brindar el servicio a la población.

En manos de la Secretaria de Salud, está la salud de cientos de habitantes de varias colonias, ubicadas en lugar aledaño a multicitado centro de salud y urge ponga orden en esa clínica, para que garantice un servicio profesional y eficiente a los ciudadanos, así como elimine todo riesgo que represente para la salud de los habitantes.

Por seguridad de los habitantes de ese sector, ya no debería permitir la prestación de los servicios de la pasante  Ana María Terán López, a quien se le debería reintegrar a sus obligaciones hasta que obtenga su cédula profesional. Si es empleada de la Secretaría de Salud, su salario lo podría desquitar como conserje de  la clínica o de oficinas de la Secretaría de Salud, es más esta función no debería desempeñar, porque como doctora, sabe más un albañil que ella.

Hay pruebas, está la receta de la inyección que aplicó y la versión de un doctor, sobre que no era el medicamento adecuado que suministró, para la enfermedad que padece la paciente. Ese tipo de negligencias, irresponsabilidad y peligro existe en otros centros de Salud de Ciudad Vitoria, por lo que la supervisión a su trabajo urge, para evitar lamentaciones.

Cambiando de tema, la Subsecretaría del Transporte de Tamaulipas, debería extender al municipio de Victoria, los operativos que en e coordinación con la Secretaría de Finanzas y Seguridad Pública Estatal, realiza en Matamoros, para poner orden en el transporte público urbano, empezando por retirar las unidades “chatarra” que ponen en peligro l vida de los usuarios.

En esa ciudad fronteriza el operativo detectó  taxis y camiones  que circulaban sin la documentación legal y que no contaban con los permisos para brindar el servicio, procediendo  a retirarlas de circulación.

Cuatro taxis y ocho camiones de transporte fueron sancionados y retirados del servicio por su legal estancia en el  país y no contar con concesión, ya que los choferes no presentaron la documentación que avalara la procedencia del vehículo ni el permiso para ofrecer el servicio. Es acertado el trabajo, pues son unidades chatarra e ilegales que representan una competencia desleal para los cocesionarios que sí han invertido en la compra de nuevas unidades.

Las unidades ilegales deben ser decomisadas y cancelarles la concesión, ya que incurrieron en violaciones al marco jurídico y que deberían ser sancionadas para combatir y eliminar las ilegalidades dentro del transporte público urbano.

La población tamaulipeca confía en que no se autorizará incremento al precio del pasaje y que se exigirá a los concesionarios cumplan con modernizar el transporte público con la compra de unidades de reciente modelo y equipadas para ofrecer un servicio seguro y de calidad a los usuarios.

En otro asunto, el proceso electoral para elegir diputados del Congreso de Tamaulipas, sigue avanzando y aún no se ha  nombrado  al Fiscal Electoral en esta entidad federativa.

La Comisión de Justicia del Congreso el Estado, aún no ha designado al Fiscal Electoral de Tamaulipas y no existen evidencias como para afirmar  que será nombrado en la siguiente semana, como lo habían prometido los legisladores locales de las diferentes grupos parlamentarios.

Para la diputada del PAN, Teresa Aguilar Gutiérrez es preocupante, pero también es importante agotar todas las fuentes  para elegir la mejor opción para este puesto.

Ante ello, no hay quien procure justicia en delitos electorales, por lo que los partidos y candidatos tienen el campo limpio para incurrir en acciones ilícitas durante el desarrollo de las campañas políticas, pero la sociedad está exigiendo juego limpio, por eso la importancia de que pronto se designe al Fiscal Electoral.

La El Congreso del Estado, es el facultado para designar a dicho Fiscal, pero hasta el momento este Poder, no ha dado razones     que justifiquen la tardanza para nombrarlo. A ver si no se les acaba el tiempo y lo nombran cuando termine el proceso electoral. Para esas fechas ya para qué.

El dato: El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Tamaulipas, Glafiro Salinas Mendiola, aseguró  que el      reparto de tarjetas bancarias del Gobierno Federal “es una falta de respeto al pueblo” y consideró que constituye  “una violación a la Ley Electoral. Pidió se respeten los lineamientos de la veda electoral por parte de todos los actores políticos.

Correo: jrdelasota@hotmail.com